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Carl;

Y ahí estaba ella, sentada al pie de la puerta de su casa con esa coleta mal hecha de la cual se escapaban algunos pequeños mechones de cabello. Se veía tan linda.

Me acerqué y me senté a su lado.

—Hola. — dije llamando su atención.

—Carl. — Te quiero.

» Sus palabras me llenaron el alma.«

— Y yo a ti. —

Ella recargo su cabeza en mi hombro.

—Un mal día. — ella jugaba con sus dedos.

—Si. — Va a llover.

Ella sólo suspiro. La melancolía era visible en ella.

—Ven. — dije mientras me levantaba.

Me miro extraño.

—Date prisa. Ya esta lloviendo. — dije después de haber sentido unas cuantas gotas de agua en la mano.

Ella se puso de pie.

Caminabamos por Alexandria en dirección hacía mi casa. Ella iba a lado mío, viendo a la nada.

»Hazlo.«

Y lo hice, me acerqué a ella, y tome su mano, sus largos y delgados dedos se entrelazaron con los míos. Su suave piel rozó con la mía.

Ella me miro a los ojos, una pequeña sonrisa se dibujo en su cara y apenada agacho la cabeza.

Llegamos por fin a mi casa, entramos.

—Subamos. — le pedí mientras la jalaba de la mano.

Subimos juntos las escaleras, me detuve justo al llegar a la puerta de mi habitación.

Ambos nos dirigimos a la cama y nos sentamos sobre esta.

—Enid. — dije.

—¿Qué pasa? —

—No lo se, te quiero. —

—Carl. Necesito irme. —

—¿Qué? — estaba confundido.

—No puedo vivir, no así, no viendo cómo ese hombre viene y se lleva todo lo que quiere, todo lo que conseguimos es para el, para un estúpido que cree tener poder sobre nosotros, que cree que los respetamos, pero en realidad sólo le tememos, le tememos porque mato a 2 personas sin compasión, ¡La vida no puede ir así! — su cara reflejaba todas las emociones que por ella pasaron en ese momento.

— ¿Crees que no le he pensado? ¿Acaso piensas que eres la única que sufre?  —

—Sólo necesitamos matarlo, sólo eso. Carl, las esperanzas estan en nosotros, lo sabes. Rick, Daryl, Maggie no iran, no lo intentaran, quieren tener un plan, con lógica, pero el mudo no funciona así, ya no. ¡La única esperanza esta en nosotros! —

—No, no podemos. Enid, no somos la única esperanza, no todo esta tan muerto, no tanto cómo nuestra juventud. dije.

—Carl, por favor. —

—No, no puedo dejarte ir, no me quiero arriesgar a perderte. — me acerqué a ella y acaricie suavemente su mejilla. —No puedo, porqué te amo. — dije y la besé. Sus cálidos labios se juntaron con los míos en un dulce beso.

»No todo esta tan
muerto, no tanto
cómo nuestra juventud.«


...

Hola, bueno antes que nada quiero agradecerles por sus votos y comentarios positivos, porque de verdad me hacen muy feliz, ¿saben? yo inicie esta novela pensando que nunca nadie la iba a leer, cómo un proyecto "sin futuro" sólo comence a escribir y ya, y bueno hoy me doy cuenta que es una historia que les ha gustado, y que los entretengo un rato, los ayuda a salir de la realidad y no saben lo feliz que me pone, sus mensajes diciendome que tengo talento, que siga, que esta buena la novela, etc me llenan de amor y me emocionan tanto, de verdad. Gracias a las que leen y votan, a las que comentan, a las que le estan dando la oportunidad a la novela.
¡Gracias, son geniales!

—riggsxnacon; majo.

RIP My Youth. » Carl Grimes y Enid.«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora