III. V

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Era la primera semana de marzo y la aventura que Sungyeol tenía con Myungsoo había estado sucediendo durante unas tres semanas. Se reunían casi a diario. Sungyeol lo disfrutaba. Era emocionante. El hacerlo a escondidas, tratando de no ser descubiertos, robando algo de tiempo entre clases, antes o después de las comidas, hacía que todo fuera aún más emocionante. El sexo por sí solo era bastante sorprendente. Sin embargo, estos elementos eran como el toque especial, al que Sungyeol se encontró adicto.

Sin embargo, era sólo sexo . Al menos para él. Nunca pasó la noche en la habitación del maestro. Nunca se quedó en absoluto. Era reunirse por unas horas, tener una pequeña sesión y luego irse. Veía el dolor en los ojos de Myungsoo cada vez que salía de sus aposentos y esto por alguna razón hería a Sungyeol.

Tal vez esa era la razón por la que le daba a Myungsoo todo lo que quería. Besos de saludo y despedida. Demonios, a veces incluso se quedaba sólo un poco más para que pudieran acurrucarse. Algo que las parejas usualmente hacían, aparte de tomarse las manos y esas cosas, que seguramente no haría.

Siempre encontraba alguna excusa para irse y rezaba para que Myungsoo le creyera. Sería un desastre si Myungsoo descubriera que Sungyeol sólo lo usaba para su propio placer. Sería el final. No quería eso. Quería mantener su pequeña aventura.

Sin embargo, Sungyeol pudo notar que Myungsoo quería más. No sólo el sexo. Era más que evidente que lo disfrutaba y participaba en esto de buena gana. La mayoría de veces ni siquiera lo iniciaba. Pero en sus ojos se notaba el deseo de estar más cerca de Sungyeol. No físicamente, sino emocionalmente. Los fines de semana, cuando pasaban la mayor parte de su tiempo en la cama de Myungsoo, hablaba de todo lo que tenía en mente con la esperanza de convencer a Sungyeol de que dijera algunas cosas sobre él. No tuvo éxito la mayor parte del tiempo.

Así habían sido las cosas al principio. Por la primera semana y media. Y entonces las cosas cambiaron lentamente. Al principio se quedaba a acurrucarse con Myungsoo para mantenerlo contento y luego lo hizo porque lo disfrutaba. Sin embargo siempre se iba del lugar, aunque al final siempre lo hacía casi a la hora del toque de queda. Descubrió que disfrutaba oír las tontas historias de Myungsoo.

Era domingo. Sungyeol no se había reunido con Myungsoo el día anterior, a excepción de su clase de Defensa Contra las Artes Oscuras. Pero esta no contaba. Myungsoo había estado ocupado con algo y Sungyeol había estado bien con esto al principio. No necesitaba verlo todos los días. Él no necesita tener sexo todos los días. Así que pasó algo de tiempo de calidad con sus amigos, que por supuesto se habían dado cuenta de que Sungyeol tendía a desaparecer mucho, pero habían tenido la amabilidad de no hablar sobre ello.

Al principio había estado bien y disfrutaba de ese tiempo. Pero entonces su estado de ánimo comenzó a caer y comenzó a deprimirse, causando que sus amigos intercambiaran miradas sospechosas. A Sungyeol no le importó. Se preguntaba qué era lo que Myungsoo tenía en mente. Algo que lo hizo enojar ¿Por qué se preocupaba? No era como si ellos tuvieran una relación. Myungsoo podía hacer lo que quisiera y esto no era el asunto de Sungyeol.

Se fue a la cama temprano, pero el sueño no llegó hasta muy temprano por la mañana, lo que causó que estuviera de mal humor cuando volvió a despertarse.

La perspectiva de este día no era prometedora. Era día de un partido de Quidditch. Normalmente, - a pesar de que Slytherin no estuviera jugando- estaría muy animado. Este día sin embargo era diferente. Quidditch significaba que no pasaría tiempo a solas con Myungsoo de nuevo, ya que este partido era bastante importante para ambos.

Por eso, cuando se encontraba a la espera de Myungsoo al pie de las gradas, Sungyeol no sabía qué pensar sobre ello. Había estado bromeando con Sarah y Sungkyu por un momento hasta que ellos comenzaron a discutir sobre quién ganaría, Gryffindor o Ravenclaw. No quería involucrarse en la discusión. Tampoco quería interrumpir a Hoya y Katie. Quienes tenían el silencioso acuerdo de no hablar del tema, ya que ambos sabían que Hoya definitivamente no apoyaría a Gryffindor. Por dos razones. Primero: Gryffindor era el mayor rival de Slytherin por la Copa de Quidditch esta temporada y generalmente su archienemigo. Segundo: Woohyun Nam estaba en el equipo. Su aversión por ese chico crecía constantemente ya que Nam molestaba a Katie casi todos los días. Otra de las razón por las que su grupo prefería sentarse en la mesa de Slytherin. Esta también era su manera de evitar que Hoya volviera a golpear al molesto chico de Gryffindor.

Teach Me (Magic) Love     (Traducción)Where stories live. Discover now