Capítulo 33.

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Capítulo dedicado a @Adriana0318 .

 Capítulo 33| Uno no puede renunciar a lo que uno nunca tuvo, y yo nunca fui tuya

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 Capítulo 33| Uno no puede renunciar a lo que uno nunca tuvo, y yo nunca fui tuya.

Melanie.

— ¡No olviden que debemos usar tacones negros!— Exclamó una de nuestras compañeras.

— ¡No lo olvidamos!— Le contestó la rubia.

Tras terminar las clases mi amiga y yo nos despedimos en la entrada, recordándome por cuarta vez en la mañana que no olvide los tacones negros para la siguiente presentación.

Al salir veo a mi hermano mayor parado apoyado en el auto que rentaron al llegar a la ciudad junto a Liana quien estaba agachada jugando con unas piedras pequeñas.

— ¡Tía!— Gritó mi sobrina apenas me vio, sonrío y abro mis brazos invitándola a que venga y lo hace.

Liana corre y me abraza con todas sus fuerzas y al separarse sus manos pequeñas se posaron sobre mi vientre.

— ¿Qué tienes hay?— Preguntó en susurró.

— Un bebé.— Le respondo en el mismo tono, a lo que ella sonríe y se gira a mirar a su padre. Cargo a Liana en mis brazos pero apenas lo hice mi hermano mayor me la arrebata causando que la pequeña se quejara.— ¿Por qué? Yo quería llevarla.

— La abuela ha dicho que tu embarazo de alto cuidado así que quiero evitarte problemas.— Dice, sin más los tres volvimos al auto.

Christopher sentó a Liana en su silla para niños y rodeo el auto para subirse. Mi hermano sigue un tanto enfado pero no como al principio, me pidió disculpa por haber reaccionado de esa forma y que sería la última vez que se comportaría como un total imbécil conmigo.

— ¿Cómo está el hijo de puta de tu novio?— Preguntó mi hermano apenas arranco el auto.

Lo miro con molestia por referirse así a James, cuando estaba a punto de hablar oí la risita de mi sobrina en los asiento de atrás del auto.

— ¡Hijo de puta!— Exclamó la pequeña, a lo que Christopher la mira por el retrovisor con una sonrisa de orgullo en su rostro.

En cambio yo, le doy un golpe con fuerza en la espalda a lo que él se queja y miro a mi sobrina.

— Esos son malas palabras, así que no lo vuelvas a repetir.— Ella con su sonrisa mira a su padre.— Y papá tampoco dirá malas palabras frente a ti, ¿no es cierto?— Le doy un codazo.

— No más malas palabras y no le diremos nada a mami de esto.— Liana llevó su dedo índice a sus labios en forma de silencio.— Esa es mi niña.— Le guiñó un ojo.

— No le enseñes palabrotas a la niña.— Le regañó.

— Se me salió pero aun no respondes a mi pregunta, hermanita.— Dice, volviendo a colocar la vista al frente.

Choose me: Un Final Definitivo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora