II. VIII

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Habían pasado días desde aquel beso en las mazmorras. Días desde que Myungsoo había hablado con Sungyeol. Días desde que había confesado tener sentimientos por él. Había confesado que Sungyeol lo volvía loco, pero cuando el joven quiso responderle lo había silenciado con un pequeño beso en los labios. Luego había tomado su mano de nuevo y lo había llevado a la entrada de su sala común, donde lo había besado otra vez antes de despedirse. Días desde la noche en que yacío despierto recordando el beso una y otra vez y debatiendo lo que debería hacer una vez que tuviera a Sungyeol en frente.

Aún no había llegado a una conclusión cuanto fue a desayunar el día siguiente. De modo que había evitado a Sungyeol, que parecía hacer lo mismo. Pensó que Sungyeol cumpliría con su promesa de mantener su distancia, y eso era bueno. A pesar de que le doliera, él también debería hacerlo. Era lo mejor.

Era solo que jamás veía a Sungyeol durante las comidas. Muchas veces se perdían entre sí ya que uno de ellos iba al principio y el otro al final de las horas de comida. Después de tres días, Myungsoo había adquirido el hábito de llegar tan pronto como estas comenzaban y sólo se iba cuando terminaban, para ver a Sungyeol.

La razón por la que no lo veía entre las comidas era porque Sungyeol no participa en las actividades de Myungsoo y los demas estudiantes. Estaba bien, Myungsoo entendía, pero lo extrañaba.

Myungsoo descubrió luego que Sungyeol pasaba su tiempo en la biblioteca, trabajando en cosas para sus clases.

Ahora que Myungsoo tenía las tardes libres ( porque estas ya no estaban ocupadas por Sungyeol) trabajaba en todos los ensayos que le faltaba corregir. También pasó más tiempo con Dongwoo, tan pronto había terminado con todo relacionado a Defensa Contra Las artes oscuras.

Él cumplió su promesa de mantenerse alejado de su alumno. Hasta la mañana del último día del año.

Entró al Gran comedor un poco tarde esa mañana, ya que (una vez más) había tenido problemas para dormir y cuando finalmente había tenido algo de descanso, se había quedado dormido tan profundamente que casi se perdió el desayuno.

Todos sus estudiantes estaban allí. Diez de ellos probablemente estarían esperándolo. El último simplemente no se había ido aún.

Todos estaban sentados juntos, incluso Sungyeol. En realidad él parecía ser el centro de atención. Junto con al menos una docena de cajas de Frijoles de todos los sabores Bertie Bott que estaban sobre la mesa frente a él.

Nadie vio a Myungsoo entrar, por lo que decidió observar a sus estudiantes durante algún tiempo. Ellos vaciaban una de las cajas sobre la mesa, uno tras otro elegía un frijol y se lo comía. Algunas de las expresiones que hacían cuando tomaban uno de los muchos granos repugnantes, eran muy graciosas, hacían que todos rieran.

Observó con entusiasmo cuando fue el turno de Sungyeol.

Sungyeol escrutó los granos antes de coger uno y ponerlo cuidadosamente en su boca. Mientras lo hacía, Myungsoo sintió su rostro enrojecer, había recordado la sensación de los labios de Sungyeol presionando contra los suyos.

Sacudió la cabeza para librarse de la imagen y el impulso de marchar hacia el objeto de su deseo y besar a Sungyeol delante de todos.

Cuando volvió a mirar a Sungyeol este arrugaba la nariz por el sabor desagradable del grano. Se veía tan adorable que la bestia dentro de Myungsoo, que quería tenerlo lo más cerca posible (y había estado de muy mal humor desde Navidad) ronroneó ante la vista.

"¡Uf! Tan desagradable, no quiero ni saber lo que se supone que es" exclamó Sungyeol tan alto que incluso Myungsoo lo escuchó. Los demas rieron al oírlo. Sungyeol también lo hizo.

Teach Me (Magic) Love     (Traducción)Where stories live. Discover now