Pienso que la mayoría del tiempo me esfuerzo en parecer feliz, o sentirme feliz, me atrapa esta necesidad de animarme cuando no me siento bien o cuando me llega algun sentimiento de tristeza. Me he creado la idea de que es mejor guardar las palabras que duelan y las emociones que no resisto, y todo por mi bien.
Pero hoy he ido de camino al trabajo con los audífonos puestos y en aleatorio se reprodujo una canción con tono melancólico que ameniza mi viaje, la letra y la armonía de esta canción me recordó que no es malo tomarse un tiempo para llorar, o para lamentarse de lo que haya pasado, de hablarlo...
Porque al corazón no le caben tantas amarguras y la mente se daña de crear escenas animadas tan forzadas.
Me he dado cuenta que hace mucho no he roto en llanto y que es necesario hacerlo, no para recordar lo débil que uno es como persona sino para limpiarse por dentro.
Llorar y limpiarse los mocos como te bañas después de un largo día de trabajo.
Iniciar de nuevo, inciar de cero.