Te espero en mi ventana //fanfic Kakashi// |Naruto|

- Capítulo 19 -

- Me gusta más el morado para ella.

- Ya pero a mi me gusta más el rojo.

Ya no hacia caso escucharlas, llevaban media hora discutiendo que ponerme, ya hacia oídos sordos, no me gustaban ninguno de los dos vestidos pero mis dos queridisimas amigas se habían propuesto que fuera guapísima a la fiesta de nombramiento del nuevo hokague porque según ellas Kakashi irá, y ya no le tienen tanto rencor por lo que veo, pero yo sí, lo odiaba, pero ayer.... pero lo odiaba... dios me iba a explotar la cabeza en cualquier instante. Eche mi cabeza hacia atrás y bufé fastidiada.

¿Cuanto tiempo iba a durar esto?

Haku se removió entre mis piernas incómoda por mi nueva posición.

- Ya está te pondrás este - dijo Kurenai sonriendo y tirando a la cama un vestido de de tirantes con un escote abotonado y suelto en las caderas, era azul marino con unos puntitos Rosa muy claro, y un encaje disimulado en la falda. Puse los ojos en blanco, ¿¿¿querían que me diera hipotermia??? Afuera hacia como 4 grados, en lo que tarde en soltar mi larga y estúpida charla porque no iban a escuchar del porque no me lo iba a poner ese vestido de verano en pleno invierno y nevando cosa muy lógica entro Kushina a la habitación.

- ¿¿Lo habéis decidido??- preguntó, yo solo señale el vestido en señal de frustración y Haku maullo cansada de mis movimientos bruscos- oh... pero hace frío chicas..- las dos se miraron  y se tiraron las dos frustradas a mi cama, riendome me tire yo también quedando las tres parejas. De repente sentimos un peso muerto que nos quitó la respiración aplastandonos, reímos al sentir que era Kushina.

...

Deje salir el aire de mis pulmones aún con los ojos cerrados , tenía miedo por ver el resultado de tres largas horas de tortura, si lo hubiera sabido hubiera parado el tiempo cuando puede, luego fue demasiado tarde, ataron con nada de delicadeza unos guantes de cocina a mis manos asegurando con fiso que no hiciera nada, después de eso llegaron los potingues, los tirones de pelo, intentar meterme en ropa de niña chica, no era por faltar ni nada pero tenía tetas, no una barbaridad pero si bastantes para lo delgada que estoy, no entraba en ese vestido.¿¿¿ No se habían dado cuenta??? Pues no porque aquí estaba, delante de un espejo con miedo a mirarme por primera vez después del estropicio que me hicieron, sin poder respirar por el maldito vestido, y creo que ni pestañear por una cosa rara con la que intentaron sacarme el ojo, mi querido y amado ojo, esto no se hace, abrí uno de estos, que se encontraba alerta; también cabe mencionar qur hoy era luna llena, no es que fuera como los hombres lobos de las películas y me transformará, pero si me costaba guardar mis apariencias gatunas por lo que mis ojos y mis orejas y algunas veces mi cola quedaban expuestas a las burlas de mis compañeros.

Observé con ojo crítico todo lo que llevaba, mi pelo suelto y perfectamente liso se encontraba posado en una perfecta armonía sobre mis hombros y espalda, mis orejas negras al igual que mi pelo resaltaba entre mi cabellera, nada decoraba mi cabello a excepción de una flor azul que cogí de mi ramo y estaba colocada sutilmente entre mi pelo,  un kimono perfectamente planchado dejaba al descubierto mis hombros, este era blanco liso con un cinturón grande rojo haciendo relucir mi cintura de avispa, este se abría cuando caminaba y dejando mi pierna expuesta al frío del invierno, una chaqueta larga parte del kimono morada y con algunas escasas flores rosas hacían un buen trabajo para cubrir el frío y que mi vestimenta no quedará tan simple, y mi cara, mi cara era un poema aparte, mis ojos resaltaban unas pestañas grandes largas y negras a las que no estaba acostumbrada y me costaba la vida pestañear, mis pómulos resaltaban y mis labios rojos destacaban sobre mi piel pálida y todo por sólo unas tres escasas horas, horas de terribles sufrimientos. Giré sobre mis pies ante el espejo y sonreí... seguro que él me miraría.