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actualidad

Las puertas se abrieron de par en par dejando pasar a más de diez hombres trajeados que dejaban una escena bastante peculiar para cualquiera que lo estuviera presenciando. En el centro de todos aquellos hombres, un Min Yoongi metido en un traje más caro que todo su apartamento, caminaba con la vista perdida en algún lugar, como si tuviera mucho en lo que pensar.

Gran parte de los trabajadores se quedaron boquiabiertos, aquella escena parecía sacada de algún drama. Jamás pensaron ver a alguno de esos niños ricos pasar por delante de ellos.

Kim Seokjin se quedó varios segundos observando al muchacho y preguntándose de qué lo recordaba. Rascó su nuca sin llegar a una conclusión exacta y decidió olvidarse del tema mientras se encaminaba al despacho de su mejor amigo.

Se apoyó en la puerta y sonrió mientras observó como el menor de los dos leía una y otra vez el mismo documento.

-Toc, toc-llamó como solía hacerlo.

Kim Namjoon levantó la vista del papel y cambió su cara de estresado por una sonrisa que salió sin siquiera pedirlo de sus gruesos labios. Ver a su mejor amigo le hacía feliz, le calmaba.

-Mientras tu estabas aquí, allí afuera estaban grabando un drama-dijo señalando con su dedo pulgar detrás de él. Arrastró una de las sillas que habían delante del escritorio y se sentó agotado después de haber estado parado gran parte del día.-Me pregunto qué hará un chaebol aquí.

-¿Un chaebol?-preguntó observando como su amigo jugaba con uno de los bolígrafos que había encontrado en su escritorio.

Jin simplemente asintió y siguió entreteniéndose con aquel bolígrafo, divirtiéndose y haciendo que el menor, sentado detrás de aquella mesa, sonriera embobado por el comportamiento tan infantil que a veces mostraba su amigo.

-Vayamos a por un café-pidió tiempo después volviendo a sacar a Namjoon de sus pensamientos. El señor Kim seguía concentrado en el papeleo.

Ambos, después de pasarse un buen rato discutiendo sobre si debían acabar el trabajo o no, salieron del despacho y caminaron hasta la cafetería pidiendo el mismo café horrible que siempre servían allí y al cual se habían vuelto adictos.

Jin se acercó a sus colegas cuando los vio apilados en una misma mesa conversando como si no hubiera mañana. Se apresuró con ganas de escuchar el nuevo chisme de la semana.

-¿Qué ha sucedido?

-Esta mañana ha llegado uno de esos chaebols de tercera generación a nuestro hospital-explicó uno de ellos.

Namjoon siguió a su amigo y se sentó en la mesa sin prestar mucha atención a los cotilleos de sus compañeros, aún así no podía evitar que cierta información llegara a sus oídos.

-Nunca había visto a un hombre tan apuesto, llevaba incluso un rolex en su brazo-comentó una de las doctoras.

-Dicen que su padre, el CEO de una gran corporación de las afueras de Seúl, quiere invertir en nuestro hospital-dijo el más mayor de todos bebiendo otro sorbo de aquel amargo café.-Se van a quedar con nuestro hospital, van a despedir a millones de personas. Ya veréis, yo me he visto muchos dramas.

-Aish-se quejó de repente Namjoon.-Dejad de especular sobre lo que no sabéis,-pidió al acabarse el vaso entero-sunbae, usted mismo lo ha dicho, eso pasa en los dramas. Los dramas son dramas y esto-señaló su alrededor-, es la realidad.

Una vez dejando a gran parte de sus colegas convencidos por sus sabias palabras, tanto él como Jin se encaminaron fuera de la cafetería y decidieron volver al trabajo puesto que el día aún era largo y los pacientes seguían necesitándolos.

Selfish&Beautiful.» Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora