Amor fugaz de piscina [Terminada]

Piscina #41

Otra vez en la piscina infantil.
Otra vez, abandonó la apuesta antes del tiempo estipulado.

Esta ridiculez se está volviendo costumbre. ¿Desde cuando yo, pierdo contra Marie? Maldita, maldita sea.

Al salir de la zona de niños, y de haber echado un vistazo a Sae, Anie caminó directamente al árbol que se encontraba apartado de todos y se acostó en el césped, tenia demasiado sueño.

Ethan del lado de las piscinas, se acerca a la reja que dividían ambos sectores para poder hablar con Anie.

- Hey, ¿tienes sueño?

Anie entre abre los ojos y los cierra. Ya cansada de que la molesten... suspira, pero no responde.

- Bueno, solo queria pedirte disculpas y...- Ethan vio que un chico mas se acerca hacia donde estaban y se olvida de lo que estaba diciendo.

Douglas.

Este se agacha, estira la mano y le toca despacio el hombro para que ella se levante. 

Anie al sentir el tacto de sus dedos sobre piel se retuerce de escalofríos y se erizan todos los vellos de sus extremidades. No le queda opción que detener su intento de siesta para saber que es lo que Douglas deseaba decirle. Ethan se retira sin decir nada mas, ya entendió todo. 

Sin embargo, Douglas tampoco puede decir nada porque el grito de la madre de Anie interrumpe cualquier conversación. Ya estaban por cerrar la piscina. 

La chica que deseaba darse el ultimo chapuzon, se levanta y no lo mira. Simplemente camina hasta donde estaba su madre y Sae, que estaban en la piscina de adultos por capricho de la niña. 

Douglas se rinde y se va con sus hermanos, también para disfrutar de los últimos minutos.

Al llegar a la piscina Anie se lanza al agua y luego sale. Cuando levanta la vista, ve que el chico hacia lo mismo que ella y ayudaba a su hermano mas pequeño a salir del agua.

-¿Ya se van?- Grita la chica para que su madre escuche a un par de metros. 

Como Douglas estaba cerca pensó que la sirenita le hablaba a el, sin embargo no fue así y cuando se dio por aludido ya había abierto la boca para responder.

Anie se dio cuenta de ello pero no le dijo nada. Simplemente, espero a que su familia se reuniera en las mesas.

Quizás en este momento, Elena la habría golpeado por no querer relacionarse con ese chico que descubrió y que sabia que le gustaba. 

Pero Elena no estaba allí. Y Anie estaba harta de esa situación.