7: El paseo por la costa.

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- (t/n)... -

Una voz masculina que sonaba lejana y preocupada te despertaba.

- ¡... (t/n)! -

Te sentías muy relajada y tranquila- Uhh... -abriste los ojos de apoco, pero por más que pestañaras, aún se veía un poco borroso.

- Oh my god... You're fine -viste una silueta de estatura media, masculina con cabellera rubia, acercarse a ti.

Trataste de sentarte en donde estabas, pero unas manos amables te detuvieron.

- Bella~, no te esfuerces en levantarte -

- ¿Qué pasó? -balbuseaste.

- Te desmayaste... O eso creemos -dijo el español, a quién reconociste la cara.

Abriste los ojos confundida. Recordabas el pesado sueño que te había dado en aquella banca, pero no la sensación de desmayarte.

- Te encontré tirada en una banca. Estabas muy pálida y casi sin vida -se acercó caminando Lovino con los brazos cruzados.

- Yo y mi hermano te encontramos -dijo frustado mirando a su gemelo mayor- ¡A todos les dio un susto tremendo! -exclamó tiernamente Feliciano.

- Ludwig se encargó de llevarte junto con Ivan -le siguió Antonio-. Temíamos que te pasara algo más, ¿sufres de alguna anemia u otra enfermedad?

- No... creo -respondiste.

El español te miró algo analítico y melancólico, y parándose de dónde estaba, dijo a los de la habitación el que se retirarán para dejarte descansar- Espero que te mejores, bombón.

- Me, the hero! I'm going to take care of (t/n)! -

Lovino miró desafiante al estadounidense- ¿Seguro tú podrás cuidar a la ragazza? -lanzó una risa a continuación dio un chasquido con su lengua-. Prefiero que esté en buenas manos -dijo sentándose a tu lado-. Feliciano, ven, me ayudarás.

- Ok~! -se acercó el menor.

Luego de haberse retirado el moreno, los que quedaban en la habitación, a excepción de los que estaban a tu lado, lo siguieron.

-Oigan frogs, en un momento vendré a ver a (t/n) -dijo Arthur-. Y si cuando entre la vea peor de lo que estaba antes, ¡les juro por la Reina de mi Inglaterra que pondré una orden de alejamiento contra usted hacia ella! -una sombra morada oscura inundaba su frente junto con una mirada amenzadora y enojada.

Los tres miraron preocupados y algo molestos al inglés que cerró la puerta con amenazas que consideraban ridículas.

- Vaya que es molesto... -dijeron el rubio y el italiano mayor al unísono.

El trío miró con cuidado tu figura recostada en la gran cama. Notaste en Alfred y Lovino un ligero sonrojo en sus mejillas. El brillo en los ojos del americano eran tan notorios que Feliciano le preguntó si tenía algo que estaba tan embobado, a lo que su receptor le respondió con un simple sacudo de cabeza, donde posteriormente, se levantó de su asiento.

- Feliciano, Lovino, ¿podrías hacer una infusión para (t/n)? -le dijo sonriente el rubio.

- ¡Todo sea por la bella ragazza de (t/n)! -

Miraste con ternura al italiano menor: - Gracias, Feli.

En los ojos miel del chico, crecía un brillo de ternura, junto con un leve sonrojo. A continuación, este soltó una risita, y acercándose a ti, abría sus brazos para tomar tu cuerpo y juntarlo con el suyo.

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⏰ Última actualización: May 09, 2017 ⏰

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