Poco tiempo luego de comer -cosa que hicieron únicamente los humanos-, empezaron a oírse truenos tan fuertes que calaban los huesos de Taehyung, seguida de las pesadas gotas de lluvia cayendo en el techo.
Jungkook no había dudado ni medio segundo en alejarse del rubio para sentarse en un cómodo sillón que estaba ubicado junto a la ventana, dando una vista perfecta de lo que era el vecindario bajo la lluvia, cosa que él jamás había visto.
Yoongi sonreía tiernamente con sus ojos puestos en el castaño, quien admiraba hacia fuera de la casa con un pequeño brillo en sus marrones ojos, le recordaba a un niño emocionado por abrir su regalo de navidad.
-Tienes que devolverlo.
Se giró hacia su hermano, quien había murmurado aquello para que Jungkook no lo oyera; Jimin estaba sentado junto a Taehyung, con una pierna sobre la otra, los brazos cruzados y su indiferente y tan común mirada puesta en el rubio.
-¿Qué? -abrió levemente los ojos, y formó una pequeña mueca en su rostro.
-Es obvio que no has pagado mucho por él -empezó a hablar Taehyung de manera tranquila-, y eso no es bueno.
Yoongi giró los ojos irritado, le molestaba un poco el que su hermano le echara en cara que tenía más dinero que él por haber tenido suerte y haber conseguido trabajo como secretario de una mujer dueña de una prestigiosa y muy elogiada revista de modas, lo que le había abierto muchas puertas en ese tema.
-No lo compré por el costo, Tae, era algo guapo y la descripción del modelo decía que tenía capacidad de aprender como si fuera humano -se encogió de hombros, desinteresado al hablar de aquello-. Y no es como si el precio importara mucho.
-En este caso, sí -habló el castaño, para luego suspirar-. Es defectuoso.
Yoongi frunció el ceño, indignado, ¿quién se creía el para hablar así sobre algo que él se había esforzado en pagar?
-¿De qué estás hablando? -no sabía que decir, se había quedado sin palabras porque aunque no quisiera admitirlo, tenía razón.
-Oh, vamos -intervino Jimin, frunciendo el ceño-, tienes que ser ciego e idiota para no ver lo que está claro, ¿no te parece un poco raro que tenga tantas fallas? El tic facial -enumeró con sus dedos-, sus ojos, su extraña forma de comportarse como un niño.
-Jimin -le regañó su pareja en voz baja, intentando que guardara silencio o que al menos bajara la voz para que jungkook no le oyera.
-Nosotros no somos así -siguió hablando, ignorando al castaño-, nos comportamos de acuerdo a nuestro diseño y edad que aparentamos. Él parece un adulto, ¿no? -vio desafiante al rubio, quien le estaba fulminando con la mirada- Pues no actúa como tal. Está defectuoso.
-¡Jimin! -exclamó molesto Taehyung, frunciendo el ceño y sin molestarse en cuidar el tono de su voz.
-Le doy cien días a lo mucho -acabó de hablar, y luego miró a su pareja por el rabillo del ojo.
Yoongi sólo frunció el ceño, guardó su móvil en su bolsillo y tomó a jungkook de la muñeca para marcharse de aquella casa.
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cien días para estar contigo.
Fanficyoonkook : ¿por que aferrarse a algo si sabes que pronto lo perderás? adaptación, todos los créditos a sus respectivos autores. ©