Mi cabeza daba vueltas, mis músculos se sentían pesados y creo que iba a vomitar. Esa mañana lo único que había podido comer era fruta y té, si algo más pasaba por mi garganta no duraría mucho en mi estómago.
—Buenos días Charly —la voz de Michael era como un taladro en mis oídos.
—No tienes que gritar, buenos días.
La cafetería estaba casi vacía los domingos por la mañana, algunos de los estudiantes se iban a casa el fin de semana, justo como Mila.
—Alguien tiene resaca...
—Nada de eso, anoche no pude dormir muy bien, es todo.
Después de lo que había pasado con Luke me costó trabajo dormir, me había duchado dos veces y seguía sintiéndome sucia. Pese a que nada había pasado realmente era como si hubiéramos hecho de todo.
—¿Qué le pasó a tu labio?
—Tuve una pesadilla y me mordí cuando me desperté de golpe. —no era mentira, anoche realmente había sido una pesadilla.
Michael me contaba sobre la chica que había conocido la noche anterior, se habían topado fuera de la biblioteca y sin saber cómo habían terminado cenando juntos en el café que está cerca de la escuela. Se quedaron platicando durante horas y finalmente se fueron cuando el restaurante cerró, después de eso se quedaron hablando en la fuente de la escuela, terminaron su charla a la media noche. Pensar que mientras ellos tenían una linda primera cita yo estaba siendo sometida por Luke. Mi vida era maravillosa, sin duda...
—Buenos días, Amanda. Hola... Tú.
—Hola, Luke. Soy Michael, estoy contigo en la clase de química...
—Seguro..., Amanda, dile que se vaya.
Miré a Luke extrañada y después pasé mi vista a Michael, él parecía no entender nada, como yo. Luke insistió una vez más, sería mejor que mi amigo se fuera antes de que me pidiera hacer otra cosa frente a Mike.
—Michael, ¿podrías dejarnos solos? —dije. Él no parecía estar seguro de obedecer. — Por favor...
—De acuerdo —respondió—. Si necesitas algo solo llámame.
Se puso de pie y se marchó, en cuanto Luke lo vio salir de la cafetería tomó su lugar y me sonrió con malicia.
—Muy bien Amanda. Tengo hambre, cómprame el especial del día.
Me puse de pie y esperé a que me diera dinero, él sólo se rió y dijo que el almuerzo iría por mi cuenta. Estaba cansada de discutir y sólo hice lo que pidió.
Luke comía con mucho cuidado, ya había almorzado con él antes y sabía que en esta ocasión lo hacía así para irritarme. A ratos me guiñaba un ojo y me hacía sentir como una cualquiera, como una de sus tantas muñecas, esas que tiene al rededor del campus.—Escucha Amanda, las personas comenzarán a llegar en minutos y necesito que hagas esto: Cada vez que una chica se me acerque quiero que hagas que se vaya.
—¿Cómo se supone que haga eso?
—Ingéniatelas —se acercó a mi rostro y enseguida susurró: —. Si no lo haces el juego de anoche se repetirá y el castigo será peor.
Pasó su pulgar por la cicatriz que había dejado en mi labio, presionó contra ella e hizo que una punzada de dolor apareciera. Verlo sonreír como lo hacía me provocaba náuseas, ¿cómo podía estar tan tranquilo luego de lo de anoche?
Justo como él lo dijo, conforme pasaban los minutos las chicas se iban acercando, algunas sólo lo miraban despistadamente y seguían su camino mientas que otras se detenían a hablarle, era ahí cuando yo tenía que actuar: Ya fuera tomando su mano o diciéndole a las chicas que él ya estaba ocupado, hacía que se fueran.
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Tenis... ¿jugamos? » l.h
Fanfic-Te reto, si yo gano tendrás que ponerte ese vestido... -Acepto...