La Guardaespaldas (Ed Sheeran)

Capítulo 10

-¿Puedes apurarte? - pregunté mientras jugaba con la cortina.

-Lo siento, pero no es facil hacerlo con una sola mano - respondió Ed molesto.

Resoplé y recosté la cabeza contra los azulejos de la pared. Ambos nos encontrábamos dentro de la ducha, pero antes de que sus cabezas pervertidas comiencen a imaginar cosas que no son, déjenme explicarles que ambos estábamos vestidos, bueno no con ropa, sino con ropa interior.

Ed se encontraba debajo de la canilla y yo me encontraba sentada a un lado, esperando que la estrella terminara toda su sesión de belleza.

-¿Porque me persigue la desgracia? - murmuré.

-¿A ti? Solo mírame, soy Ed Sheeran y estoy atrapado contigo, mi desgracia no puede ser peor que la tuya.

-Discúlpame diva, pero por si no lo recuerdas esta idea fue tuya - respondí al tiempo que él se enjuagaba el cabello.

"Mmm...se ve sexy"

-¡Ay por dios! -grite molesta.

Me levanté del borde de la ducha dispuesta a darme vuelta pero resbale con el agua y los restos del shampoo provocando que mi cabeza golpeara contra el suelo de la bañera.

-¡Ja! Eso te pasa por idiota - se burló el colorado.

Sin embargo yo no hice ningún comentario, me limite a quedarme quieta en mi lugar. Sentía que si melevantaba, la cabeza comenzaría a darme vueltas. Las pequeñas gotas de agua caían sobre mi cara y todo mi cuerpo y de repente comencé a sentir un líquido caliente recorrer mi cabeza, suavemente toque mi nuca.

-¿Piensas levantarte o quieres dormir una siesta? - me cuestionó Ed al tiempo que yo miraba mi mano llena de sangre - ¿Es en serio te abriste la cabeza? No eres mas tonta porque no te da el tiempo.

Mi visión se torno borrosa y mis ojos comenzaron a pesar mas de lo normal. Escuché que Ed cerraba las canillas del agua y con esfuerzo vi como se agachaba.

-Ed...llévame a la cama- murmuré.

-Gnomo no es momento pada que tengamos sexo.

-Es en serio...lleva...llévame a la cama- pedí.

El pelirrojo bufo molesto pero de igual manera paso una mano por debajo de mis rodillas y otra por cintura. Algo realmente complicado si estas esposado.

-Dios, Stuart tendría que haberte hecho una evaluación primero, no puedo creer que seas tan entupida.

Sentí como tomaba algo y luego salíamos del baño.

-Bien, dejame suavemente en la cama, no...- antes de que pudiera terminar, Ed me lanzo como si fuera una bolsa de papas - Que amable - agregué con sarcasmo.

Me incorporé como pude y me senté en el borde de la cama, la sangre seguía corriendo lentamente.

-Ed necesito algo para curarme.

El pelirrojo que se encontraba a un costado tomó un pequeño botiquín y lo abrió. Sin decir una sola palabra tomo algodón, lo mojo en un poco de alcohol y lo coloco detrás de mi nuca. Yo lo observaba en silencio.

Suspiró pesadamente y se sentó a un lado en mi cama, mientras aun sostenía el algodón.

-Un poco más y casi se te sale el cerebro - dijo observando mi herida - Aunque dudo que tengas uno.

-Que coincidencia yo pienso lo mismo de ti - respondí girando la cabeza para mirarlo.

Sus profundos ojos celestes se clavaron en los míos. Por un instante pensé que lanzaría una catarata de insultos, pero sin embargo su mirada se quedo en la mía. Sentía como si estuviera leyendo mi alma y todos los pensamientos que pasaban por mí cabeza.