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Mi mente seguía diciéndome que abriera mis ojos... fue como un impulso, tenía que hacerlo.

¿Porqué me quede dormida en medio del bosque?

Lentamente abrí mis ojos... y vi una silueta caminando hacia mi ventana, yo ya estaba en mi habitación, de repente, los sucesos anteriores llegaron a mi mente... Matteo. Lo había visto en carne y hueso.

La silueta caminó hacia mi ventana y lentamente la abrió, entonces la luz de la luna entró y lo reflejó... era Matteo. Los mismos rasgos faciales que amaba... se quedó congelado cuando sus ojos se encontraron con los míos.
La luz de la luna hizo su tono de piel aún más blanco y brillante.

Entonces finalmente me dí cuenta de que me había desmayado en el bosque porque él estaba vivo y era demasiado para un solo rato.

Pero ahora... había tenido un impulso en mi corazón que me decía que era Matteo en verdad el que había estado en el bosque, lo sabía. Sabía que estaba vivo, todo el tiempo lo supe.

La manera en la que no le pude decir adiós, todo tenía sentido ahora.
Mis piernas se deslizaron por debajo y me levanté, seguimos mirándonos mientras caminaba acercándome hacia él, me acerqué con mis pies caminando sin mi propia voluntad, como si se estuvieran moviendo solos, mi mano se movió hasta quedar enfrente de mí, capturando el brillo de la luna en mi piel, haciendo que la piel de Matteo y la mía lucieran idénticamente pálidas y blancas.

Avanzaba hacia él y estaba aguantando mi respiración, capturé su imagen en mi cabeza, no había error alguno... era Matteo. Sus hermosos y angelicales ojos eran los mismos, su cabello era lo más suave que había sentido enredarse entre mis dedos.

Sus labios, tenían la misma forma perfecta de siempre, sus ojos cafés ahora parecían ligeramente miel bajo la luna, finalmente estiré mi mano y lo toqué, aún sabiendo que en cualquier momento podría desaparecer en segundos como un fantasma.

Presioné mi mano sobre su pecho, estaba... sólido, Matteo estaba completamente vivo, 100% segura de eso.
El no se movió, y pronto, ya tenía mis dos manos en su pecho, Matteo dejó salir un largo suspiro, me tomó la cara y se acercó hasta estar a escasos centímetros de mi rostro, sus suaves manos tomaron lentamente mi rostro, había extrañado sentir sus manos, lentamente se acercó y nuestros cuerpos ahora estaban juntos.

Luego extendió su mano hacia mi cara, se acercó más y yo lentamente volví a respirar mientras su boca hizo una de esas sonrisas que a mí me encantaban.

Matteo entonces, vio con sus hermosos ojos el collar que me había dado, y sonrió con tristeza. Abrió sus labios habló en un suspiro.

- Luna... siento como si no lo hubiera dicho recientemente pero, te amo.- me dijo, sus palabras fueron ciertas, sentí que mi corazón subía hasta mi garganta haciendo que sollozara.

- Ma... Matteo... regre... regresaste.-

Lo abracé con fuerza mientras las lagrimas caían en mi rostro en silencio, Matteo me abrazó aún con mas fuerza, sentía sus corazón latiendo a un lado mío.

- Claro que regresé - me besó la frente.- mantengo mi promesa Luna

Dejé de llorar de tristeza, para llorar de felicidad.
Sabía que él estaba ahí por mí, y yo también lo amaba, lo empujé hacia mí y besé sus labios antes de que se diera cuenta de que me aferraba a él cada vez mas fuerte.

Entrelacé mis manos entre su cabello y él pasó sus manos sobre la parte baja de mi espalda, lentamente trató de apartarse pero no me dejó de besar, cerró la ventana y me llevó dando vueltas hasta que me dejó caer en mi cama, me acostó en ésta y me tomó del cuello, se apoderó de mí y yo me aferré a él.

- Luna.- Matteo susurró mi nombre entre un largo suspiro.

Me besó con pasión, en ese momento lo deseaba, lo empujé un poco mientras me movía encima de él y besaba su cuello, después de nuevo sus labios. Lo jalé de nuevo hacia mí y su abrazo se hacía cada vez más fuerte, besé de nuevo su cuello, nos besamos tan apasionadamente que podía sentir problemas para respirar, lo aparté un poco para inhalar aire y mientras, Matteo besaba mi cuello.
De nuevo volvimos a besarnos a un ritmo agitado.
De repente, escuché a mis padres llegar, apenas y me había dado cuenta de que Matteo ya no tenía su camisa puesta y yo también me la había quitado, Matteoo dejó de besarme con pasión para pasar a un beso dulce y suave, ahora nos besábamos lentamente, entonces escuché a mi mamá dejar las llaves del auto en una mesa.

- ¿Luna?.- me llamó mi padre.

Matteo se bajó de mi cama y se puso su camisa en cuestión de segundos, se metió a mi armario y lo cerró.
Tomé mi bata de baño y pretendía leer un libro mientras mis padres entraban.

- Hola papá.- sonreí cuando entró.

- Te llamamos a tu celular, y no respondiste ¿Dónde estabas?.- me dijo

En ese momento me quedé pensando, -en el cementerio- me dije a mi misma.

- Estuve un rato con mis amigas, ya sabes cosas de chicas, y mi teléfono no tenía señal.

En ese momento mi mamá entró.

-¿Tienes hambre cariño?- me dijo.

Yo le sonreí, en verdad estaba hambrienta, y mucho.

- Te traeremos de cenar aquí, parece que ya te ibas a dormir.- me dijo mi papá.
- Gracias.

Me metí al baño después de que mis padres se fueron, me duché rápidamente y regresé a mi habitación y la comida estaba sobre mi escritorio, sonreí. Matteo lentamente abrió la puerta de mi armario y salió mientras yo cerraba la puerta de mi habitación. Le puse seguro.

- Recuerdo cuando ambos estábamos escondidos aquí en tu armario Luna.- me dijo Matteo con una sonrisa.

- Yo también me acuerdo, pareciera como si hubiera sido hace una eternidad.

Matteo se acercó y me abrazó.

- Tuve algunas dificultades para regresar a verte ¿sabes?- me dijo.

- ¿Enserio?..- le pregunté, él asintió.- Siempre sentí como si me hubieran estado observando, y pensé que tal vez era tu ... espíritu.

- Era yo, y aún lo soy.- me dijo y me acercó la comida. - come, sé que tienes hambre.-

Tomé la comida y la acerqué a él.

- La compartiré contigo.- le dije.

Tomé una cucharada de arroz y la llevé hacia su boca, estaba feliz, con una gran sonrisa en mi rostro, lo llené de comida hasta que sus mejillas se inflaron, haciéndolo lucir como una adorable ardilla.

- Ok ok, deja de alimentarme como tu perro ¿está bien?, ahora tú come.- me dijo apenas pudiendo hablar.

Me quitó la cuchara de mis manos e inmediatamente me dio de comer, tomé una pieza de pollo y la llevé a su boca.
Terminamos de comer y él me estaba cargando sobre sus piernas, besé su mejilla. Me levanté y tomé los platos sucios.

- Llevaré esto al lavabo, no tardo.- le dije a Matteo.

Me dejó de cargar y tomó mi mano mientras caminaba fuera de la habitación, cuando nuestros brazos no alcanzaban, la soltó. Aún no terminaba de creerlo, Matteo... Mi Matteo estaba vivo.

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Hola!!!

Mucho tiempo ¿no?

Me pasaron muchas cosas estas ultimas semanas que sinceramente no quiero recordar así que bueno, he regresado y espero ya no tener que volverme a ir

@ErikaRuggarol


My Dark Angel [Adaptada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora