(POV Bäel)
Llegué corriendo al edificio sin siquiera pensar que es lo que se encontraba en su interior. Aquello era lo que menos me importaba en ese momento, lo que de verdad me hacía falta era alguien que le pudiera esconder en él por un tiempo.
Corría sin mirar por donde iba y sin querer choqué con una chica -Ah...- dijo mientras se levantaba e intentaba recuperar la respiración. Observé a la chica de arriba abajo y le tendí la mano para tratar de ayudarla a levantarse. ~A lo mejor ella puede ayudarme~ pensaba mientras la chica tomaba mi mano y se levantaba.Tras haberle insistido un poco la chica accedió a esconderme durante un tiempo, cosa que le agradecía con todo mi corazón.
-Y bueno, Astarth...- dije con una sonrisa -Dime...¿que es esto?- pregunté.
-¿Un instituto? Ahora enserio, si no sabes ni qué es esto, ¿qué haces aquí?- Me mira intrigada y con una mueca de pequeña superioridad en los labios.
(POV Astarth)
Llegamos a un gran salón situado al final de un largo recorrido de pasillos llenos de puertas. Toqué dos veces y miré a Bäel, quien se encontraba completamente serio mirando al frente, siente mi mirada y me mira de lado.
-Si preguntan, somos hermanos.- Me coge la mano.- Compórtate como tal.
-Sí, como somos tan iguales seguro que cuela... Suéltame y no te aproveches.- Digo deshaciendo el roce que nos unía. Me mira serio.
-Soy adoptado.- Me vuelve a tender la mano. Esta vez no le niego el agarre.
- Señores.- Alguien a la espalda llama nuestra atención. Nos giramos.- Siganme.- No soy capaz de ver de dónde procede esa voz, una sombra se aproxima a nosotros y levita indicándonos el camino. Llegamos a una habitación en la que ya se encuentra una chica, en camiseta corta y pantalones vaqueros cortos. Se sobresalta y nos mira.
- ¡Hola!- saluda con una sonrisa.- ¿Sois mis compañeros de cuarto?- Mira a Bäel mientras se acerca a él.- No me molestaría...- Sonríe a Bäel dándole un suave beso en la mejilla. Este, ante el roce no aceptado, la aparta con un suave empuje pero que lleva la fuerza suficiente como para hacer que retroceda varios pasos. Bäel se acerca más a mi, pasando un brazo por mi cintura.
- Soy su novio, déjame en paz.- Le miro sin comprender y le aparto suavemente.
- Soy Astarth, perdona a este imbécil.- Saludo a la chica, quien cambia tu tez seria llena de desconcierto por otra agradecida por romper la frialdad que se podía respirar.
- Ormah, encantada, belleza.- Me abraza.- Vamos a ser muy buenas amigas.- Coge mis manos y me sonríe, separándose de mi.
- Mm... Sí... Eso espero...- Río avergonzada y vuelvo junto a Bäel.- Tú te ibas ya, ¿no?
- Yo... Per-No... Osea... ¡Me dijiste que me-!- Tapo su boca sonriéndole y, cogiendo su mano con determinación, le arrastro fuera de la habitación.
Caminamos en silencio hacia la salida del instituto y seguimos el camino hasta estar separados de las ventanas más próximas al suelo.
-Veamos, vas a quedarte por los alrededores del instituto y en la noche vienes a la habitación, Ormah por la mañana se irá y te quedarás allí. Solo. ¿Queda claro?- Bäel me mira confundido.
- ¿Entonces no te has olvidado de mi? ¿No me vas a echar?- Me mira serio.
- ¿Cómo iba a hacerlo? Hice una promesa y he de cumplirla... Si los demonios no se ayudan entre ellos...
- Aguarda, ¿demonios?- Me interrumpe abriendo los ojos como platos.- ¿Eres un demonio? ¿Cómo has sabido lo que soy?
-¿No es obvio? Apestamos a demonios a kilómetros, todos lo hacemos.
- ¿Entonces tú también lo eres?- Asiento.- ¿Entonces podré saludarte como se suele hacer en nuestro mundo?- Pregunta acercándose a mi sonriendo.
- ¿Cómo se saluda en nuestro mundo?- Pregunto confundida. Ni siquiera sabía de la existencia de "nuestro mundo".
- Así.- Acorta aún más la distancia entre nuestros cuerpos, uniendo sus labios con los míos. Me resisto ante ese gesto que ha sido opuesto ante mi, pero sus manos acarician mi espalda y se posicionan en mis caderas, acercándome aún más a él. Me separo de él y le miro directamente a los ojos.
- Ni... Se te ocurra... Volver... A hacerlo...- Digo intentando recuperar el aire. Él sonríe de lado. No reacciono.
- Está bien, no lo volveré a hacer... Hasta que tú me lo pidas.- Sonríe de lado y se gira, comenzando a andar.
-No te creas tanto, no pienso pedírtelo .- Le grito corriendo hasta su posición.
- Vale, yo solo te aviso...- Me mira y suspira con una sonrisa decorando su hermoso rostro. No. Para. ¿Hermoso? Ahg! Cállate, por dios.- Aunque te voy avisando de lo que pueda pasar... Bueno, hasta la noche.- Y, con una sonrisa bien marcada, desaparece.
-¿¡QUÉ!? En que lío me he metido...- Camino en silencio hasta mi habitación. Ya es de noche y Bäel se aparecerá en cualquier momento y parece que Ormah no está. Creo sinceramente que estoy en peligro.
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Ángeles entre demonios
FantasyFranz Drauk School, una institución fundada hace más de 507 años con el fin de ayudar a diferentes tipos de monstruos a mejorar y controlar sus habilidades. Hace casi 137 años, la escuela sufrió una invasión terrible causada por una nueva instituci...