Vicio

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Tu mente juega contigo, eso es lo que ha hecho desde un principio.

Cuando lo probaste te atrapó, te gustó el sentimiento de olvidar todo de una vez, te gustó olvidarlo y apostarlo todo. Al inicio de sintió bien, no había ningún problema al fin tu vida ya no podía ser peor, o eso creías.

Al crecer te diste cuenta que si seguías te consumiría, pero seguiste y te seguiste hundiendo. Ya no era una vez al mes, eran dos veces a la semana, tres veces, cuatro veces... Hasta que se acabaron las semanas y siguieron los días.

Llenaste de pecado a tu familia y los demás no lo veían,  como maniquí te exponías para cubrir las heridas.

A la persona que amabas la golpeaste, maltrataste, la insultase y violaste. Más que el dolor físico, la dañaste por dentro pero siempre haciéndole saber que no podía vivir sin ti... Y se lo creyó. 

A tus hijas también las dañaste, las golpeaste, las insultaste y les llenaste su mente de esclavitud y pérdida de fe y sueños. Terminaste con sus deseos y por poco las pierdes. Pero sigues, misma casa y mismo aspecto.

Te perdiste, te fuiste con un alma pérdida y te quedaste.

Te perdiste, el alcohol te nubló y te dejó ciego.

Te perdiste, el tabaco te llenó de odio y desesperación que no encuentras la salida.

Pero aquí te quedas, aún no te has ido por completo porque de alguna forma hay algo que te mantiene a regresar, tal vez sea amor o el dinero. Aún no te vas y no entiendo, porque según yo ya no te importa nada, por mas que trates de mostrar lo contrario.

Pedir perdón tal vez no sea lo suficiente para ti, las acciones tal vez no te salven, la Iglesia y las personas tal vez no te apoyen.

Cada quien se salva sólo.

ButterflyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora