Capítulo 1.

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PRIMERA PARTE: ANTES DE EMILY

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PRIMERA PARTE: ANTES DE EMILY

(***)

La música a alto volumen y el olor a cerveza barata que desprendía aquel sitio de mala muerte me trajeron a la realidad tras de haber leído el inocente mensaje de mi madre. Aún recordaba sus palabras: "espero que te la pases bien, cariño", sujetas a una confianza que ese día me había osado por romper.

Miré hacia el frente, captando el asador vivo en el que se había convertido la pista de baile. Tomé mi segundo Pimm's, que le había ordenado al barman aproximadamente media hora atrás, y me lo llevé a la boca, brindando a mí salud. Hace menos unas dos horas, Sasha y Babi habían prometido no abandonarme en mi primera excursión a "rompe las únicas dos reglas que establecieron tus padres" — no mentir y no ir a ningún lado en donde el sexo y la cerveza barata se relacionen — con el fin de pasar un buen rato. Y bien, ahí estaba.

Tártaro era uno de los bares más afamados de University Park y primordialmente, el lugar favorito de Sasha y Babi para engullirme en el más tétrico de mis miedos. Yo era reservada y una chica de casa, como dirían las refinadas lenguas, con un alto apogeo en mis ambiciones. Por tanto, verme inmiscuida con un montón de desconocidos que no paraban de atiborrar su organismo con alcohol, bueno, me dejaba fuera de mi zona de confort.

Estiré el cuello con sutileza y fulminé con la mirada a mis dos amigas que permanecían extasiadas en la pista de baile, mientras movían con destemplanza tanto sus caderas como sus traseros. Sabía bien que Sasha y Babi habían nacido para romper las reglas e, inclusive, captar la atención de cualquiera con solo dar un leve asentimiento de cabeza. Pero yo no.

Saqué nuevamente mi celular de la cartera y revisé el mensaje de mi madre casi como instinto. No podía creerlo, le había mentido a mis padres y sólo por un supuesto respiro — que no estaba disfrutando nada — de una rutina que, hasta el momento, me parecía más que perfecta. Entré a la opción de redacción y me pregunté si era demasiado tarde para retractarme y volver a casa con la cola entre las patas, suplicando perdón casi de rodillas. Sabía que el castigo sería duro si llegaban a cacharme mis padres o si llegaba a confesarlo. Sin embargo, aquello sonaba mejor que permanecer otros cinco minutos en donde Sasha y Babi.

Suspiré hondo y llevé de nueva cuenta el vaso a mis labios.

En la mañana me había levantado con la idea en la cabeza de seguir la rutina que desde los siete años llevaba: desayunar, salir a correr, ducharme, ponerme el traje de entrenamiento e ir a la academia para después llegar a casa y sentarme con la familia a comer. Desafortunadamente, Sasha y Babi tenían otros planes.

Habían llegado justo antes de mi ensayo y me propusieron... "salir de lo cotidiano". Yo me negué, por supuesto, pero la simple idea, tras meditarla un poco, me tentó y accedí. Nunca imaginé que terminara siendo por rotundamente opuesto a lo que tenía pensado.

Emily [LIBRO 1: SAGA E] || ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora