Después de saber la situación y no saber como terminar esa relación, creí que el viaje me ayudaría a aclarar las cosas y claro que lo hizo pero no de la mejor manera que digamos. me aleje de todo. Ir a La Paz es algo que a mi me fascina desde muy pequeño, sentí ese frío abrumador deprimente que por algún motivo me hacía sentir bien. Nose como lo veas tu pero prefiero viajar en un bus viendo cómo cambian las cosas acompañado de la luna y las estrellas en la ventana derecha, me siento como en casa. Y volvemos al mismo punto el de sentir nuestras raíces, es un sentimiento muy difícil de describir pero el hecho de ver imágenes que representan nuestra cultura, me envuelve. Me torna en la metafísica de mi existencia.
El viaje fue muy largo, algo agotador pero llegamos, era curioso el hecho de haber estado en ese viaje sabes, no tenía buenas notas y mucho menos en esos tiempos que no iba a clases. Me alegro el hecho de que por fin el sistema no sea producto de números sino de saber a quién enviar, había estudiado inglés durante tres años en un instituto privado pero en el colegio tenía malas notas por las tareas que nunca hice, además que no es que crea que fue por coincidencia o algo del destino pero no niego que fue como si hubiera sido así, sin aquel viaje no hubiera descubierto tantos misterios que se mantenían dando vuelta en esta incertidumbre de mi ser.
Fueron días largos, la comida era un desastre, cualquiera lo podía afirmar, no había más que dos interruptores y los chicos de mi cuarto se veían muy emocionados por los partidos que tenían, si supieran que iban a perder hubieran empezado a beber no al tercer día sino al primero. Yo en la madrugada con un temple muy tranquilo me alistaba con un abrigo muy caliente y unos guantes, sin molestar a nadie porque cuando hablamos de compartir un cuarto con más de quince personas hay que saber cuidarse, saber respetar y difundir respeto. Tal y cómo se hace en la vida ¿no lo crees?
El día pasó, me dirigí a dar una prueba, al parecer grupal con tres compañeros, nos preparábamos para hacer un ensañó pero en realidad solo estábamos tres de cuatro,, mi buen amigo Yosua y la chica de mi amigo, bueno nose si lo era pero se notaba que tramaban algo antes del viaje. El tercero aún no había llegado.
Nos encontrábamos en una conversación amena sobre el como aprendimos a hablar inglés, pero bueno, todas las conversaciones si es que las llego a tener trato de que fluyan y sean de buen gusto.
Estaba yo sentado y al frente estaba ella sentada en un mesa, Yosua a un costado mirando el movimiento de las personas desde el barandal, algo muy típico de el.
Llego nuestra asesora quien se encargaría de darnos los temas y explicarnos, una maestra muy alegre, ya la había visto por el colegio antes del viaje, daba clases a los del curso de ingles elemental, que por cierto amaban Ingles aún que muy pocos aprendían algo.
Entonces mientras nos hablaba la asesora, ella, la chica que tramaba algo con mi amigo, que en realidad ya no éramos amigos eso había pasado hace muchos años cuando éramos niños, nos encontrábamos en diferentes paralelos y creo que nos saludábamos pero ya ni una charla ni nada. En fin, ella puso las piernas entre las mías y muy mal acostumbrado a sentarme con las piernas abiertas como si no me importara nada y como si el asiento me abstrajera a ser parte de su estructura, era difícil impedirlo, movía las piernas, se acercaba mucho y me tocaba el miembro con las piernas mientras hacía un movimiento voluntario. Que difícil situación, ella quien andaba en tranzas con mi amigo, yo con mi chica sentimental lejos, todo eso pasaba por mi mente, más bien pasó rápido. Parte de mi decía que no sería mala idea buscarla después para hacer algo que tal vez hasta ahora estuviera arrepentido, pero la razón siempre me gana. Cuando entramos a dar el examen, que por cierto era hacer una ensayo y traducirlo, discutíamos sobre casi todo, no niego que ese día no era el mejor día para estar inspirando y escribir, deje que los demás hicieran el trabajo, y cuando estaba empezando a ocurrirme algo, mii compañera, la que mencione hace poco, me decía algo totalmente contrario junto con el que había llegado tarde, odio esa actitud, el negativismo y la mala manera de imponer una idea, el hecho de imponerla creo que ya explica cómo cualquiera se puede sentir. Basta con decir que la trate mal y también hice alegóricamente algunas indirectas sobre lo necesitaba que estaba, lo hice enfrente de los demás fui sutil, lo suficiente como para que no pueda decir que le dije puta. Cuando insinúas algo solo creas la ilusión de una hipótesis irreal, depende cómo reaccione la persona ya se auto califica con el término o no.
Salimos todos de ese lugar, creo que me hice una enemiga, claro que a mi no me importaba yo siempre digo lo que veo o pienso pero consideró que el que quiera tratarme bien lo tratare bien sino pues es su problema.
Cansado, algo irritado por el momento camine y le conté todo lo ocurrido a Yosua, para ese entonces yo le decía que no era su amigo pero que podía contar conmigo si precisaba algo, incluso el se había dado cuenta de lo que estaba ocurriendo.
el punto es que no sabía si lo había hecho, por ese instante, por mi chica sentimental o por mi amigo que por cierto ya no era mi amigo. De manera directa o indirecta ya había demostrado algo de seriedad en el asunto. El día termino, lo demás creo que es insignificante de mencionar.
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El viaje en la sonrisa de un Desconocido
Short StoryMil pensamientos, mil sentimientos, mil personas y tenía que parecer una coincidencia.