LayHan- Problemático ¿Amor?

¡¿Quién diablos es éste chico?!

"¿con quien coño me metí ahora?”, pensé,sí, definitivamente estaba en mi departamento.

-mierda- posé mi diestra en mi cabeza, joder, ¿por qué duele tanto? seguro me dieron alcohol adulterado en ese maldito bar de cuarta en  el que me metí anoche ¿en qué mierda estaba pensando cuando entré ahí?

Mi vista se posó en el redondo y perfecto trasero de piel blanca que sobresalía entre las sábanas. ”Seguro anoche fue un excelente sexo, mierda, si tan solo recordara algo", el cuerpo comenzó a moverse sacándome de mis pensamientos. Casi pego un grito al observar aquél rostro ¡ésto tiene que ser una puta broma!

-¡¿Un chico?!- mi voz sonó como  un grito incrédulo, el chico simplemente me observaba sin saber que decir.

-¿Quien diablos eres?- recorro con la vista todo el cuerpo del chico, joder, si bien era cierto que yo me metía con quien fuese por un poco de sexo, con hombres no, eso si que no, yo no era un puto marica. ¡Eso no! -¡Y vistete ya, hombre!- gruñí al verlo todavía desnudo, la imagen me provocó un asco al instante, jamás había sentido atracción por un chico, suspiré agradecido de no recordar nada de la noche anterior.

-Yo…yo no sé como llegué aquí- musitó entre dientes, su voz sonaba como la de un pequeño cachorro asustado, sentí pena por él, seguro la estaba pasando peor que yo.

-Pues yo tampoco sé como diablos llegaste aquí, pero te aseguro que fue un completo y maldito error.

-Yo…- su mirada parecía perdida, demasiado confundido, como si luchara por organizar sus ideas, después de un pronunciado silencio habló…

-¿Sabes mi nombre?- Tiene que estar de joda.

-No, no tengo  ni idea de quien eres.

-Ni yo- Sí, definitivamente este tipo está de joda.

-Deja de decir tonterias y anda ya de aquí, anda que aquí no ha pasado nada- me pare bruscamente de la cama, buscando mis pantalones y colocándolos al instante, bufé al notar que el tipo ni se movía, seguía perdido en Sí.

-¿En verdad no sabes mi nombre? ¿nada?

-¡Joder, te he dicho que no se nada, andate ya!- este chico estaba haciéndome enfadar, lo quería fuera de mi casa ya.

-Lo siento…- por fin se había movido de la cama y comenzaba a vestirse, eso era un avance. No dije  más, me limité a observarlo, tratando de apresurarlo. De repende comenzó desesperado a buscar entre sus bolsillos.

-¿Perdiste algo…?

-Uh, no, no en realidad, bueno, sí, mi identidad- me miró, sus ojos comenzaban a tornarse completamente cristalinos, y ahí, delante  de mi estalló en mil pedazos, desplomándose en el suelo, llorando amargamente, y yo de pie allí, sin poder comprender nada.