C22: La broma

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KENNEDY.-

Me gustan esos segundos cuando despiertas y no sabes quien eres ni los problemas que te rodean. No sabes si eres feliz o estas sufriendo. No sabes lo que perdiste ni lo que ganaste. Simplemente estas y ya.

Aunque son escasos segundos, es el único momento donde puedo ausentarme de mi realidad pero al abrir mis ojos con pesadez puedo darme cuenta que ese momento había acabado, que mis cinco sentidos habían vuelto a funcionar y que estaba nuevamente en mi habitación.

"¡Hey!" mis ojos van a la chica pálida, le devuelvo la sonrisa "¡Al fin despiertas! nos tenias preocupados" 

"¿Carly?" susurro con voz  ronca.

"La misma" trate de enderezarme pero una oleada de dolor me recorre la cabeza "No te levantes, por lo que supe el golpe fue muy brusco"
Toco mi cabeza y noto tener un vendaje alrededor de esta. Otro dolor me llama a inclinarme y destapar mi pie de las sabanas. Una avalancha de recuerdos van directo a mi mente como fotos, desde la sonrisa cínica de Chloe hasta el momento que me desmaye golpeando mi cabeza. Siempre tuve el temor de que hubiera pasado si ella nunca se presentara en mi mesa con sus trenzas y sonrisa confiada, siempre estuvo el pensamiento que sin ella no seria quien soy ahora, de que me cambiara. Un vez le pregunte si no prefería estar con chicas más extrovertidas y arrebatadas que yo, me respondió: Yo te necesito para poner los pies en la tierra y tu a mi para elevarlos un poco. No sobrevivimos sin una a la otra, nos complementamos ¿me entiendes Kenny?.

Aunque esas palabras fueran trilladas para algunos, para mi fue suficiente para confiar plenamente en ella. Y aun así cuando pensaba que fue un gran error de alguna manera esperaba que todo fuera un mal sueño, uno donde Chloe era una falsa imagen que solo utilizaba a su conveniencia. Mi mejor amiga de casi siete años, una completa mentira.

La decepción baja por mi pecho y un sentimiento de alivio llega, mi pie aún dolía pero a comparación de anoche el dolor era casi agradable, estaba menos hinchado y con un tono morado desde el tobillo hasta mi dedo pequeño.

"¿Estas bien?" su mano va a mi hombro y asiento con una mueca.

La puerta se abre dejando entrar un barullo de reclamos junto con un ceño fruncido y una sonrisa socarrona aparecen en mi vista. 

"¿Por que eres tan temperamental?"

"Tu has dormido, yo no he pegado el ojo, con suerte pude prepararle el desayuno"

"Le gustará" afirma Mateo golpeándolo en el codo.

"Si no le gusta te cortaré las..."

"¡Chad!" lo regaño ladeando la cabeza.

"¡Despertó!"

Camina hacia mi a paso acelerado dejando la bandeja a cargo de Mateo que mantenía su sonrisa.

"Nos tenias muy preocupados preciosa"

Un rojo intenso se apodera de mi cara y desvío su mirada avergonzada.

"Si preciosa"

Sin duda quien gozaba incomodando a la gente era...

"Mateo" dice irritado Chad.

"¡Hey! recuerda que tu competencia es Key, no yo"

Juego con mis dedos viniendo a mi mente lo ocurrido con Key. Mateo se remueve en su lugar notando el ambiente tenso.

"Mas bien... Yo seria la competencia de Kennedy" le sonrío agradeciendo alivianar el ambiente. Tomo los puños de Chad entre mis manos esperando que se relaje. 

Amar o Ganar ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora