Capítulo 11

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Luego de que Alba se marchó fui consciente de lo que había pasado y me sentí culpable, salí de la casa buscándola, ella seguía allí, pero cuando llamé su nombre empezó a correr, y yo detrás de ella, llamé su nombre pero no se detuvo, tampoco volteó, sólo siguió corriendo hasta que la perdí de vista

Al día siguiente recibí un mensaje de un número que no recordaba haber guardado bajo el nombre de [Ana], el mensaje decía lo siguiente: |Alba está bien|, sólo decía eso, pero fue suficiente para darme algo de esperanza de que no le hubiera pasado nada. Me pareció raro el haber tenido ese número, pero pronto recordé que Ana había tomado mi celular en un momento mientras hablaba con Fran

/ ¿Que harás?
[ Alba debe estar con Ana, iré a ver a Fran
/ En este momento odio ser parte de ti
[ Yo también me odio, tranquilo...
/ Más te vale arreglar todo... Incluso lo de Gya
[ Pero ella--

Me tragué mis pensamientos y recordé algo que siempre me decía mi madre: "Edward, siempre ten la esperanza primero... Se suponía que yo moriría el mes pasado, pero nunca perdí la esperanza de vivir más, incluso sabiendo y asumiendo la tasa de mortalidad de ésta enfermedad, y mira, aquí estoy, pudiendo hablar contigo"

Salí de casa con esas palabras en mi cabeza, deshaciéndome de esos pensamientos que me hacían creer que Gya ya no estaría con vida y tomé rumbo a casa de Fran. En dado momento del camino pude escuchar a alguien decir mi nombre, reconociendo esa voz, y, tras girar en dirección a ella, reconocer su rostro corrí a abrazarla sin dudar

— ¡Gya!

Recuerdo haber gritado al verla... Ese momento me hizo darme cuenta que la esperanza siempre debe ser lo último que se pierda, y con ello me refiero a que nunca debe perderse

Ese día ella estaba en mal estado, su rostro mostraba haber sido golpeado y su ropa estaba sucia y un poco rota. Al llegar a casa fuimos al baño y le pedí que se quitara la ropa, cuando lo hizo vi en su cuerpo heridas de distintos tipos

— Debemos llevarte al hospital

— No, no podemos... Casi nadie sabe sobre nosotras y hay gente que no dudaría en dañarnos para descubrir que somos. No es muy grave, tranquilo

Su voz, suave y tranquilizadora, me transmitió el mismo sentimiento, así que hice caso a sus palabras y, tras ayudarla a bañarse, busqué un botiquín que había comprado por si algo sucedía y atendí sus heridas siguiendo los conocimientos que había adquirido en el instituto y gracias a mi madre que era médica y se había encargado de cosas similares. Ella se notaba bien, pero no podía evitar sentir preocupación... Así que pregunté

— ¿Que te pasó?

Ella pareció no querer responder, así que no insistí, pero al final lo dijo

— Fue mi anterior dueño... La Maga te dijo que él me había abandonado, pero no fue así. Él era alguien que le gustaba hacer daño a otras personas, y saber que me tenía a su total disposición fue lo que activó ese sentimiento. Ellas me liberaron de él al darse cuenta lo que me hacía y decidieron buscar a otra persona, pero tras ese incidente empezaron a investigar más a fondo a cada uno de los seleccionados... Como no habían encontrado a nadie aún decidieron dejarme a tu cuidado 

Luego ella preguntó sobre Alba, y la experiencia anterior apareció en mis recuerdos antes de tomar la decisión de decirle o no. Lo hice y ella me regañó, por haber pensado lo peor y haberle transmitido ese pensamiento a Alba

— Debes buscarla

— Si, pero... ¿Estarás bien?

— Lo estaré una vez que vuelvas junto a ella

Así fue como Gya me convenció de dejarla y salir a buscar a Alba en casa de Fran, a quien le había preguntado de antemano si ella estaba allí o no, pero no quiso responderme

/ Está allí
[ Confiaré
/ Sabes que debes hacerlo... Vamos, hay que dar fin a esta parte

Mi Vida Junto a... ¿Un Gato?  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora