¿Se han vuelto locos?

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Adrien se encontraba muy nervioso de pisar de nuevo la tierra que lo vio nacer,aquella que atesoraba sus mejores y más bellos momentos de su infancia junto con su primer amor;su madre, pero debía admitir que también estaba temeroso de ver a su padre ,pues cada que se veían no se hacían esperar las peleas y diferencias entre ellos,se llevó una gran sorpresa al ser recibido por un gran banquete y en la punta de la mesa encontrar a su progenitor que parecía haberlo echado de menos para tener aquel detalle con el joven.

—Adrien es un gusto tenerle por acá —Intervino la asistente de su padre quien lo recibió con un pequeño abrazo.

—A mi también me agrada verte Nathalie.—le sonrió y rompió el abrazo —Padre —Se posicionó enfrente de él.

—Hoy por la tarde vendrá la familia Dupain Cheng —Informó el mayor sin una pizca de emoción al ver de nuevo a su vástago —Quiero que estés presentable y muy puntual para la reunión,es muy importante.

—Hola Adrien, es un gusto verte, te he extrañado, espero todo te haya salido bien —Susurró irónicamente —Ya veo, todo es más importante que yo.

—No estoy para tus niñerías Adrien, te quiero aquí en la tarde. Vas a conocer a la familia de tu prometida y...

—¿Prometida? ¿De que hablas padre? Yo no tengo novia.—Se expresó sin entender nada de lo que ocurría.

Gabriel se tomó el puente de la nariz inhalando y exhalado profundo.

—Te vas a casar con la señorita Dupain Cheng, ellos son una familia muy reconocida aquí en Francia cabe destacar que no tanto como nosotros, pero bueno también son una familia de abolengo.

—¿Casarme? ¿Que te has vuelto loco? ¿Por que no dijiste nada antes de que viniera?—El joven de ojos verdes comenzaba a alterarse.

—Por que es obvio que hubieses escapado, además los Dupain tienen algo muy importante que debemos recuperar...Así que te casarás te guste o no. —Sentenció el señor Agreste con voz autoritaria.

—¿Y a mi en que me incumbe tal asunto? No estoy de acuerdo con esta clase de arreglos matrimoniales. —Atacó Adrien golpeando el respaldo de la silla.

—No te lo pregunté Adrien, simplemente es tu deber, fin de la discusión. Ahora cambia tu ropaje —Lo vió de arriba a bajo con desaprobación —Es en exceso informal para conocer a tu prometida, que por cierto no tardará mas de dos horas en llegar.

Sin poder decir mucho en contra de su orden cruzó la puerta, Adrien se dedicó de mala gana a sacar su equipaje cuando notó en el una pequeña caja negra con antiguos símbolos chinos que definitivamente investigaría más a fondo.

Al abrirla encontró un anillo plateado, tenía un aspecto misterioso que le llamaba para portarlo, de el salió el más misterioso ser felino que sus ojos han visto alguna vez; uno parlante que solo quería comer y comer, decía un montón de cosas sobre poderes y amenazas que se acercaban, de lo cual no entendía mucho.

—¿Transformarme? ¿Puedo hacer algo como eso? Pues... ¿Plaga no?... ¡Plaga las garras!

—No espera...

El felino de estatura diminuta no pudo continuar hablando ya que en un parpadeo revitalizante Adrien se veía con antifaz y un elegante traje negro que no le quedaba nada mal,un sombrero que tenía un par de aberturas por las que sobresalían unas orejas de gato sensibles al tacto, el joven pensaba que eran sólo de adorno, se vió al espejo contemplando tal creación, él era un nuevo héroe que bien podría pasar por bandido o tal vez un rompecorazones por la pinta de galán que tenía gracias al traje negro que portaba.

—Ahora a probar que se puede hacer con esto. —Saltó por la ventana con una agilidad increíble que no podría tener siendo Adrien. PAor un momento pensó que esa habilidad era inhumana.

Adrien aprovechó que los terrenos de la casona eran extensos, así que podía probar todos los poderes que ahora poseía sin el más mínimo temor de ser descubierto. Saltó por entre los árboles hasta llegar al jardín donde un dulce canto llamó su atención.

Por otra parte Marinette se encontraba en su alcoba,no quería ver ni hacer nada, estaba totalmente abatida.

—¡No! ¡No me quiero casar!—Gritó tirando todo lo que había en su paso — Algo...algo se debe hacer.

Estaba furiosa y necesitaba relajarse, fue entonces que ató unas colchas para escaparse de su habitación. Si la iban a esposar sin su consentimiento por lo menos debía cometer unas cuantas locuras antes de que lo hicieran.

—¿Qué es esto?—Cuestionó a la nada una vez que aterrizó en el pasto del jardín de su mansión, entre las hojas encontró una caja negra con símbolos chinos.

—¡Ah! ¿Quién eres?—Gritó del susto pues delante de ella había un bicho más grande de lo normal, que hasta podía hablar.

—Hola mi nombre es Tikki, y de ahora en adelante tu serás una heroína.—Se presentó la criatura

—¿Yo? ¿Una heroína?—Al parecer esta cosa que Marinette juraba que era una ratabug o era algún tipo de ser mágico quien decía que le daría maravillosos poderes.
—Ok ¿que quieres de mí?—Inquirió poniéndose firme sin mostrar algún tipo de miedo.

—Tú serás la nueva LadyBug y tu deber es derrotar al gran villano Hawkmoth, sólo debes utilizar...

—¿Hawkmoth? No, en definitiva yo no soy la quien buscas, yo ni pelear sé —Interrumpió Marinette. La verdad era que si sabía defensa personal pero no quería aceptar una responsabilidad tan grande al no sentirse preparada para algo así.

—Marinette tú eres la elegida.—Animó la catarina a su nueva portadora.

Después de unos minutos de hablar con su kwami, y decirle todo con relación a esta nueva etapa de su vida, del peligro que era Hawkmoth y los poderes de ambos Miraculous, la chica aceptó .

—¡Tikki transformación!—De verdad esa cosa sabía persuadir,le ganó la curiosidad cuando dijo que siendo Ladybug además de vencer a los demonios que corrompían civiles, ella tendría la oportunidad de cumplir todo lo que se proponga.

—¿Cómo se ocupa esto?—Su arma según parecía era una especie de juguete pero según el kwami servía para atacar y muchas cosas más

La chica se deslizaba con gran agilidad, parecía que tenía años de hacerlo pero era la emoción que la embriagaba hasta que decidió reposar en un árbol que había encontrado después del gran tour que se había dado, ahora se encontraba cantando tranquilamente hasta que escuchó unos pasos cerca de ella.

— ¿Quién esta ahí?,¡vengo armada!—Avisó posicionándose para dar pelea o por lo menos asustar al que estuviera irrumpiendo su paz.

—¿Una señorita de tan dulce voz armada? ¡Valgame el señor! eso es simplemente... Cautivante —Dijo viendo la femenina figura de cabellos oscuros y antifaz moteado que se asomaba entre las ramas —¿Qué la trae por aquí señorita catarina? ¿A caso intenta huir de algo?¿De alguien?  O ¿es usted la compañera que la pequeña plaga, quiero decir usted entiende, el pequeño ser, mencionó?—Adrien pensaba que si no era ella simplemente le tomaría por loco y se apartaría de su lado sin embargo su figura y aroma eran realmente como el fruto prohibido para él, sin duda el mas hermoso y apetecible entre todos pero el que lucía mas lejano e intocable.

El gato aprovechó para lentamente acercarse y tomar la mano de la catarina para besarla en el dorso delicadamente.

—No me malinterprete bella dama pero si es con usted sería mas que una ventura escapar de este lugar. —En su voz había cierto toque de coquetería.

Fil Rouge Du Destin (El Hilo Rojo Del Destino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora