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Un día, mientras Tsukishima, Kageyama y Hinata esperaban el tren para ir a la universidad (Yamaguchi se había quedado en la casa de Yachi la noche pasada y por eso no estaba con ellos), el pelinaranja había comentado lo pasado en la cafetería hace un tiempo.

—¿Conoces a ese chico, Tsukki? El pelinegro, digo—Hinata se balanceó sobre sus pies, apoyándose en Tobio para no caer.

—Un poco, es fastidioso—respondió Kei desinteresadamente.

—Pero te gusta, ¿cierto?—volvió a preguntar Shoyo, quien soltó una risita cuando estuvo a punto de caer y Kagayama lo sostuvo entre sus brazos, soltando un "idiota" de paso.

—Tal vez—esta vez sonrió mínimamente y Tobio pudo sentir su mandíbula descolocarse, las veces que había visto a Tsukishima "todos son moscas para mí" Kei sonreír fueron contadas con una mano, ¡Hasta se arriesgaría a decir que con tres dedos!

—Eso es bueno, ya te falta algo como lo que tenemos con Tobio—dijo Hinata sin malas intenciones pero haciendo fruncir el ceño a Tsukki, luego besó delicadamente al pelinegro.

—Pues, por mi parte no me gustaría tener a un Kageyama como novio, ni sé cómo es que lo soportas—habló el rubio, mirando despectivamente a la pareja, más concretamente a Tobio.

—¿Qué estás diciendo, maldito?—Kageyama se separó a duras penas de Hinata y tomó a Tsukishima del cuello de la camisa, empezando, como todas las mañanas, una pelea.

Shoyo los ignoró y cuando vio acercarse el tren, separó a su novio de Kei y ambos subieron al transporte, seguidos de cerca por el alto.

To know us || KuroTsukiWhere stories live. Discover now