CAPÍTULO 26

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Louis mantenía la cabeza agachada y temblaba demasiado. Podía escuchar su respiración a toda velocidad. Los nervios y el terror estaban por matarlo.
Harry estaba mas preocupado por Louis que por sí mismo. Los hombres lo tenían obligado a mantener la cabeza baja para evitar que alguien por la calle notara que los llevaban raptados.
Los hombres conducían por la carretera, sin embargo había unos cuantos automóviles que pasaban constantemente cerca de ellos.
Después de que los agarraron en el estacionamiento del centro comercial, los obligaron a subir al propio auto de Harry para llevarlos a una dirección a la que ambos desconocían. Harry estaba muy inquieto y con eso solo lograba que los hombres se molestaran más.
–¡¿Qué mierda es lo que quieren de nosotros!? –gritaba mientras le amarraban las manos en la espalda cuando no pudieron controlarlo más. El hombre que conducía el auto era especialmente el que les daba las indicaciones a los otros tres–. ¡Díganme si lo que quieren es dinero! ¡Pero háganlo rápido, les daré lo que me pidan pero suelten al chico! –Lo que más le desesperaba de la situación era mirar lo asustado que Louis se encontraba.

El menor elevó la mirada un poco, tan solo para alcanzar a mirar al rizado. Cruzaron miradas y Louis comenzó a sollozar. Él nunca antes se había encontrado en situaciones peligrosas como un asalto, secuestro, o lo que sea que eso fuese.
–Ya te he dicho que cierres la boca… –habló el hombre que lo sostenía de manera agresiva. Harry estaba acabando con toda su paciencia–. Este chico no tiene nada que ver con esto, es tan solo un imbécil que estaba en el lugar y con la persona equivocada.
Harry intentó mirarlo pero con eso solo provocó que el hombre lo detuviera por el cuello más fuerte. –¿Entonces esto es por mi? –dio un gemido por el dolor que le provocaba el hombre.
–Exactamente, niño inteligente. –respondió el hombre con una risita irónica. El automóvil dio vuelta en una terracería (Camino para autos sin pavimentar,
comúnmente dirigen a rancherías o casas de campo) de la carretera, alejándose
aun más de la sociedad.
–Suéltenlo a él, llévenme a mí, Louis no tiene nada que ver en esto. –Rogó cuando se dio cuenta que probablemente las cosas que volverían más violentas, o que esos hombres tenían indicaciones de lastimarlo– Si esto es un secuestro les aconsejo que llamen a mi familia de una vez.
Los hombres comenzaron a reír. –No niño, nadie aquí quiere secuestrarte… esto no es un secuestro.
La sangre de Louis se heló por completo. Si de algo estaba seguro era que esos hombres no querían dinero de Harry porque probablemente tenían indicaciones de un tercero para hacerle daño. Mantenía los ojos muy cerrados. –Harry… –susurró buscando con su mano la mano del mayor. No pudo encontrarla gracias a que las manos del rizado estaban sujetas–. Está bien Harry, estoy bien. Tranquilízate. –Lo importante en esos momentos críticos era cooperar.
–Te prometo que no dejaré que nada malo te pase, mientras estés conmigo nadie te hará daño, te lo juro por mi maldita vida. –mencionó Harry e hizo lo que Louis le pedía. Se tranquilizó y esperó hasta que los hombres dieran alguna otra indicación.
Les habían quitado las baterías a los móviles de los chicos, con eso impedían que la policía los rastrara de alguna manera.
Harry estaba consciente de que eso podía pasar cualquier día, es decir, al venir de una familia con tanto dinero hay muchas personas que quieren hacerte daño y sacar provecho con eso. Pero no podía soportar la idea de que Louis sufriera algo por su culpa. Escuchaba los sollozos del menor y con eso solo lograba que su piel se erizara más y más.

El teléfono de uno de los hombres comenzó a sonar. Era el del líder, el que conducía el auto. Contestó rápidamente y Harry intentó concentrarse por completo en la conversación, podía ser una pieza clave para adivinar quién era quién los había mandado.
–Todo salió bien. Nadie los vio, lo hemos agarrado en un centro comercial. – Guardó silencio por unos segundos mientras escuchaba la respuesta por el otro lado de la línea–. Claro que si, esto es con demasiada discreción. El único problema es que el joven estaba con un chico y lo hemos tenido que agarrar a él también–. De nuevo el silencio–. Es un chico como de 16 años, pelo castaño y ojos azules. –De repente el ambiente se tensó. El hombre parecía molesto por lo que estaba escuchando del otro lado de la línea–. Joven, no podía dejarlo, él nos vio desde antes, podía avisar a la policía.
–¿¡CON QUIÉN ESTÁ HABLANDO!? –gritó Harry ya desesperado.
El hombre lo ignoró por completo. –El chico mayor ha mencionado que su nombre es “Louis”. Nos ha pedido varias veces que “Soltemos a Louis”.
Louis tenía una sospecha sobre quién podía estar atrás de todo ese asunto, sin embargo no dejaba de rogar porqué solo fueran suposiciones suyas.
–Si joven, entendido. A él no lo tocaremos.
Confirmó sus sospechas. Se puso aun más nervioso.
El hombre colgó el teléfono al mismo tiempo que lanzaba una maldición al aire. Al parecer Louis les había complicado el plan.
–Dígame quién les ha pagado. Les daré el doble de lo que les ofrecieron. – Encontró que su última salida era ofrecer más dinero. A pesar de que haber escuchado al hombre mencionar que no tocarían a Louis, continuaba temiendo por su propia seguridad.


Louis rogaba porqué esos hombres no rebelaran el nombre de la persona quien los había enviado.
El coche se detuvo cuando se habían alejado lo suficiente de la carretera. Parecía que todo estaba pasando en cámara lenta, era como si el sonido de los latidos de sus corazones fuera el único sonido en el lugar.
Los hombres comenzaron a bajar. Tomaron a Harry del cuello y lo obligaron a bajar del auto. A Louis no le permitieron bajar, tan solo le dieron la indicación de subir la cabeza, pues ya no había problema si miraba a través de la ventana.
Harry bajó del auto y se dio cuenta que había una camioneta mas con ellos. Seguramente era de los hombres. Se habían detenido en un terreno baldío, sin

nada de población o campo cerca de ellos. Miró hacia Louis y se sintió menos preocupado cuando notó que a él aun lo mantenían dentro del auto, tan solo con una persona por fuera cuidando que éste no se escapara.
–¡Camina! –gritó el hombre que aun lo mantenía sujeto con las manos sobre la espalda–. ¡Anda, hazlo rápido para que pueda irme de una maldita vez!
Harry caminó sin dejar de mirar a Louis, que lo miraba de igual manera con lágrimas en los ojos. –¿Por qué hacen esto? –preguntó por última vez antes de sentir un puñetazo estrellarse con fuerza casi inhumana sobre su abdomen. Cayó al suelo sofocado.
Louis gritó al ver lo que comenzaban a hacerle al rizado, sin embargo no podía hacer nada dentro del auto.
–¿Hacer qué? –Preguntó el hombre que lo había golpeado agitando su puño en el aire–. ¿Esto? –volvió a golpearlo fuertemente en cuanto el rizado logró ponerse de rodillas.


Todos comenzaron a reír y a tirarle patadas. –Vamos Styles, has que tu dinero te salve de esta golpiza. –Mencionó otro de ellos al momento que juntaba todas sus fuerzas para descargarlas con una fuerte patada en el estomago del chico.
El menor miraba la escena desesperado. Rogaba a los hombres para que lo soltaran, pero su voz ni siquiera se escuchaba por fuera del auto.
Harry trató de reponer fuerzas. No podía defenderse, pero al menos podía recibir la golpiza con la cara en alto. –Díganme quién los ha mandado… – volvió a pedir con la ultima fuerza que le quedaba para hablar. –Al momento recibió una patada en el rostro que logró tirarlo completamente al suelo con la nariz chorreando de sangre.
–Oh, cierto, casi lo olvido… –habló un hombre para después darle la indicación a los demás para que pararan de patearlo. Se agachó hasta el chico y lo tomó del cuello, obligándole a mirarlo–. Este momento es cortesía de tu primo Oliver. –Abrió los ojos y miró al hombre impresionado–. Te manda a decir que la próxima vez que pienses en pagarle a su novio para que te haga tus favores sexuales, te la pienses mejor.
–¿Qué?.. Yo no he… –intentó decir pero al momento recibió el golpe más fuerte de todos sobre el ojos. Cayó al suelo y se dio por vencido.
Lo golpearon por unos minutos más, después dieron indicaciones para irse. Dejaron las llaves del auto, los móviles y todas las pertenecías de los chicos sobre el suelo. Todos los hombres subieron a la camioneta que los acompañaba y antes de irse pasaron junto a Harry, que apenas estaba consciente para escuchar ruidos

en su mente. –Quedas advertido, Styles. Vuelve a tocar al chico de tu primo y amaneces muerto. –Arrancaron la camioneta y se fueron a toda velocidad del lugar.
Louis salió en cuanto vio que los hombres se habían ido. Corrió hacia Harry lo entró en completo pánico al verlo tan mal. –¡MIERDA! ¿¡Harry estás bien!? – gritó hincándose junto al rizado y tratando de levantarle la cabeza del piso. Harry no contestó, pero su pecho subía y bajaba indicándole al menor que seguía respirando–. Contéstame Harry, vamos, contesta… –continuó llorando y recargó su cabeza contra la del mayor.
–Suéltame… –susurró Harry con un hilo de voz. Louis lo miró sorprendido, con los ojos y los labios muy hinchados–. Aléjate de mí. –Lo empujó lejos de él, después se levantó del piso como pudo, limpiando la sangre que corría por su nariz. Fue directo hacia donde se encontraban los móviles y las llaves del auto.
–¿Harry, qué pasa? –Preguntó Louis con miedo, podía imaginar la respuesta–. Ven Harry, aun no te levantes, estás muy herido…
Harry colocó la batería de su móvil y esperó a que éste se prendiera. Caminó hasta el auto y se dejó caer ahí dentro en cuanto abrió la puerta. Bajó la mirada e hizo su mayor intento por no llorar. Realmente no quería hacerlo, no quería perder toda su dignidad, pero el enojo tan grande que sentía le impedía estar bien. –Toma tu móvil del suelo y deja de llorar. – Indicó a Louis señalando al aparato.
Louis lo miraba esperando alguna explicación a su actitud. –¿No llamaras a la policía? –habló con un puchero en la boca. Estaba tan asustado en esos momentos que lo único que deseaba era un abrazo del mayor–. Mierda, Harry. No actúes así, al menos dime que estás bien.
Harry negó con la cabeza. Aun miraba hacia el suelo. –Fue Oliver. –confesó.
Louis tragó saliva y comenzó a temblar más que antes. Estuvo unos momentos en silencio antes de atreverse a preguntar lo siguiente. –Ha sido por nosotros,
¿Cierto?


Harry lo miró impresionado. –Sabes… tenía la esperanza de que tú no entendieras por qué había hecho esto Oliver, quería pensar que él nos había visto y había llegado a sus propias conclusiones, pero me has demostrado que tú lo sabías todo, y que probablemente has sido TÚ quien le dijo que yo te daba dinero a cambio de sexo. –No tenía fuerzas para gritar, pero en su mirada podía notarse la rabia que sentía.
–No, no. Harry tuve que hacerlo, Oliver nos vio anoche y me pidió una explicación, tenía que explicárselo de alguna manera. –En su cabeza se repetía una y otra vez que tenía que hacer algo para arreglar las cosas.

–¿¡Diciéndole que te he pagado!? ¡Mierda Louis! ¡Ambos queríamos esto, tanto tú como yo! –Sus ojos se cristalizaron. No entendía por qué exactamente quería llorar, pero necesitaba hacerlo–. Todo esto se termina aquí y ahora. Ya no seguiré arriesgándome contigo de esta manera.
Louis se acercó hacia él, pero quedó a una distancia prudente del mayor. – Harry… yo te quiero. –Pensó que esa era su última alternativa para lograr que el rizado no terminara con él–. No puedes dejarme.
Harry lo miró y permitió que una lágrima recorriera su mejilla. –Puta madre, Louis. Enserio que puta madre. –hizo un esfuerzo para levantarse del asiento del auto y salió. –Tu manera de querer me da asco. –lo miró con desprecio y comenzó a mandar un mensaje por su móvil cuando éste por fin prendió.
Louis volvió a intentar. –Hace rato has dicho que estabas enamorado de mi, segundos antes de que nos raptaran–. Estaba perdiendo todo lo que había logrado hasta ese momento, además de todo, Harry aun no le


entregaba el dinero para la operación d su padre. Así es, los hombres no les habían quitado ni un centavo. –Mírame a los ojos y dime que ha sido una mentira, dime que no me quieres.
–Si… si lo hago. Y no tengo ni un puto problema en admitirlo. –Habló mirándole de frente–. Pero realmente no estoy dispuesto a trabajar para que esta relación funcione. No lo quiero. –Se encogió de hombros y negó con la cabeza–. No necesito complicarme la vida con chicos como tú. No necesito nada de ti, no necesito tu maldito amor falso. ¿De acuerdo?
–No lo harás. Yo si te necesito. –No mentía, necesitaba a Harry, pero no exactamente en el sentido amoroso, sino en el lucrativo.
–¿Sabes manejar? –preguntó sacando un tema completamente nuevo. Louis asintió confundido–. Llévate el auto, yo ya he avisado a un chofer de la empresa para que venga a buscarme por el rastreador del móvil. Vete ya.
Louis sintió su cabeza colapsar. Harry estaba hablando enserio, estaba terminado con él. –Te lo ruego…. No lo hagas…
–Toma las llaves y vete. Mañana vas a la oficina a devolver el auto y... Y a que te dé tu liquidación, esto se ha dado por vencido, lo siento. –Se dio la vuelta dándole la espalda y esperando a que el menor se fuera. Le dolía hacer eso, pero lo encontraba realmente necesario.
–De acuerdo. –Tomó las llaves del suelo y limpió las lágrimas que corrían por sus mejillas–. De acuerdo. –volvió a mencionar con la esperanza de que Harry lo detuviera, pero él no lo hizo.

No tuvo otra opción que subir al auto e irse de ahí dejando al rizado. Cuando se alejó lo suficiente del lugar, detuvo el automóvil y se recargó contra el volante para comenzar a llorar con todas sus fuerzas. El rechazo de Harry le había dolido de una manera extraña, poco común y devastadora.
Ahora que todo se había terminado no podía mirar hacia un futuro. Lo primero que pensó fue en que probablemente su padre moriría al no poder operarse por falta de dinero. Pensó en su madre, en su hermana y le dolió aún más el corazón.
Tomó su móvil y mandó un mensaje a la persona culpable de todo eso.
“Eres un hijo de perra, esto me las vas a pagar, maldito maricón de mierda. Entérate que para lo único que te quería era para estar cerca de tu primo.
Vete a la mierda.”
Lanzó el móvil al asiento trasero, limpió las lágrimas de su rostro y volvió a prender el auto. Era tiempo de dejar el drama y buscar soluciones.

Luxury's louis ( De  Fer_tommo) Larry stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora