22 Maratón 9/10

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Respiré el aroma de su colonia, no era una esencia muy común que los chicos solían usar. Simón me apretó con más fuerza y yo le devolví el abrazo.

¿Porqué estaba haciendo esto?

Estaba muy segura de lo que sentía Simón por mí, pero, ¿podría yo sentir lo mismo también?
Lo conozco desde hace mucho tiempo, él ha sido siempre uno de mis amigos más fieles, siempre había estado ahí cuando yo lo necesitaba, ¿cómo podría herirlo? Yo tenía a ... Matteo.

- Puedes contarme Luna. me dijo.

No no no no, por supuesto que no podía contarle.

¿Qué se supone que le diría?
¿Que mi novio me dejó para ir a matar gente?
¿Que era un criminal y prometí no decirle a nadie?
¿Que me acosté con él mientras mis padres no estaban?
No.
Lentamente levanté mi mirada, preparándome para mentirle en su dulce y amigable rostro.

- Es.. es que..- comenzaba a decirle pero me interrumpieron.

- ¡Hey Simón! Tenemos practica hoy después de la escuela.- le dijo un chico que conocía desde 2 grado.

- Ya me habían dicho Mark, gracias.- le contestó y le dedicó una sonrisa, después regresó a nuestra conversación.

- Entonces ¿Qué te pasa?.-

- Es solo que mi hermano ha avergonzado a nuestra familia, me afectó más de lo que debería.- le contesté, MENTÍ.

Simón me miró sospechoso.

- Lo siento mucho, tu hermano debió saber que eso no estuvo bien.-

Yo solo asentí y traté de alejarme de su alcance. Simón fingió no darse cuenta, ambos caminamos hacia donde estaban los demás chicos.
Estaba completamente quieta y callada, dejando que la culpa me comiera viva. Me sentía terrible, caminé hacia Nina y me abrazó, como siempre lo hacía. Me senté con las chicas y los chicos se sentaron al otro lado de la mesa.

- Siempre te ves un poco pálida Nina.- me dijo Yam preocupada.

- Cierto.- contestó Jim tocándome la frente.- debes tener fiebre.

Nina también sintió mi frente y después tocó mis manos.

- ¡Estás hirviendo!.- exclamó Nina al momento de tocarme.

- No, solo es la temperatura de aquí, no se preocupen.- traté de calmarlas.

- No deberías ir a practicar soccer hoy, mejor quédate a descansar. - me sugirió Nina.
¿QUÉ?
- No no, estoy bien. Si me siento mal no iré.- les mentí.

No, claro que no abandonaré el soccer.

- Si quieres, yo le puedo decir al entrenador...- Yam también estaba en el equipo.

- De verdad, ¡ESTOY BIEN!.- les dije casi gritando.

Había levantado demasiado mi voz, a lo que los chicos voltearon a ver que pasaba y me sentí incomoda.

- Perdón, pero en verdad estoy bien.- les repetí.

- Si tu lo dices.- contestó Jim.

En ese momento llegó Simón, y me dio un jugo de naranja.

- Tomatelo.- me ordenó Simón.
Lentamente miré hacia él.

- Gracias.- le contesté.

- Cuando quieras.-

El timbre sonó y caminé hacia mi clase, pensaba...
¿Qué hubiera hecho Matteo? Cargarme y llevarme lejos de ahí por supuesto.

Entré a mi clase hirviendo en temperatura, me tomé el jugo de naranja que Simón me había dado, me sentía un poco mejor.
Tomé un poco más para mejorarme.
Después de la escuela, Simón me alcanzó mientras yo iba hacia los casilleros para ir a practicar.

- ¡Hey hey! Usted señorita se irá a casa.- me dijo él.

- ¿Qué dices? Me siento bien, gracias por el ju...- le estaba diciendo, en ese momento tomó mi mano.

Simón levantó sus cejas.

- Estas hirviendo, lava girl, te llevaré a tu casa.-

Se aferró a mi mano tomándola con fuerza y comenzó a acompañarme hacia mi casa.

- ¿Qué hay de tu practica de basket ball?.- le pregunté.

- El entrenador se divorció, ahora se desquita con nosotros... tú sabes, mejor me pierdo eso.-

Oh diablos, ¿Qué puedo hacer para que regrese a la maldita escuela?

- Vamos por favor, regresa a la escuela.- le sugerí.

- Tendré que ir a casa una vez que te acompañe a la tuya, después iré a ayudarle a mi papá en su oficina.-

- ¡POR FAVOR!- le dije levantando un poco la voz.

- No empieces Luna.

Gruñí y seguí caminando, de repente, vi algo en mi árbol.
Era aquel cabello castaño y con rulos tan familiar para mí, aquel que podría reconocer donde sea.

- ¿Viste eso?.- pregunté, me acerqué un poco y no vi nada.

Simón miró donde le dije y comenzó a reír.

- ¿Ver que? Necesitas un descanso, ahora comienzas a ver cosas Luna.- Me dijo y después me soltó de las manos para que caminara hacia mi puerta.

- De verdad debí ir a la practica, te odio Simón.- le dije en tono de burla.

- ¡Ja! Lo sé, lo sé. Espero que te sientas mejor.-

Simón esperó a que entrara a mi casa, él era lo suficientemente inteligente como para darse la vuelta estando yo aún afuera. Hubiera corrido de regreso hacia la escuela.

Me dijo adiós con su mano y cerré la puerta, lo miré mientras se iba. Una vez que lo perdí de vista salí hacia el árbol, busqué entre mis plantas y el jardín, no encontré nada.

Simón tenía razón, estaba comenzando a ver cosas.

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Sera que Matteo regreso?

-🐧🐧 

My Dark Angel [Adaptada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora