Nos preparamos, vestidos con el uniforme del instituto y salimos camino de la primera clase que, según Ormah, se trataba de cienciología de las artes. Cuando abrimos la puerta, nuestros pies fueron clavados en el suelo mientras veíamos como un chico corpulento se encontraba subido en una mesa con una silla levantada sobre su cabeza mientras pedía, a gritos y con notable enfado, que se callaran. A su lado, sentada tranquilamente sobre la mesa mirando atenta a las aterradas caras de sus compañeros, se encontraba una chica... Me acerqué a ella mientras los demás buscaban asiento lo más lejos posible del chico.
- Hola- La chica me miró, colocando bien sus gafas y me regaló una sincera sonrisa.- Soy Astarth, es un placer.- Le cedí mi mano mientras esperaba que esta la aceptara, lo hizo.
- Soy Dana, el placer es mío.- Volvió a colocar sus gafas y miró al chico, quien seguía subido en la mesa y se disponía a lanzar la silla hacia una de las esquinas de la clase.
- ¿No se está comportando de una forma un... poco exagerada?- Pregunté a la chica frente a mí pero, para mi sorpresa, esta negó con la cabeza y me sonrió.
- En realidad él tiene todo el derecho para responder así... ellos no paraban de hablar y a la profesora que imparte esta materia no le gusta nada el desorden, por lo que siempre consiguen dejarnos castigados.
- Ya veo...
- Cariño...- El chico me interrumpió mientras se sentaba dejando a Dana entre sus piernas y rodeando su cintura con los brazos.- ¿No me vas a presentar?- Me miró sonriendo- Soy Chuck, el portavoz de la clase y novio de la preciosa Dana, es un placer, novata.- Dijo giñándome un ojo, asentí.
- Soy Astarth, un placer.Nos separamos de ellos y buscamos asientos libres, situados a la mitad del aula. Pronto, todo el ruido cesa y la muchedumbre vuelve a sus lugares correspondientes, dejando paso a una chica rubia, con melena azulada y rizada que se alargaba hasta en comienzo de sus caderas. Pasó junto a nosotros sin alzar la vista y colocó sus pertenencias en el último pupitre del aula, situado en la esquina izquierda de esta. Nos miramos sin darle importancia e intenté comentarle algo a Bäel, sentado a mi lado, pero un carraspeo nos interrumpió:
- Son nuestros sitios,- una voz dura y feroz nos hizo separar nuestras miradas y centrarnos en el par de gemelos que se encontraban frente a nosotros.- ¿nos los devolvéis?- alegó la chica con una disimulada sonrisa.-No tienen vuestros nombres.- Susurró Lian. Miró a la chica.- ¿Algo que alegar?- preguntó mientras sus colmillos comenzaban a largarse.
- No, pero porque es el primer día.- Señaló Nerión, acto seguido giró su cabeza y miró al chico.- ¿Buscamos otro sitio, Iago?
- Quiero el mío.- Objetó el chico que, aún viéndose corpulento y bastante maduro, sonó como un auténtico niño pequeño.
- Te aguantas, camina.- La chica nos guiñó un ojo y siguió su camino.
Tal vez pueda ser amiga en un futuro... Pensé, sin embargo, mis ojos se posaron en la chica nueva, quién también me miraba con esos ojos azules tan característicos de los seres acuáticos. Le sonreí, a lo que esta enrojeció y bajó su mirada. Una pequeña risa se escapó de los labios de Bäel.
-Es mona...- Comentó más para él que para el resto de nosotros, sin embargo, asentí a su comentario, pues era cierto.
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Ángeles entre demonios
FantasyFranz Drauk School, una institución fundada hace más de 507 años con el fin de ayudar a diferentes tipos de monstruos a mejorar y controlar sus habilidades. Hace casi 137 años, la escuela sufrió una invasión terrible causada por una nueva instituci...