14.

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A pesar de la tormenta, truenos y el hecho de que tendrían que quedarse en casa todo el día si no querían —Yoongi— acabar con el mayor resfriado de su vida, ambos jóvenes estaban felices, sentados uno junto al otro en el sillón individual de la sala, con una gran manta cubriendo sus hombros, la misma que habían usado cuando Kook besó al rubio por primera vez.

Los ojos brillosos por la emoción del robot no se despegaban ni un segundo de la televisión, la cual estaba sintonizando una película romántica que ninguno había visto antes, pero el nombre logró captar la atención del castaño, y un par de pucheros bastaron para que el rubio accediera a verla juntos.

—¡Mira, van a acabar siendo pareja! —exclamo el oji-marrón como un niño pequeño, señalando la televisión y jalando la manga del adolescente para que viese el aparato, cosa que lo hizo reír.

—Lo sé, lo sé, lo estoy viendo —ladeó una sonrisa y le vio con diversión, totalmente enternecido por sus actitudes. Observó al distraído castaño con una mirada cómplice y, queriendo molestarlo, le picó la mejilla con su dedo—. Team Jacob.

 El joven castaño frunció el ceño indignado y volteó su rostro hacia su pareja, con la incredulidad impresa en sus delicadas facciones. Yoongi no pudo contener la risa ante tan cómica escena, y estalló en carcajadas que sólo logró confundir al robot.

—Team Edward —contraatacó, quitándole el bowl de palomitas.

—Jamás serán cannon —negó divertido, con una sonrisa ladina entre sus mejillas.

—¡Qué va! ¡De eso trata la película! —alzó sus brazos señalando la pantalla, perdiendo la paciencia— ¡Y está en la portada!

  Tomó el estuche donde guardaba el disco, y se lo enseñó al rubio colocándoselo justo frente a sus ojos, mientras una gran sonrisa de autosuficiencia adornaba su rostro; Yoongi sólo pudo verlo enternecido, y soltar una suave risilla mientras tomaba el objeto en manos.

—Nada los separará.

—Lo sé, kookie, sólo estaba molestándote —sonrió ampliamente ante el rubor que apareció en las mejillas del castaño, y le tomó delicadamente del rostro—. Eres adorable.

—Iris idiribli.

cien días para estar contigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora