Mi Vida Junto a... ¿Un Gato?

Capítulo 9

Esa noticia fue dura para mi, pero con ayuda de Alba y Gya pude olvidarlo... Ahora que lo pienso, podría considerarlas a ambas mis salvadoras. Sin ellas seguramente la muerte de mi madre hubiera sido un recuerdo que nunca se iría y que me afectaría hasta el momento de mi muerte. Gracias a que ellas estaban allí fue que pude aceptar mi situación y alejar ese pensamiento, aceptar que ellas dependían de mi, que tenía responsabilidades más allá de simplemente cumplir con mi propósito de estudios... Aceptar que si eso me afectaba también las afectaría a ellas

Una semana después de eso decidí ir a comprar ya que la comida empezaba a acabarse, Gya decidió acompañarme. El camino fue tranquilo y divertido gracias a que ella buscaba cualquier cosa de la que hablar, a mí lejos de parecerme molesto me agradaba. Cuando llegamos, para mi mala suerte, el lugar estaba lleno, después de todo era el único sitio donde comprar comida cercano y todos los demás estaban un poco alejados si decides ir caminando

— Gya, espera aquí, volveré en un momento

Ella asintió y se sentó en una banca justo al frente del local

/ ¿Seguro que es buena idea?, Sé que no le gusta estar rodeada de muchas personas pero...
[ Dudo que algo pase. Además, hay personas pasando a cada rato por aquí enfrente, no creo que alguien se exponga en una situación así
/ Nunca se sabe lo que puede pasar... ¿Recuerdas que te dije que debes confiar en mí?
[ Lo recuerdo...

Aunque mi pensamiento fuera diferente, esa voz había acertado muchas veces en el pasado, por lo que decidí confiar y le dije a Gya que mejor íbamos al día siguiente, a fin de cuentas no era realmente necesario apresurarse a comprar

En el camino de regreso ambos hablábamos sobre temas triviales, cuando sentí algo que tocó mi pierna seguido de una caída, y después de eso escuchar como Gya gritó mi nombre. Cuando el dolor aminoró y me levanté ella ya no estaba por ningún lado... Entonces la preocupación me invadió y los pensamientos también...

Ese día busqué a Gya hasta que anocheció, pero no pude encontrarla. Esa noche llegué a casa solo, me había tardado tanto que encontré a Alba durmiendo en el sofá y su estómago rugiendo de vez en cuando. Lo agradecí, ya que no quería hablar con nadie... Le preparé algo y se lo dejé en la mesa frente al sofá, luego fui a mi habitación y me encerré en ella hasta el día siguiente donde volví a buscarla sin éxito...