Hay un gran vacío, carente totalmente de algún tipo de satisfacción. Me encuentro delirando, encerrado en algún lugar desconocido, la oscuridad me abraza descomunalmente y me encuentro solo, pero no parece reconfortante. Incluso cuando mi pecho se mantiene en un constante subir y bajar, en donde el aire frío perfora mis pulmones, puedo jurar que parece que el oxígeno desaparece, como si me arrebataran la respiración.
Observo a mi alrededor, avasalladoramente me encuentro abandonado en medio de la nada, con el sonido de mis latidos perceptibles sin armonía en mis oídos, casi a punto de hacerme pedazos los tímpanos.
— ¿Hola?
Vacilante, mi voz me juega en contra. Un eco estrangulado retumba en la oscuridad profunda y cada vez tengo más miedo. Lo desconocido nuevamente me asusta, me llena de una incertidumbre poco agradable, que me deja con los sentidos a flor de piel, pero sin ser suficiente porque aún me siento en desventaja.
Y no hay respuesta alguna, sólo un silencio torturante y agónico que se rompe ante el sonido de mi respiración irregular, como si yo fuese la única persona en ese lugar del que desconocía el origen. No puedo evitar mantener la guardia en alto, como si esperase en cualquier momento el ataque, incluso cuando empezaba a creer que no había nadie más en ese lugar.
Entonces una luz se enciende frente a mí, como un faro con potente iluminación. Mi garganta se seca cuando observo una de las habitaciones de experimentación del laboratorio, un par de camas posicionadas en serie aparecen en un parpadeo y cuando cobro la compostura, me doy cuenta que es la alucinación más real por la que he sido sometido. Intuitivamente doy un paso, el sonido que provocan mis suelas contra el suelo se convierte en un estruendo, todo en la oscuridad vibra, excepto la imagen frente a mí. Me siento encerrado en una burbuja, con el corazón bombeando frenéticamente contra mi pecho.
La puerta de acceso se abre y el rostro de GiDong es el primero en captar mi atención, una arrogante sonrisa se plasma en su rostro, estoy a punto de correr, no sé si es por el pánico que me causa el saber quien era su padre o porque él no podía verme en ese lugar. Soy como un rata de prueba, encerrada en una jaula y escapando de la selección.
Sin embargo, pierdo todo sentido de iniciativa y determinación cuando observo su rostro ahí, ensangrentado e hinchado, su cabellera azulada cae sobre su frente empapada en sudor. Kim NamJoon permanece de rodillas frente a GiDong. No sé cuando fue que me percaté del límite de sorpresa que poseía, pero aquel límite fue ignorado cuando observo a Gi Sung Jung entrando a la habitación.
Soy un espectador más, quien se hunde en el silencio de la cobardía, mismo que no tienen fuerzas para evitarlo. Algo dentro de mí da un vuelco cuando observo la escena, ¿cómo era posible que NamJoon estuviese en tal estado? Tan herido y convaleciente, el gran e inmortal Kim NamJoon estaba siendo acabado.
No puedo determinar porqué razón me duele, es tan extraño que esfumo cualquier sentimiento, pero de inmediato, cuando intento reprimir los rebeldes gritos que luchan por salir, es como si fuesen un incentivo más para correr hasta ahí y morir en el intento por defender a NamJoon de aquellos hombres.
— No eres tan fuerte ahora, ¿cierto?— SungJung camina alrededor del peliazul, su determinante y amenazante postura me pone la piel de gallina y es ahí, cuando esa siniestra sonrisa que tanto recordaba aparece, que toma el cuello de NamJoon y lo eleva, sus pies dejan de tocar el suelo y algo dentro de mí se hace añicos— ¡Maldito cobarde! ¡¿Creías que no te encontraría nunca?!
Se observan fijamente por un par de segundos, la furia crece como llamas en los ojos de SungJung, mientras que NamJoon parece sombrio, sin una señal de intimidación. Un grito ahogado se atasca en mi garganta cuando Kim es lanzado con fuerza hacia una de las paredes de la habitación. Su cuerpo impacta con una fuerza feroz y abrumadora contra la pared, agrietandola.
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|•Immunity•| →NamJin←
Fanfiction«Kim NamJoon» Registros de fuerza sobre humana, telequinesis. Dominación absoluta de los cuatro elementos; agua, tierra, fuego y aire, además de su particular don de traer o arrebatar la vida. «Kim SeokJin» Científico mortal capacitado para encontr...