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Había pasado exactamente dos semanas desde el primer encuentro entre Yoongi y Sunny. Él, que se había prometido millones de veces no caer en su trampa, siempre acababa abriéndole la puerta dejándole pasar. Sabía muy bien que si se dejaba llevar por la apariencia inocente de Sunny acabaría arrepintiéndose, acabaría cayendo en un pozo sin fondo del cual no podría escapar.

Pero quizás no quería escapar y es que a medida que iba conociéndole podía ver como era realmente. Más de una vez se preguntó si estaba realmente cuerda o si sufría algún trastorno de bipolaridad o masoquismo. No concordaba para nada que soltara palabras tan dulces, que su mirada fuera tan pura y que su rostro pareciera tan inocente mientras le pedía las cosas más sucias y violentas que él jamás se podría imaginar. Había comenzado a odiarla a ella y a su complejo de princesa. Se sentía horriblemente estresado.

Pero lo cierto era que ella era su adicción y al final del día, pasara lo que pasara, acabaría abriéndole la puerta y dejándole pasar. Porque se había vuelto adicto a ella, a su cuerpo y a sus sonrisas y que, por muy enfermo que ella le hiciera sentir, siempre estaría dispuesto a colocar una mano bajo su falda y otra apretando su garganta.

Durante esas dos semanas la joven se sentía más feliz que nunca porque de alguna manera acababa quitándose todo el estrés de encima acostándose con Yoongi y, como todo en esta vida, cada acto tiene su consecuencia. Había dejado de asistir a sus charlas obligatorias con el señor Kim, cosa que a él los primeros días no le molesto pero al ir pasando los días acabó por enojarle.

Así que ahí estaba ella, siendo arrastrada por su hermano al psicólogo. Minho había pedido un permiso especial y únicamente para acompañarla y ver con sus propios ojos como no faltaba más a otra consulta.

El señor Kim, sin ser su intención, se encontraba terriblemente enojado con ella.

¿Por qué estaba tan feliz?

¿Cuál era su excusa para faltar a sus sesiones cuando nunca antes lo había hecho?

Y lo más importante de todo, ¿qué mierda eran esas marcas en el cuello que ella intentaba ocultar con sus jerséis de cuello alto?

Su cabeza se había llenado de millones de preguntas y la joven lo miraba divertida sin contestar claramente a ninguna. Le desesperaba y le sacaba de sus casillas. Cabe destacar que él jamás había sido así con ningún paciente y que cabía la posibilidad de que se estaba llegando a encariñar o quizás obsesionar demasiado por aquella pequeña de ojos oscuros.

En el fondo él quería que ella fuera feliz, pero, aparte de que sabía que nada bueno había detrás de esa felicidad, tenía miedo de perderla. Porque si ella mostraba su felicidad, su hermano y más personas la verían sana y ella dejaría de necesitar ir al psicólogo, dejaría de necesitarle a él.

No era su intención enojarse con ella, tampoco lo era el ser egoísta. Sabía muy bien que sus acciones estaban mal, pero no las podía controlar. Quizás estaba celoso porque, aunque ella no había comentado nada, sabía que había un personaje peculiar escondido detrás de tanta felicidad. Lo peor de todo es que ese personaje peculiar no era él.

Al acabar de hablar mandó pasar a Minho para supuestamente comentar como iban los avances con su hermana. Pero en el fondo escondía unas intenciones diferentes.

Minho sonrió despidiéndose de la recepcionista y la secretaria del lugar antes de entrar al despacho del señor Kim. Song Minho era realmente apuesto y el señor Kim podía ver que el gen de la belleza corría por la familia. Cada vez que él acompañaba o iba a recoger a su hermana, todas las chicas que podían haber por ahí, se volvían locas por él y su sonrisa radiante.

Pero desde lejos se notaba que él era un chico centrado en cumplir sus metas y sacar a su familia adelante, porque sólo le tenía a ella y ella sólo le tenía a él. Aunque había tenido más de alguna que otra chica en su cama, no se distraía con tales lujos. Haría lo que hiciera falta por proteger a su hermana pequeña.

[...]

El mayor se colocó bien la montura de sus lentes subiéndolo con el dedo índice por el puente de su nariz. Intentaba expresar cada palabra lo más fácil posible para que el joven Minho pudiera entenderlo.

-Como estaba diciendo, creo que su hermana necesita mucha, pero que mucha ayuda-repitió de nuevo recalcando la palabra ayuda-, podría decir que he notado cambios en su actitud y que la cosa va a peor. Sunny esta empeorando-mintió.

Minho asintió agachando la mirada y sintiendo un fuerte peso en su espalda. Sólo quería ver a su hermana siendo feliz, pero las cosas siempre se acababan complicando para los dos. El joven sentía como todo ello era culpa suya, de niños, cuando su padre no hacía más que emborracharse y dar golpes a todo lo que se movía, el tuvo la oportunidad de llamar a sus tíos y dejar que Sunny se fuera a vivir con ellos. Pero jamás lo hizo porque sin ella él no era nada, porque después de acabar con millones de hematomas y sangre por todo el cuerpo, ella era la única que venía a abrazarlo y curarlo.

-Mi pregunta es, ¿tiene ya usted un diagnóstico sobre Sunny?-preguntó.-¿Podría decirme que es lo que le pasa a mi hermana?

El señor Kim frunció el ceño mientras se pasaba la mano por la barbilla pensando bien qué contestar-Verá-dijo una vez tuvo claro como responder-, el caso de su hermana es muy particular. Yo mismo me ofrecí a llevar el caso tras las primeras sesiones que tuve con ella. Usted la trajo porque quería que ella olvidara ciertos traumas del pasado y porque a veces la veía muy estresada, pero la situación es más complicada-explicó recostando su espalda en el gran sillón de su despacho.

-¿Qué quiere decir con "complicada"?

-Lo que quiero decir es, señor Song, que cabe la posibilidad de que su hermana sufra un grave trastorno mental.

La boca de Minho se abrió haciendo que su mandíbula creara una perfecta "O". Lo que había soltado el señor Kim le había dejado sin habla y podría jurar que su respiración y el pulso de su corazón se detuvo varios segundos.

Sin embargo, se negó a creer lo que el señor Kim le quiso explicar y salió por la puerta enojado dejando al señor Kim con el miedo instalado en el cuerpo. Si el hermano de Sunny se enojaba a lo mejor ella dejaría de asistir al psicólogo. Intentó explicarle que tener un trastorno no era sinónimo de estar mal o estar loca, simplemente de ver y actuar diferente. Minho no le dio oportunidad ni de explicar de cuál trastorno podría tratarse. Ciego por el miedo a perder a su hermana, le agarró del brazo y sacó a su hermana de aquel lugar horrible. Su hermana no estaba loca, estaba bien, estaba cuerda. Nadie le iba a decir lo contrario.

✨✨✨
¡Muchísimas gracias por los 4k!
LAS QUIERO MUCHÍSIMO ;-;

Es tarde y me muero de sueño, no tengo mucho tiempo de escribir mis típicas despedidas largas que suelen serlo más incluso que el capitulo lol

PERO VENGO A DECIR QUE ESTOY JODIDAMENTE ENAMORADA DE BIGBANG QUE LOS AMO Y QUE OS PONGO CLMO DEBERES MIRAR SUS VÍDEOS (que top es mío y que nadie lo toque)

En fin, ¿quien es el señor Kim? Qué pesao es de verdad :v

Escribo desde el móvil desde que me quede sin pc he he si hay alguna falta disculmpen okno ya chaaao

Sandy

Selfish&Beautiful.» Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora