01

1K 64 5
                                    

Habían pasado ¿6 días? de que habíamos llegado a Alexandria, todos estaban acoplandose a esta nueva vida, aquí había ropa limpia, agua, luz, comida, gente buena.

Enid, ella es dulce, pero tiene algo qué me da miedo, aún no descubro qué, es tan efusiva. Es esa perfección que esta fuera del alcance de la humanidad, excepto de Ron, el la tiene en sus manos, y dios mio nos se cómo eso me puede enfadar tanto.

[...]

Estaba caminando por las calles de Alexandria, estaba de paseó por toda la comunidad, al llegar a la parte tracera de esta, vi a una Enid sigilosa que trepaba por los muro de la comunidad.

No supe que hacer, así que decidí seguirla, nunca se me había dado bien escalar, pero lo intente y lo logré.

―¡E-enid! ― logre gritar tartamudeando.

―Grimes, ¿que haces aquí? ― dijo con la respiración un tanto agitada.

―Lo mismo te pregunto.

Ella simplemente me ignoro y siguió caminando.

―Ven, Carl. ― dijo mientras se sentaba en un tronco qué estaba colocado de manera horizontal en el suelo humedo.

Asentí.

―¿Porqué me haz seguido? ― pregunto.

―Por la misma razón por la cuál tú haz escapado. ―

―Tú no sabes porqué he escapado. ― dijo en un murmuró apenas audible. ― Tú no sabes que hago y que no. ―

»Y tú no tienes idea de cómo me gustaría saber.«

Gruñidos. Se escucharon gruñidos. Eran caminantes.

―Ven. ― le susurre.

Ella me hizo caso, caminamos un poco, la horda de caminates era demasiado grande cómo para poder con ella nosotros 2. Encontramos un arbol, uno con tronco hueco.

Entré en el, ella me imitó.

Él espacio era muy reducido, nuestros cuerpos estaban juntos, solo había unos milímetros que separaban sus labios de los míos.

Ella sostenia un cuchillo con su mano derecha, nuestras manos se rozaron cuando ella quizo darme el cuchillo.

―Me das miedo. ― dijo en un tono de voz apenas audible.

»Tenme miedo, yo te tengo miedo.«

Los caminantes pasaron, ahora volviamos a ser ella y yo, sólos en el bosque.

Nos sentamos en el suelo, casi era de noche.

― Deberiamos volver. ― dije.

― No, no aún. ― dijo ella.

Se acosto en el piso, su cabello castaño se expandió por este.

―Acuestate. ― ordeno ella.

Y fui débil, en tan sólo unos segundos yo ya estaba en el suelo a su lado. Coloqué mis manos a los lados de mi cuerpo, ella estiro un poco mas su mano, lo suficiente para que rozara con la mía.

―Deberiamos volver, Enid. ― repetí.

―Aún no, Carl.

Ella posó su mano sobre la mía, y entrelazo sus dedos con los míos, sus dedos eran largos, no más que los míos, pero lo eran. Su piel suave y fría.

―Enid. ― dije, es que mierda amo decir su nombre.

―Carl. ― dijo ella mientras sonreía y miraba al cielo. ―¿Te han dicho que tus ojos tienen una enorme similitud con el cielo?, son tan azules. ―

»Eres poesía, poesía de la que nunca me podre atrever a recitar«

―Me lo han dicho, pero nunca en la forma en la qué me lo haz dicho tú. ―

―Carl, es que Ron... tengo algo con el, no se qué, pero me dan ganas de terminar ese algo con él, y empezar ese algo... contigo.

Sus palabras me dejaron atónito.

―Pero Ron, el te quiere, y no tengo idea de cuanto ni como, pero lo hace. No se si sea bue... ―

―Shh, yo se lo que quiero. ― susurro a mí oído, esta acción tuvo como consecuencia que un escalofrío recorriera toda mi columna vertebral, vertebra por vertebra.

―Debemos de irnos. ― dijo ella.

Asentí. Nos levantamos y hechamos a andar.

Llegamos a Alexadria, ya estabamos dentro.

―¿Te puedo ver atrás en 20 minutos? ― pregunto.

Asentí.

Ella hecho a correr.

[...]

20 minutos después, yo ya estaba ahí.

Vi su silueta acercarse, iba corriendo.

―Lo acabó de hacer. ― dijo ella con un hilo de voz.

―¿Que? ―  pregunte algo confundido.

―Acabo de termiar ese algo con Ron. Quiero empezar ese algo contigo, Carl Grimes.

»Maggie, es ahora cuando deberias estar aquí para decirme que mierdas hacer, porqué acabo de perder la cordura.«

...

Espero que le haya gustado, un poco cliché, pero con amor.

[25.04.17] Estaba editando este capítulo y me di cuenta de los cursi que es.

-riggsxnacon; majo.

RIP My Youth. » Carl Grimes y Enid.«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora