Jardín

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—Perdón, enserio discúlpame —Se separó de él rápidamente. —Te juro que jamás se volverá a repetir-.

Adrien estaba inmóvil, se sentía muy desorbitado por el gesto que la fémina había tenido con él. ¿Cómo era posible que siendo el gato negro tuviera tanta seguridad?... 

Ahora mismo parecía una gelatina andante,en cuanto procesó lo que le prometió, su pecho se sintió dolorido, no quería que ella lo dejara, la quería cerca, justo como la tenía en ese momento,entre sus brazos,aferrándose a su cuello.

—¡No!—Gritó un poco desesperado y temeroso.—Quiero decir, no por favor... Marinette.

La abrazó con más fuerza, aunque sin perder la delicadeza. Con mucho cariño, para volver a juntar sus labios con los de esa chica que ahora mismo le estaba robando el aliento. Podía sentirse lleno de vitalidad con sólo tenerla asi, ese beso no fue tan largo como el anterior, pues no quería que la chica se sintiera obligada; quería ver qué tan dispuesta estaba en responderle,saber si ella deseaba dárselo como él a ella.

—Y...yo quiero que lo hagas de nuevo,ahora y siempre —Dijo él con cierto temor y arrepentimiento. No por el beso, sino más bien temor por arruinar la hermosa amistad que se comenzaba a forjar entre ellos .

—Tengo miedo Adrien.—Colocó sus manos sobre el pecho del muchacho para establecer la distancia entre los dos.—Miedo de que algo salga mal, de que todo esto se arruine; tal vez en unos meses aparezca tu amor verdadero y yo quede en el olvido.—Sonrió dulcemente,sólo como ella sabía, o al menos eso pensaba el chico.—Prefiero ser tu amiga, una amistad es más duradera que una relación en sí. —Plantó un beso suave en la mejilla.—No forcemos las cosas ¿si?

En el fondo, él quería que esa linda chica de dos nacionalidades fuera su amor de verdad. Aquella con la que envejecería poco a poco,aquella persona que le tomara la mano en los momentos de angustia, aquella persona con quien compartiría momentos inolvidables, que sanara sus heridas y creara hermosos momentos junto a él. 

Sin embargo, sabía que tenía razón, tristemente tenían muy poco tiempo de conocerse,sabía que tenían que relacionarse más, tenían que vivir más cosas juntos como para hablar de algo más que no fuera un enamoramiento fugaz,le asintió besando su mejilla.

—Entiendo, a decir verdad, yo también tengo miedo.—Se rascó la nuca —Por cierto... —Caminó lentamente dándole la espalda—Tú fuiste la primera.

Se refería a la primera chica que besaba, que si bien no en ese momento, si no a ella en sí, recordaba como la noche anterior, siendo gato fue Marinette la que acortó la distancia de una manera muy coqueta y eso le hizo pensar que tal vez le agradaba más siendo el superheroico Chat Noir, pero eso lo averiguaría más tarde pues ahora quería concentrarse en el recorrido que le prometió a la chica; le mostraría cada rincón de ese espacio que llamaba casa, mientras trataba de evitar a toda costa su mirada. Ella, por su parte, estaba completamente sonrojada; se sentía muy afortunada y halagada por haber sido la primera.

—Vamos, Monsieur Agreste—Sonrió desviando la mirada de la del rubio y tratando de dejar de lado los pensamientos que se instalaban en su cabeza—¿Cuál es tu lugar favorito?...A mi punto de vista debe ser el lugar en el que estuvimos ayer ¿O me equivoco?—Se armó de valor para mirarlo a los ojos.

—Ese es uno de mis lugares favoritos, ahí leía cuentos con mi madre, por eso lo recordaba más grande. —Se sentía afligido, pero decidió ignorarlo para tomar su mano y llevarla entre el jardín. —Pero ese no es el lugar más maravilloso de la casa, espera que lo veas.                       

Paseaban por entre el jardín y los árboles lejanos que daban la sensación de entrar al bosque. Sin embargo, en medio se encontraba un gran claro que guardaba en el centro un invernadero con todo tipo de flores, y allí dentro un pequeño espacio en el que reposaban algunos bancos y una mesita para el té. Había dejado ahí su violín, le ofreció asiento a Marinette y se sentó en frente suyo tocando una suave melodía.—Aquí aprendía de herbolaria... aunque también me escapaba a practicar con el violín de vez en cuando.—le susurró.—Es solo que mi padre prefiere el piano.-

—Wow —Exclamó asombrada, pues el lugar era realmente hermoso.—entonces… ¿Supongo conoces el idioma de las flores? —Preguntó viendo sus expresiones. —No me sorprendería, ya que eres un chico talento.—Hizo una trompita con los labios.—Aunque por ahora nada me haría más feliz que escucharte tocar algo ¿Me harías el honor?—Puso una cara de cachorrillo —En serio este lugar es tan relajante, gracias por compartirlo conmigo. — dijo tomándolo del hombro.

El chico sonreía al ver su agrado.—Me alegra que te guste, si deseas aquí podremos tomar nuestras lecciones.—No pudo evitar sonrojarse ante su mirada suplicante, le veía preciosa. —Claro Marinette, será un honor tocar para ti.—empezó a tocar una suave pero alegre melodía in crescendo. De vez en cuando la observaba y le sonreía.

Era una pieza hermosa. Marinette podía sentir el cosquilleo en su estómago, era maravilloso compartir un momento tan bello como lo era ahora, repleto de un jardín bello lleno de flores y una melodía armoniosa que regocijaba en su corazón, el cual parecía estar  muy alocado ese día.

Al terminar Adrien aquella melodía, ella estaba desbordante de sentimientos. —En realidad es muy bueno tocando, despierta con la música fibras tan sensibles que nunca antes creía tener.—Pensaba Marinette.
—Magnífico—Aplaudió  eufórica ante tal melodía — ¡Eres increíble Adrien! En verdad tienes un gran talento. —Se acercó a él con un tulipan morado en manos que no demoró  en entregarle sin importarle en lo más mínimo que alguien pudiera pensar o si él la tachaba de pilla, cosa que no creía propia de un caballero como él. —En cuanto a las clases, me parece perfecto, siempre y cuando no tengas inconvenientes.—Estaban platicando amenamente, se sentían tan bien con la compañía, por lo que Marinette parecía perder el contexto que los envolvía, dejando a un lado todo solo para admirarlo con una gran sonrisa en los labios, producida por la gran atmósfera rosa que se formaba en su mente.— Me alegra tenerte —Tartamudeó — Eh, es de...decir me alegra tener a un a amigo como tú. No pudo evitar sonrojarse.

Él tomó con algo de confusión aquel regalo;  su madre le había hablado del significado de las flores durante mucho tiempo. Más allá de la aplicación medicinal, gran parte de las  flores estaba allí gracias a su progenitora. Besó la mano que le daba la flor y en ella depositó un lirio blanco — Gracias Marinette.

Se enfrascaron en una gran hora de lección en donde Marinette se percataba de los grandes talentos que poseía el joven, que además de pulcro y caballero le daban ese aire intelectual que a cualquier mujer cautivaría. Ella, por ejemplo, pero creía que era solo una mala jugada de su mente, no debía dejarse llevar por las apariencias,  no podía olvidar que todo aquello era un trato que en cualquier momento se rompería al haber encontrado alguno de los dos el verdadero amor.

—Eres toda una monada Adrien; Pianista, violinista, buen maestro ¿Qué sigue? Un... ¿héroe?—Bromeó sarcástica.—Dime que escondes ¿Eh? —Le dio un codazo amistoso mientras hundía sus ojos azules  en las verdes esmeraldas de Adrien. Él se puso algo nervioso ante sus preguntas, ¿Ya lo sabría acaso?

Adrien palideció. Era la segunda vez que sus comentarios le apuntaban a su nueva segunda identidad. Seguro aún no soy un héroe, más bien he sido un bandido.
 Retomando la compostura, continuó:

—Bueno, no lo creo, aunque agradezco tu comentario, mas bien es que eres una excelente alumna.—le sonrió -Tú serías mejor candidata a Heroína, yo sería... un desastre —intentó desviar el tema.—En tan corto tiempo me has salvado en mi llegada a casa —Se apoyó sobre la mesa, contemplándose.— cuando padre me lo contó quise salir corriendo, pero ahora estoy mas que agradecido, nunca antes me divertí tanto, es un placer pasar tiempo contigo la verdad.—Respondió él sintiéndose incapaz de corresponder de una manera apropiada y desviando su mirada hacia el exterior. —Oh rayos... Marinette, debemos regresar.

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Los tulipanes morados significan renacimiento, eso quiere decir que Marinette esta dispuesta hacer una vida junto a Adrien ¿De qué forma? 😏.

Mientras que el lirio blanco que le dio Adrien significa un corazón tierno, te quiero y confío en ti ¡Awww! El pequeño acaso ¿Se ha enamorado?

Nos vemos ❤

Fil Rouge Du Destin (El Hilo Rojo Del Destino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora