{KyuSung} Dulce Tentación. ( Terminado)

03. ¡Estás aquí!

Kyuhyun se encontraba sentado en la silla de su pequeño escritorio, leyendo un libro con tranquilidad. Después de haber sacado el coraje que tenía dentro y el obstáculo que le impedía tener a JongWoon a su lado, se sentía más tranquilo y cómodo, sin embargo, comprendía que su pareja perdería la cordura.

Hangeng apareció a su lado después de cumplir con su última orden. El cuerpo de Minha había sido dejado cerca del bosque; el joven Conde tendría que darle una lección a JongWoon por no cumplir con su palabra y, sobre todo, por jugar con sus sentimientos.

—Bien hecho, Hangeng, como siempre, un buen trabajo —dijo Kyuhyun, sin apartar la mirada del libro que tenía entre sus manos.

—¿Por qué no me pidió que llevara el cuerpo limpiamente? —Hangeng sabía perfectamente que no debía preguntar, pero su curiosidad era grande y tenía un presentimiento extraño.

—Se lo merecen, se merecen todo esto, y más, por entrometidos; nadie puede proteger a JongWoon de mí, él es mío y nadie puede ni siquiera tocarlo, solo yo —contestó el castaño.

—El joven JongWoon no lo aceptará, y menos ahora. —Se sinceró el más bajo.

—Él ya es mío, así me acepte, o no, y guarda silencio antes de que pierda la paciencia.

—Mi deber es cuidarle la espalda, soy su mayordomo y debo ser sincero con usted; esta situación podría complicarse en cualquier momento.

—No me importa, no quiero a nadie más que no sea JongWoon, te lo he dicho miles de veces —contestó, una vez más, Kyuhyun, esta vez, cerrando su libro con fuerza y mirando fijamente a su mayordomo.

—No permitiré que las cosas se salgan de control, Joven Kyuhyun.

—No te metas más en esto, Hangeng, no quiero ser yo quien te mate ahora mismo, sin que hayas podido estar con el estúpido de Heechul.

Hangeng solo miró a Kyuhyun y negó varias veces con su cabeza, la obsesión de su joven amo por el moreno, era demasiado alta que podría tener muchos riesgos y complicaciones con el tiempo.

—Lo siento joven amo, pero no permitiré que usted siga dañándose —habló el de cabellos rubios.

—No he pedido tu permiso para hacer lo que a mí se me plazca, ahora vete, no quiero hacerte daño. ¡Hangeng, evita hablar y vete! —Kyuhyun se puso de pie y colocó su libro en el estante donde antes se encontraba.

Colocó sus manos en los bolsillos de su pantalón y se dispuso a salir, sin tener mucho éxito.

—Debe pensar con la cabeza fría.

Kyuhyun se detuvo, lo que más odiaba era que alguien le ordenara qué hacer y, sobre todo, que desobedecieran sus palabras. Su mirada, la fijó en la gran puerta que tenía frente a sus ojos; el coraje estaba en todo su cuerpo, no permitiría a Hangeng hablar de esa manera, por más que este fuera su mayordomo.

—¡Guarda silencio! —gritó Kyuhyun.

—Joven a...

Las palabras de Hangeng no pudieron salir por completo. Kyuhyun lo tenía sujetado, con una de sus manos en el cuello; el agarre era fuerte, impidiendo que el aire pasara a los pulmones del más bajo.

Los ojos de Kyuhyun tenían un rojo oscuro, muestra del odio que tenía por dentro. El coraje hizo que Kyuhyun levantara del suelo el cuerpo de Hangeng con sus manos, el agarre no se suavizó en ningún momento; el de cabellos rubios no despega la mirada de su amo, se sentía pequeño, pero nunca bajaría la guardia, no estaba en sus planes rendirse y dejarse asesinar.