(Segundo libro de Choose me)
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― ¿Esto se acabó?― Pregunté, al borde de que mi voz se quebrará.
― Sí, lo nuestro termino.
Respondió él y yo con lágrimas en mis ojos, me doy...
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Capítulo 27| Quería oír por última vez lo mucho que ella me amaba.
James.
Iba conduciendo a toda velocidad hundiendo mi más pie en el acelerador hasta el fondo, los gritos de dolor de Scarlett comenzaban a desesperarme.
— ¡Me duele!— Chilló, sus manos estaban manchadas en sangre mientras apretaba la herida de bala.
— ¡Ya te oí!— Busco algo para que ella cubra la herida y suelto las manos del volante por un momento para romper un trozo de mi camiseta y se la entrego volviendo a poner mis manos sobre al volante al perder por unos segundos el equilibrio.
Son pasados las dos de la madrugada y agradezco que esta noche no hubiese tantos vehículos, miro a la castaña a mi lado y su cuerpo estaba sudando. Noto como le cuesta respirar y vuelvo a poner mi vista en frente.
Necesito llegar, debo llegar.
— N-nos vienen siguiendo...— Musitó, miro por el retrovisor y compruebo que un auto negro nos viene siguiendo a la misma velocidad.
Nos aproximábamos a un semáforo y fue entonces cuando oímos disparos y por inercia ambos nos agachamos. El llanto de Scarlett me estaba poniendo de los putos nervios.
— Tranquila, no estamos lejos del hospital.— Le tranquilizo, entonces siento su mano en mi pierna y me mira con miedo.— Todo va a estar bien.
Los disparos comenzaron hacerse mucho más cercanos y mi acompañante grita al oír el vidrio trasero romperse. Le pido que se cubra los oídos y lo hace mientras solloza en silencio.
— ¡Demonios!— Golpeo el volante con fuerza.
— N-no aguanto más el dolor...— Se quejó, trago saliva con dificultad y noto el cansancio en su voz.
No, no, no te desmayes.
Vuelvo a mirar por el retrovisor y compruebo que el auto seguía detrás de nosotros pero a una distancia más lejana, pero en entonces sé que ellos no iban a darse por vencido hasta vernos muertos ¿cierto? pero no iba a permitirlo, debía salvarle la vida a Scarlett.
No debí haberla dejado sola...
Vuelvo a pasarme un semáforo sin mirar esta vez a los lados y aprieto el volante entre mis manos acelerando lo que más podía para poder perderlos.
— ¡James!— Gritó Scarlett.
Y todo paso en cámara lenta, un auto choca en el lado izquierdo de mi auto. El impacto fue desgarrador al momento en que este comenzó a voltearse una y otra vez chocando con una branda de contención, los vidrios del auto estallaron y pequeños pedazos se incrustaron en mi cuerpo.
