Capítulo 6

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— ¿Y ya decidiste donde dormirá? — Preguntó Fran

— Creo que... Ella usará mi cama y yo armaré una en el suelo —Respondí

— Jaja.... Está bien, nosotros nos vamos yendo ya, se hace tarde

— Vale, hasta luego

— Hasta luego —Y así ambos abandonaron mi hogar

Tras cerrar la puerta volví a la sala donde encontré a Alba dormida en el sofá, algo malo para mí, quien no poseía la capacidad de levantar peso considerable. Me detuve un segundo a pensar que hacer

/ Intenta levantarla
[ ¿Hablas en serio? 
/ Siempre lo hago. Hazlo
[ Per--
/ Hazlo

Suspiré en resignación y me acerqué a ella, con cuidado elevé levemente su torso para colocar mi brazo izquierdo en la parte alta de su espalda, cerrando mi mano en torno a su hombro, luego la derecha la llevé por debajo de sus rodillas, sujetándola en la misma. Tomé aire y apliqué fuerza

/ ¿Ves?

Para mi sorpresa fui capaz de elevarla, sin mucho esfuerzo, sin sentir sufrir de sobremanera mis brazos

/ Deberías confiar más es mí

Estaba algo perplejo, pero no podía quedarme allí media hora pensando en lo acababa de pasar, así que la acomodé un poco y empecé a caminar a mi habitación, donde, al llegar, la dejé sobre la cama para luego cubrirla con las sábanas y proceder a preparar la que usaría yo

4 días después

Cerré la puerta y ella llegó frente a mí

— Bienvenido, Nyamo —Dijo ella con una sonrisa a la cual respondí de la misma forma acariciando su cabeza, algo que se me había hecho costumbre

— Vamos, iré a preparar el almuerzo, debes tener hambre

— ¡Si! —Su alegría y energía era algo que me fascinaba, daba igual si algo malo sucedía, ella no perdía esa positividad que siempre mostraba

Han pasado 4 días desde que ella apareció, aprendió nuestro idioma, pero aún se le escapaba uno que otro Nya al hablar, aún así, me sorprendió lo rápido que llegó a aprender lo suficiente como para poder entablar y mantener una conversación. Sentía que sentimientos hacia ella empezaban a surgir en mí, ¿amor?, ¿familia?, en ese momento creía que eran sentimientos de querer protegerla, como si fuera la hermana que no tuve... Aunque... Estaba equivocado, pero no lo sabía

Luego de preparar el almuerzo ambos nos sentamos a comer, aunque yo me quedé mirandola, ella siempre llamaba mi atención sin razón aparente, como si se tratara de aquella cosa que siempre me ha picado la curiosidad. Al terminar, como yo acostumbraba, pedí gracias por la comida a nadie, o tal vez a mí mismo, y ella lo hizo también, luego tomé los platos y vasos usados para llevarlos al fregadero

— ¿Ya te bañaste? —Le pregunté mientras abría el agua

— No quiero hacerlo —Respondió ella

— Debes hacerlo

— Pero...

La primera vez que ella tomó un baño fue el día anterior al anterior a ese, Ana vino, sola, y me preguntó por ello, me dijo que ellas también debían tomar baños, pero que no constantes debido a que afectaban su salud, ¿razón?, ni idea, dijo que haciendo de forma "Un día sí y un día no" estaría bien. Ese día Alba también se negó así que Ana tuvo que entrar con ella, por suerte para mí Ana trajo ropa que ya no usaba, pero habría que comprar más... Sin embargo, en ese momento lo que más temía era tener que entrar con ella, a fin de cuentas, somos chico y chica

Estaba a punto de hablar cuando escuché una voz desconocida

— No tiene caso intentarlo —Era una voz femenina que al instante reconocí. Dejé lo que estaba haciendo y volteé en la dirección de la voz, junto a Alba, allí estaba ella...

La bruja...

Puedo ser pervertido, pero mi subconsciente no me permitía serlo con Alba... Nunca me lo permitió

Mi Vida Junto a... ¿Un Gato?  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora