Púrpuras

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Desde el accidente de hace unos días atrás cuando habían caído a un charco y se sintió culpable porque Jinyoung arruinó sus converse verdes y tuvo que comprarse otras, buscó todos los días algún par que nok tuviera. Y cuándo le compró el libro se sintió aún más culpable, fue ahí cuando se dio cuenta que no tenía converse púrpuras. Así que con rapidez y astucia logró comprarlas y dejarlas en su arm da rió que ambos compartían.

Decir que le gustaba el menor era poco, sin duda le encantaba, sus expresiones, su amplio vocabulario, todo de él le encantaba. En simples palabras era perfecto.

¿Acaso podía pedir más? No lo creo.

Despertó al menor lo más temprano que puedo planeaba declararse antes del amanecer. Casi vistió a Jinyoung, y manejó rápidamente hasta el.lugaf más alto de Seúl dónde podrían ver el amanecer.

— ¿Qué es todo esto Jaebum hyung?

El nombrado que había acomodado a Jinyoung, casi sentándolo sobre un cojín, le ofreció un café, mientras con la desocupada tomaba su mano.

— Nada.

— ¿Nada? — Jinyoung bebió un sorbo de su café— Me sacaste arrastrando de mi cama y me trajiste a éste lugar.

— ¿no te gusta? — Jaebum preguntó desanimado.

— No es eso... Está bien solo olvídalo. — dijo sacando un libro de su mochila. La palabra Flipped llamó la atención de Jaebum.

— ¿Un nuevo libro?

— ¿Quieres que te responda? — largos minutos de silencio— Lo siento hyung, suelo ser molesto cuando me despiertan muy temprano.

— No hay problema.

— ¿Quieres leerlo conmigo? — preguntó y Jaebum aceptó.

Se acomodaron en el pasto, Jinyoung apoyaba su cabeza en las piernas del mayor, y éste daba lentas caricias al cabello del chico que se encontraba recostado en sus piernas.

Irrumpiendo — empezó— Todo lo que quería de Juli Baker es que me dejara solo. Que retrocediera— ya sabes. Que me diera un poco despacio.

A Jaebum nunca le había gustado leer, pero cada vez que Jinyoung le contaba un poco de los libros que le gustaban y los compartía con él. Le hacían amar los libros.

Eso le gustaba de Jinyoung, como él podía hacer que algo que odie, el lo cuente tan hermoso y perfecto.

Se fijo que el amanecer empezaba, y miró a Jinyoung.

— ¡Hey Jinyoungie!— el menor lo miró y Jaebum se apresuró a besar los labios ajenos, con lentitud, lleno de amor. Después de unos segundos se separó— Me gustas.

No esperaba respuesta, esperó por la cachetada que le llegaría, cosa que nunca llegó.

— Tú tambien me gustas.

Converse Boy » BNiorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora