C9: Enfermeria

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"¿Como sucedió?"

"Solo se desvaneció. No se que mas decir"

"Entiendo"

Escuche una puerta cerrarse y ese simple sonido hizo que mi cabeza doliera a horrores. Abrí mis ojos y capte unos ojos verdes observándome preocupados.

"Hola, bella durmiente" me enderece apoyándome en la pared

"¿Donde estoy?"

"En la enfermería" dijo con un tono obvio.

"Si había una enfermería después de todo..." susurré para mi.

"Veo que la bella durmiente despertó" una señora con delantal blanco se adentro a la pequeña sala. Supuse que era la enfermera.

Asiento aun con el dolor de cabeza.

"¿Como has comido estos días, Kennedy?"

Muerdo mis labios y observe a Chad que esperaba mi respuesta con los brazos cruzados.

"Bien..."

"¿Segura?" preguntó con firmeza "Si no me respondes con sinceridad no podre ayudarte... Y tendré que llamar a tus padres"

"¡NO!" ambos me observaron intrigantes y cierro mis ojos "Últimamente no he comido bien" suspire.

"Bien, Kennedy" se sentó a mi lado e iluminó mis ojos con una pequeña linterna "Si no comes como corresponde, te estarás desmayando seguido. Y no queremos eso ¿Verdad?" esta mira Chad y luego a mi "También debes alejarte de lo malos momentos" me senté en la camilla columpiando mis piernas.

"Y tu, como su novio deberás cuidarla" mis ojos se abrieron en par.

"El no..."

"Tranquila. Yo me encargare personalmente de que coma bien. No volverá a verla mas por aquí" dijo con seriedad

"Bien, me alegra escuchar eso. Esperó no volver a verte por aquí, Kennedy"

En cuanto la enfermera se retiró fulmine con la mirada a Chad, pero este se enfoco en ignorarme.

Gruñó y me baje de la camilla algo incómoda. En cuanto mis pies tocaron el suelo mi cabeza dio vueltas. Me apoye nuevamente de la camilla cerrando los ojos con brusquedad.

"¿Estas bien?"

"Si..." no, no lo estaba.

"Ven, te ayudaré"

Mi uñas se aferraron a los hombros de Chad en cuanto este me tomo en brazos.

"¿Se puede saber que haces?" pregunte ceñuda

"Esta claro que no puedes caminar. Hasta en mi brazos te sientes mareada" abrí mis ojos y me quede callada confirmando lo que había dicho.

"Ahora resulta que no puedo caminar por mi misma"

"Eso pasa cuando no comes bien" llegamos a la puerta y gire la perilla por Chad.

Me sentía incomoda pasando por los pasillos en brazos de un chico. Las miradas estaban directamente en nosotros y a Chad parecía no importarle.

"Ahora... ¿Me puedes decir por que no has comido debidamente?"

"No tengo apetito"

"Bien, ahora comerás"

"No tengo apetito" repetí.

"No te lo pregunte" dijo algo enfadado.

A pesar de que sus ojos se volvieron de un tono oscuro no logró intimidarme, incluso lo mire igual o peor.

Amar o Ganar ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora