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07°

Park Jimin le observó horrorizado, mientras que con el algodón limpiaba la herida del labio inferior de Jin.

—Es demasiado profundo como para que fuese causada por un golpe. ¿Estás seguro de que dices la verdad?— Le cuestionó.

Había sido una noche larga, después de que Kim NamJoon se presentara en uno de sus sueños, justamente cuando despertó al escuchar los fuertes toques de Jimin en la puerta principal, cuando se levanto y pasó por en frente de su gran espejo, encontrando su desastroso reflejo. Su labio inferior había tomado un volumen realmente considerable e incluso a través de la sangre seca que rodeaba la herida podía ver el color violeta de su labio. 

Había estado seguro de que había sido sólo un gran sueño, pero en ese entonces comenzaba a cuestionarse sobre eso. Estaba asustado por las dos teorías que giraban en torno a sus ideas, pensaba seriamente en que eso había sido real y que simplemente había perdido el hilo de la consciencia cuando NamJoon le besó y finalmente le mordió, sin embargo estaba también la idea ferviente de que estaba aprovechándose del dominio total que tenía el peliazul sobre su mente.

—No hay razón para mentir, Jimin. Agh...— Gruñó cuando Jimin pasó el algodón con alcohol por su herida.

Jimin asintió como creyendole a medias, le observó por un momento y de inmediato Jin desvió la mirada, sin poder soportar engañar a su mejor amigo.

—Estoy pensando seriamente en que necesitarás un par de puntadas, es una herida grande— Jin alejó las manos de Jimin con brusquedad mientras se ponía de pie.

—Estoy bien, ¿de acuerdo?— Park se sorprendió ante la actitud del pelirosa, frunció el ceño y se levantó para depositar el algodón en el bote de basura— Es sólo cuestión de tiempo para que sane. No deberías preocuparte mucho por algo superficial. 

—¿Superficial has dicho?— Jimin habló con cinismo, soltando una carcajada sin humor— Tres milímetros más y perdías un trozo de labio.

Jin se cruzó de hombros y bufó, pero al instante soltó un quejido ante el movimiento que le provocó un ardor insoportable. 

—Puedo manejarlo— Aseguró después de que el dolor pasara. Jimin elevó una ceja con incredulidad, mientras media sonrisa se formaba en su rostro en son de burla.

—Es tan difícil hacerte entrar en razón, SeokJin— Jimin negó con la cabeza y sonrió— Por lo tanto retomaré la razón principal de mi visita.

Jin se congeló en su lugar, mientras observaba la profunda mirada de Jimin. Tuvo un mal presentimiento, pero rápidamente decidió pasar por alto las ideas que torturaban su cabeza. Observó la forma en la que el platinado tomaba asiento en una de las esquinas de su cama y seguido de eso Jimin golpeteó el colchón para que se pudiese sentar a un costado de él. Inmediatamente el mayor obedeció, mientras pasaba saliva.

—¿Sucede algo? Verte de ese modo me da un mal presentimiento. 

—No es tan malo como parece, pero eso no descarta que me tenga preocupado. 

Jin tuvo un escalofrío.

—¿Tiene que ver conmigo?— Preguntó con un hilo de voz.

—No por completo, pero creo que igual te tendrá en desventaja— Jimin pasó saliva mientras jugaba con los dedos de sus manos completamente nervioso— Ayer, justo después de que te fuiste, llegó alguien nuevo al laboratorio— Los ojos de Jin se abrieron con sorpresa, una rabia creciente apareció en su interior— No quiero sacar conclusiones aún, pero lo vi hablar con el líder, parecía contento y no dejó de hablar a cerca de la posibilidad de tener un miembro nuevo.