La oscuridad

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Nada permanece estable, la vida te puede tratar de tal manera que en un instante tienes todo y perderlo en cuestión de segundos; pero no hablo de la simplicidad de algo material, me refiero a la naturalidad de los sentimientos y de las ocasiones aleatorias; sentir inmortal ciertos momentos y un efecto colateral esfuma todo lo demás, dejando solo que sea un recuerdo con malos ratos.

La noche inicia abundante de buenos ratos, engañando como si todo terminaría perfecto, mentira, eso era; fúnebre llego la luna con unas cuantas luces que decoran el lugar de una manera perfecta; un toque sombrío llega, alentado al escalofrió cuando Max se calla al escuchar aquel soneto; pero todo llegó a hacer imperfecto al rodar de una cabeza que había caído de la mano de un demonio; el pánico llego a la sala casi tan rápido como aquel ente que aparece detrás de Max. Un susto hace a sus latidos en el momento que siente una respiración en su nuca; un aliento fétido insoportable sale de su boca; lo que estaban más cerca al escenario huyeron después de sentir aquel olor; Max sabía que el olor era horrible, pero no lo siente, la muerte le permitió ser inmune. Aquella voz de la mente de Max, se presenta junto con una leve cefalea y lo primero que le dice de manera pausada es "no... tengas...miedo". Hace caso sin hacer berrinches "ten calma" y eso mismo hace Max, cuando aquella voz sigue introduciéndose en su mente poco a poco; mientras aquella bestia lo mira sorprendido al no oler el miedo que las demás personas expresan en el pánico sembrado—la oscuridad esta en ti—dice aquel demonio dejando salir aún más de su respiración insufrible— ¿oscuridad?—pregunta Max creando un gesto que expresa su intriga, observando cómo la gente se levanta de sus sillas y se alejan en fila al oír de las sirenas de la policía; Harris junto a Morfeo corren hasta Max, que permanece inmóvil mirando a la nada; Morfeo piensa que solo se encuentra en shock por aquello que yace delante del escenario, pero Harris no lo ve así; todos ellos han tenido una ocasión en la cual han visto un horror, no comparado a aquel aparecer instantáneo de una cabeza, pero si cosas que no dejarían dormir a cualquiera, los dos se miran preguntándose qué hacer y son interrumpidos por la voz de Max aun observando a la nada.

— ¿a qué te refieres?

— ¿no lo sabes?, pero lo sabrás. muy pronto— (ellos no pueden oír la voz grave de aquel demonio)

Dice aquella bestia permaneciendo con una sonrisa sombría, sin parpadear y si lo hace sus ojos cambian a un color oscuro— ¿Cómo es que dicen ustedes los humanos?...la paciencia, hace al sabio—suelta una última carcajada combinada con un toque más grave y agudo a la vez, como si se tratara de dos voces. Chasquea sus dedos y dice—me veras seguido—y desaparece en un parpadear de ojos. La música se detiene en ese instante. Harris se acerca cuando deja de escuchar la canción; sube al escenario de un salto; Morfeo permanece abajo observando aquella cabeza, mientras se pregunta qué ha pasado; una voz se escucha en el fondo, todos miran el origen, un policía les pide que salgan de escena del crimen.

Pronto el lugar fue quitado de su fervor al ser rodeado con esa cinta amarilla, una manta blanca cae de manera sutil encima de aquel horror, al tocar el suelo ese color rojo espeso sobre sale, dejando en la intriga a cualquiera que no hubiera visto aparecer la cabeza de la nada. Dos detectives de homicidios Connor que llevaba puesto camisa azul y jeans que combinaban con sus zapatos y guinda de su cuello su placa y Doreen de cabello rubio rostro de mujer ruda, llevaba un vestido rojo casi deslumbrante con tacones ligeramente altos(se encontraba en una cita), entran en la escena justo después de que los forenses hacen su trabajo; el detective Connor de su bolsillo saca un lapicero sin casi tinta y con el levanta aquella manta, aprieta su mandíbula al ver los ojos sin vida, su rostro expresa desprecio mientras observa a aquellos estudiantes aun con togas que se encontraban detrás de la cinta; cada uno fue interrogado en unas pequeñas oficinas dentro de la universidad; cada una acondicionada para un interrogatorio cámaras en una esquina y micrófonos al frente de ti, ninguno demoro en entrar y salir, pasaban de estar en una sillas para después estar en el parqueadero al aire libre, hablando entre cada uno. Al que mantuvieron por más tiempo además del su círculo de amigos; y aún más alejado fue a Max; el detective Connor y Doreen personalmente lo interrogan, pero ni el mismo sabía cómo explicar tal horror. Sus ojos casi llorosos al contestar con total artificio cada una de las preguntas que juzgan sus acciones, mientras que una parte de la mente de Max es torturada con el total remordimiento de aquella muerte, pero otra parte de una manera fría le da toda la culpa a la casualidad de estar en el momento y lugar equivocado. Sus dos partes quedan en empate al escuchar una pregunta de aquella voz tan delicada, la de Doreen— ¿tienes alguna idea del porque?—aunque una parte de su mente se mantenga insensible, la humanidad aún se mantiene, de sus ojos salen lágrimas, el las seca al sentir esas gotas recorriendo su mejilla, traga saliva, mira a los ojos de aquella detective, empuña su mano debajo de la mesa y dice—ninguna idea, lo siento—mientras se coloca de pie y pregunta— ¿ya me puedo ir?—aquellos dos agentes no tenían nada, solo una cabeza en medio de una graduación, permiten que se pueda ir.

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