En las puertas del velo

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El dolor, es una percepción sensorial localizada y subjetiva que puede ser más o menos intensa, molesta o desagradable y que se siente en cualquier parte del cuerpo; es el resultado de una estimulación de terminaciones nerviosas sensitivas especializadas. Esta es una explicación bastante reducida de lo que es dolor; leerlo interesante, pero sentirlo dependerá del nivel del corte en tu piel. Después del sonido del cañón, primero se sentí el caliente entrando por mi piel blanda, después de herir mis órganos internos. Haciendo ese dolor privado. Se sentía poco a poco mi sangre siendo expulsada de mi cuerpo como una bombilla que llena de luz cada esquina oscura de una habitación; dejándome caer lentamente en aquel piso frio, manchando esa baldosa blanca con un abundante color rojo espeso. Se escuchaban unos pasos que esparcían exuberantes como un eco mientras más se aproximaban. Un sexto sentido me dice quien se acerca. Lentamente pude ver el zapato que entra con arda prisa, sentías nudos en la garganta que duelen como si estuvieran ahorcando, con todo el dolor del alma estiro la mano, sentía como el calor de las luces navideñas llegaban a mis manos temblorosas y con temor, Harris se mantiene paralizado mientras que por las hendijas de mi mano observaba el rostros temeroso de Jennifer que al entrar sus ojos se tornan lacrimosos. Cierros los ojos con el mismo fuerzo para abrirlos mientras volteo mi mirada hasta esa luz blanca que cuelga en la pared dejándome llevar por los abundantes recuerdos que llegan a mi mente. Veo pasar mi vida afrente de mis ojos. Dejándome caer en un abismo donde la caída es una luz blanca.

Despierto de aquella alucinación al escuchar voces conocidas que llegan a mis oídos, una de ellas me golpea de frente, pero no fue la voz si no las palabras—ahora muere—fueron dichas con tanto rencor, que se podía oler el futuro oscuro que se podía esperar. Con mis últimas fuerzas y sangre en mi cuerpo; apoyo mis manos manchadas con un color espeso y pegajoso; apretando mis mandíbulas y entrecerrando mis cejas con furia me lanzo sobre aquel hombre. El cae como un árbol de navidad, pero en vez de decoraciones como estrellas y esferas brillantes, es mi sangre y el sonido de algunos golpes en su rostro que observo con una sonrisa que permanece cuando mi mano cae débil. Dejándome sucumbir, sentía como las paredes caen por todo el lugar como si fuera mi propio cuerpo, siendo el dolor un ensayo de la muerte, pero debe ser así porque la carretera hasta la muerte pasa por el dolor.

Despierto, sin heridas en mi piel, en una sala de cirugía sintiendo ningún dolor. Sintiéndome extraño, sin recordar nada y con un constante sonido y repetitivo en mi cabeza. Me abstengo a caminar, solo me mantengo de pie al lado de una camilla intrigado. Después de unos segundos, de sorpresa un dolor en el pecho me golpea, el primero me despierta del mareo que sentía al pararme de la camilla, el segundo me trae los recuerdos<<donde estoy>>pregunto al aire con un grito que se esparce como un eco. Con el tercero el ambiente cambia a uno tenso, viéndome a mí mismo acostado en una camilla, y médicos a mi alrededor intentando salvar mi vida, que yo sentía que perdía. Pero no quería. El sonido de mi cabeza se hace más repetitivo dejándome algo aturdido. Me siento en el suelo, cierro los ojos tapándome los oídos con fuerza intentando no escuchar, pero se hace más fuerte y más fuerte, y después de un grito se agudiza el sonido de un tirón. Abriendo los ojos retirando mis manos lo último que escucho en el fondo es—hora de muerte; 1:41 am—y esto acompañando con un<< ¡no!>> que se alarga mientras soy arrastrado por un humo agresivo que me lleva con él sintiendo como mis entrañas son jaladas con odio. 

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