Despertaba otra vez, largas colas de jóvenes pubertos en el baño, esperando para limpiar sus mugres dientes, ojalá limpiaran también sus odios de tanto regueton que escuchan. Yo en medio escuchando como quien, estaba en busca de quién, para ya sabes que.
Ahora tenía que dar un discurso, por cierto uno del grupo lo tenía que dar, me escogieron a mi porque una ni me quería ver en su vida, el segundo no le importaba y el tercero ya estaba asignado para otra actividad. Los partidos de fútbol era muy temprano, me alegra no haber estado en esos apuros, yo me paseaba tranquilo.
Me dirigí a las 10 am a un salón grande, Con solo 8 estudiantes al parecer todos estudiaban, yo estaba ahí sentado. Y nada más que sentado.
Decidí matar tiempo y hable con una chica a lado mío, descubrí que era una de las gualipoleras de aquel colegio, hablamos de lo interesante que era La Paz, El New York de Bolivia, donde la gente anda estresada y el trafico te hace parte de el y difícilmente sales de ahí.
Ya iba a ser el turno de entrar a otro salón para dar su discurso e intercambiamos números, no lo niego, pensé en hablarle, era una chica de buen cuerpo y muy amigable, otra vez no sé si no lo hice por ella, la chica sentimental, tal vez no lo hice porque la batería de mi cel estaba siempre baja con el número de interruptores y el número de gente era obvio, deje pasar la oportunidad una vez más.
Salí de ese lugar, utilize el tiempo para ver los partidos de futsal , básquetbol y de fútbol, estaba sentado charlando casualmente con amigos y viendo el partido, era un partido aburrido, eso que una de las cosas que me gustan de esta vida es el fútbol,pero que me encante no significa que sea un buen jugador, juego cuando se da la oportunidad y me defiendo, pero me hubiera gustado dedicarme a eso. Todos tenemos un sueño frustrado por ahí, el mío era ser jugador de fútbol, No lo fui y no son excusas pero mis clases exhaustivas en la mañana, en la tarde y las noches de trabajo. Hicieron que deje de hacer varias cosas, entre las ganas de dejar la monotonía mi pasión por escribir era lo único que me hacía sentir vivo pero todo tiene un precio, el mío era el de no dormir y llegar siempre tarde a clases.
Cuando de repente escuche una voz preguntándonos de donde éramos, termine hablando yo con aquella voz, se llamaba Angie me dijo, Hablamos de lo difícil que era hablar con un camba, que los de La Paz y Cochabamba si nos entendemos en ese aspecto. Usaba lentes y tenía una linda sonrisa, al igual que muchas personas que se encuentran pocas veces ...
Tenía que presentarse a una prueba y me dijo que anotara su número y que siguiéramos hablando, que fue un gusto. Y se fue.
Una vez más me encontraba con otro número de celular sin batería y sin crédito. Una vez más no le hable aún que si considere hacerlo.
Y por tercera vez pareciera que hubiera sido un gran novio pero me preguntaba yo mismo, si realmente lo hacia por ella.
Estaba cansado de estar en aquel lugar, más bien tenía unos tíos que vivían cerca, me hicieron un pique, me bañe decentemente, dormí después de tantos días despierto esperando a que no me pongan pasta dental por las orejas, fui a visitar a mi tío al hospital y otra vez fui a comer a un buen lugar. Estaba limpio, lleno y con el celular cargado. Aún sin crédito y si supieran la cantidad de mensajes por WhatsApp no leídos, todos de la chica sentimental.
Llegue al concurso de danzas en la noche, fue muy extenso y con muchas personas ...
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El viaje en la sonrisa de un Desconocido
ContoMil pensamientos, mil sentimientos, mil personas y tenía que parecer una coincidencia.