Prólogo 2.

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Di un paso y giré la cabeza para buscar el apoyo de Ahnees, y ella me sonrió y me hizo una señal para que avanzara. El estúpido de Dave sonreía también, maliciosamente.

«Oh,que esto acabe pronto.»

Seguí mi camino. Hacía bastante frío, claro que era invierno, diciembre. Sólo llevaba una chaqueta de cuero encima, algo estúpido por mi parte. Intenté hacer frente al frío a pesar de que estaba tiritando.

—Tres, cuatro, cinco...

Decía en voz alta para que se captase en la cámara que grababa. La linterna era potente,podía ver a larga distancia. Miraba a todos lados siempre alerta. Atravesé los árboles hasta que dejé de ver la valla y por tanto a Ahnees. La niebla empezaba a ser cada vez más extensa. Intentaba estar calmada, de verdad lo intentaba. A ratos oía una rama crujir por una pisada. Entonces me giraba, pero no había nada a mi espalda. Y no debería haber mirado atrás, es algo que aprendí y se grabó en mi mente.

Seguíaavanzando y sonreía, pensaba que era estúpido, que yo era estúpida. Quisiera pensar que era Ahnees. Pero no lo era.

—Veinticinco, veintiséis, veintisiet...

Me choqué contra un árbol. Caí de espaldas y de milagro no me ensucié. Eso sí fue estúpido. No miré a mi frente porque estaba pendiente a la pantalla de la cámara, que tenía visión nocturna. Me levanté y seguí contando, ahora susurrando.

—Veintisiete...

Repetí. Todo estuvo tranquilo por varios minutos, que pasaban lentamente, interminables. Empecé a tranquilizarme, andé recta y no encorvada. Ya no movía la linterna hacia todos lados presa del pánico. Mi camino sería recto y mis pasos seguros. Olvidé el proyecto, olvidé que hacía frío y olvidé que podía perderme. Suponiendo que Ahnees saltara la valla, estaría haciendo mejor trabajo que yo.

—Noventa y nueve... cien.

Solté un suspiro de alivio muy largo. Me estiré y sonreí victoriosa. No paré la grabación y seguí mirando por la cámara, por si captaba algo de lo que no me hubiera percatado. Esperé a Ahnees pacientemente.

Pero Ahnees no llegaba. Comencé a preocuparme y quise volver hacia la verja, aunque fuera yo sola, volví sobre mis pasos rápido. Fue una mala idea hacer eso. Ni siquiera debí haber saltado la verja. Nunca. Todo empezó a ir mal desde que cogí la nota. En ella estaba escrito "Follows". Junto con un pino y una figura  humanoide. Yo sabía muy bien de qué se trataba, lo conocía muy bien. Apoyé mi espalda en el árbol para cubrirla y mirar hacia todas las direcciones. No me movía,sólo mis ojos recorrían cada uno de los huecos sin revisar. Pensé que podría ser una broma de Ahnees. Intenté calmarme y respiré hondo. Tragué saliva y ordené a mis piernas que se movieran, y así lo hicieron a pesar de que yo no me quería mover.

Me topé con un camión. Lo miré por todos lados,lo examiné. Estaba aparcado delante de algo que parecía un cobertizo e intenté abrir su puerta. Cerrado. En ella había otra nota diferente, decía "Behind you". Agarré por una esquina la nota, dubitativa, no sabía si tomarla o no.¿Era Ahnees?¿O era...?

Pisadas a mi espalda. Di un brinco. Me guardé la nota en el bolsillo de mi chaqueta de cuero al momento. Estaba de espaldas a él. Respiraba con dificultad, tomaba grandes bocanadas de aire. Mi corazón iba a mil, sentí que podía salir de mí. Llegué a pensar que los latidos de mi corazón se escuchaban por lo alto, que él también los escuchaba. No encontraba el valor para girarme. Dar la cara. Pero lo hice. Lentamente,me giré, con la cabeza bien alta.

Slender: Don't go in the woodsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora