• LuHan es un artista de cartón, voz fantástica y un talento para las sonrisas falsas, con una apariencia aparentemente dulce pero una personalidad preocupante, su empresa ya no sabe qué hacer con él.
Oh Sehun es un entusiasta muchacho que ingresa e...
Pero no puedo hacerlo aunque lo intente (déjame libre)
Porque mi corazón es patético (déjame respirar)
Vivir así está bien, solo respirando Solo estar con vida, está bien ¿Por qué no?
Estoy de acuerdo con esto (déjame libre)
Como sea, esto es lo mejor para mí (déjame respirar)".
—ERROR, VIXX.
~•~
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Esa mañana había sido la más tranquila de todas desde que estaba allí.
Sehun había despertado acurrucado y atrapado entre los brazos de LuHan, mirándolo con cierto brillo cariñoso en los ojos al recorrer sus rasgos fáciles, grabando cada detalle en su mente. La escena era simplemente abrumadora, no había tensión ni una pizca de miedo en su sistema, simplemente estaba allí, sereno y tranquilo ante la cercanía cuando antes era tan recio a ella.
De todas formas, el mayor no había tardado tanto en despertar y minutos después ambos miraban el techo mientras conversaban de cosas triviales y sin importancia, dándose cuenta de lo compatibles y cómodos que se sentían uno al lado del otro cuando no estaba el miedo presente y entre ellos. De alguna manera, el menor se había sentido completo y gustoso cuando LuHan le brindó una sonrisa y no encontró rastro alguno de perversión o crueldad, solo era eso, una genuina y preciosa sonrisa que atesoraría hasta el fin de sus días.
Desanimado, siguió cada palabra que le había dicho LuHan y comenzaron a ponerse en marcha, levantándose de la cama y arreglando las cosas sobre el colchón en completo silencio, pronto dirigiéndose a la ducha y bañándose juntos con uno que otro roce casual que ninguno de los dos buscó profundizar.
Era como si entre ellos nunca hubiera existido los problemas, era como si fueran una pareja tan común y normal como las demás, puesto que la confianza había sobrepasado los límites ese día y LuHan, aún muy extrañado por el radical cambio, no preguntó qué sucedía.
Simplemente porque era demasiado bueno para arruinarlo y quería disfrutar de aquello lo mucho (o poco) que durara.
— ¿Qué quieres hacer ahora, Sehun? — la pregunta de LuHan rompe el silencio.
