E2M- Entre 2 mundos//Omegaverse

-Tu nombre será ...-

::Hola a todos/as, es hora de empezar esta come-digo historia Omegaverse(Mpreg) sobre gatos.
Espero que les guste aquí empecemos::

–Levi–

–Espera Carlos no te arriesgues así– gritaba una señorita que estaba persiguiendo a un niño.

Tks menudo crio, ¿Acaso ya no hay respeto? Si tu madre te dice "Ven" es ven.

Una fuerte brisa de aire congelado me heló la piel. Tks odio ser tan sensible al frío, como todo adulto llevo una gorra ploma y una chaqueta negra con polo manga larga dentro con unas dos alas.

Estaba llegando a mi casa cuando escucho un maullido, al principio no me importó, pero luego los maullidos empezaron a sonar más fuerte. No me resistí y me dejé guiar por los maullidos.

Los maullidos provenían de un callejón oscuro, aunque odie con todas mis fuerzas la suciedad no lo dudé un segundo y entré.

Pude ver a un gato castaño con manchas oscuras maullando de dolor, me acerqué a él; intenté tomarlo pero me rasguño, intenté una segunda vez y otra vez me rasguño.

Lo miré supervisando que todo estuviera bien, pero me di con una grata sorpresa que su patita trasera estaba atascada a un contenedor de basura y se veía dolorosa la posición en la que estaba.

Sin que me importara ensuciarme lo moví y su patita quedó libre, vi que el gato quería salir corriendo, pero el primer paso y su patita no le respondía.

«No será mala idea»- pensé mientras lo cargué en brazos, me estaba rasguñando y gruñiendo; sentía como sus uñas se clavaban en mi brazo y mi mano, intenté acariciarlo pero sus uñas se clavaron aún más.

Vale, me gusta su actitud.

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Después de estar un rato caminando y soportando el dolor en mi brazo llegué a mi departamento.

Cuando entré lo primero que hice fue dejar al minino en el sofa; rápidamente fuí por mi botiquín, limpié la poca sangre y vendé su patita. No sin antes recibir más rasguños y mordidas.

Cuando terminé fuí a la cocina por un vaso pequeño para poner leche tibia. Tengo muchos vasos así que no importa, luego lo votaré.

Lo tomé en brazos y sus uñas se clavaron nuevamente en mi piel...

¿Tanto odio me tiene?

Llegué a la cocina y lo deje en la mesa con su vaso de leche tibia.

El gatito no me miró ni un segundo, solo estaba concentrado en su amada leche que bebía muy rápido. Cuando terminó me miró y pude apreciar unos ojos muy raros pero hermosos, eran muy raros, de un color jade...no, eran de color verde claro.

Me quedé viendo sus ojos que me hipnotizaban, pero el timbre sonó y volteé la mirada para ir a abrir.

Cuando abrí la puerta una ráfaga de viento entró causandome escalofríos

«Menuda mierda de sitio»

—¡Enano~! ¿Cómo has estado?– Maldición, intenté cerrar la puerta...