La Hija del Mar. (Nico di Angelo)

Romanos

Jean Parnell.

< Me encanta volver a recordar esa... ¿Cita? Aunque sufriría después, me gusto pasar todo ese tiempo con él. Porque no solo fue es día, fueron todos los necesarios para volvernos más cercanos y se iban poniendo menos incomodo, el sonreía con más facilidad, se acercaba más a mi. También iba adquiriendo más amigos. Y yo cada día mas enamorándome de algo difícil. >

-Jean.-susurró alguien

Yo voltee, no encontraba a nadie. Estaba donde comenzaba el bosque, unas semanas o tal ves unos meses desde la primera vez que pise el Campamento Mestizo.

-Jean.- me callo algo desde arriba, y mire hacía esa dirección. Nico di Angelo se encontraba trepado en un árbol, sonriéndome.
Trepe el árbol.- no se como se te ocurren todas estas cosas.- le dije cuando ya esta arriba, junto a él, cuidando de no mover demasiado la rama donde estamos.

-se ve muy bonito, más cuando esta la fogata y todo lo demás esta oscuro.- miro donde estaba el comedor y todas la cabañas, yo también lo hice.
Y tenía razón, se veía lindo.- ¿y que tal?- pregunto Nico

-se ve bonito.- le respondí

-no me refería a eso.- le miré.- ¿cómo estas tu?

-oh, bien.- sonreí.- esta tarde luche contra Percy, dos de tres, la tercera la peleamos en el Anfiteatro yo gane, Annabeth estaba más que orgullosa y Percy también pero estaba avergonzado porque perdió contra una chica en público, debiste de haberlo visto.- me reí.- ¿y ti como te fue en el Campamento Júpiter?-

-bien, hable con Hazel, Frank y Jason me recibieron muy bien, como siempre. Pero...- se aclaro la garganta y se puso rojo.- hubo alguien que me recibió con demasiado cariño.- dijo

-¿eso es malo?- le pregunte.- la verdad no se a que te refieres.-

-Reina, la Pretor de la Duodécima Legión.- asentí, la chica que quería con Jason, Percy y no se quién más.- se... Se me insinuó.- se me quedo mirando, viendo como reaccionaba, yo estaba sorprendida. Esa chica quiere que la mate.

-¿qué te dijo exactamente?

-me dijo que quería hablar, fuimos a una habitación, donde había dos perros me dijo que a ellos no le gustaban las mentiras.- trago saliva.- me pregunto que si me parecía guapa, le dije la verdad.-

-¿cuál es esa verdad?

-le respondí que si.- respondió Nico, estúpido niño hueso, estúpida Reyna cree que todo los hombres son para ella.

-aja.- le respondí sin que viera mi enojo.

-luego me pregunto algo sobre SALIR, le dije que no porque tenía a alguien importante.- miro a otro lado.- practicante no le mentí, tengo a alguien importante aquí, ah... .-

-ah sí, ¿quien es?- le pregunte. Solo trataba de no verme enojada o algo así.

Se río.- eres tu Jean, eres una buena amiga. - yo le sonreí.

-y dijo que cuando viniera le encantaría conocer a esa persona.- dijo, luego se vio incómodo.- pero pronto vendrá y no tendré a esa persona.

-bueno.- me encogí de hombros.- dile que esa persona soy yo, no le mientes.- sonreí

Luego miramos hacia el campamento y no dijimos nada, ese momento no se necesita nada más que el silencio pacífico.

-somos amigos, cierto.- dijo Nico como si formulara una pregunta.

-sí.- dije obvia.

-entonces estamos para confiarnos emm... secretos.- dijo nervioso, si el trataba de decirme algo; aun no estaba listo.