HAIR COLOR ✧ 𝑀𝐼𝐶𝐻𝐴𝐸𝐿 𝐶𝐿𝐼𝐹𝐹𝑂𝑅𝐷

E P Í L O G O

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2 DE SEPTIEMBRE, 2016

M I C H A E L

—Astrid, siéntate ya, nunca antes te vi tan ansiosa —gruñó Calum sentado en el suelo.

—Ni que nos viéramos todos los días —le respondió Astrid.

Luke soltó una carcajada por el comentario de la chica. Un bullicio y varias voces discutiendo me hicieron fruncir el ceño, todos nos miramos entre sí y por pura sincronización nos encogimos de hombros y corrimos a la puerta a escuchar.

—Le digo que conocemos a los chicos, joder.

—Tienen pinta de ser fans.

—Pero por supuesto que somos fans, y también somos sus amigos.

Era Lovey.

Lovey discutía con el de seguridad para que los dejaran entrar a nuestro camerino. Me hizo gracia ya que ninguno de nosotros se disponía a abrir para afirmar el hecho de que eran nuestros amigos, simplemente nos quedamos esperando el contraataque de Lovey. O Avery, quien fuera.

Tal vez hasta Alicia.

—Oh, vamos, ¿dejas pasar a Arzaylea pero a nosotros no?

Miramos a Luke quien frunció el ceño ante la represalia de Lovey y decidió abrir la puerta.

—Que se vayan, no los conocemos.

— ¿Qué? ¡Vamos, Luke, sabes que bromeo! —Se quejó Lovey mirando al rubio.

—Ya lo oíste, si no se van tendré que pedir refuerzos.

—No hace falta —me apresuré a decir—. Sí los conocemos, Luke se molestó por lo de Arzaylea.

Al final dejaron pasar a todos después de una larga explicación acerca de cómo diablos conocíamos a la loca de cabello azul y morado y a sus amigos.

Y no me digan nada, los de seguridad los llamaron así, yo sólo repetí sus palabras.

—Luke, ¿te he dicho que te odio?

—Sigo extrañando ese primer mes de amistad, Lov —le dijo Luke, ignorando su pregunta—. Ya sabes, cuando nos amabas y enloquecías.

—Cállate —replicó Lovey cruzándose de brazos.

Ashton tronó la lengua.

—Bueno, se perdieron el sound check así que...

—Ashton, por favor, es obvio que saben que se perdieron el sound check y qué sigue después de eso—interrumpió Calum—. No le hagan caso, es idiota.

Una almohada voló por el camerino aterrizando con fuerza en la cara de Calum: —Sí, no insultes a Ashton.

Alicia lo miró severamente.

Chasqueé los dedos y corrí a la mochila que traje, buscando los boletos para todos.

—Olvidé darles esto, chicos —les anuncié comenzando a repartirlos.

Lovey me miró sonriente cuando le entregué el suyo.

—No volverá a suceder.

—Por supuesto que no —estuve de acuerdo con ella.

L O V E Y

— ¿Calum?

— ¿Ahora qué, Lovey?