Tuyo. Eternamente.

1.7K 204 34
                                    

Usami estaba preocupado.
Miyagi, confundido.
Y Hiroki, muerto.
Nowaki estaba esa noche en la casa, recibió al profesor, que venia con lágrimas en los ojos.
—¿Lo ves, Hiro-san? Nadie mas que yo puede amarte, porque eres un monstruo.
Murmuro lentamente, besando al hombre inconsciente en sus brazos.

La mañana llegó, y Hiroki despertó.
En el infierno del que se había ido, del que nunca quería saber de nuevo.
—No... ¿C-como...?.— Estaba asustado, y palideció cuando vio quien entró con una sonrisa.
—Buenos días, Hiro-san.
Saludo el demonio*







*: Claramente es una referencia a que si la casa de Nowaki es el infierno, Nowaki es el demonio.

Ya no te quiero (Junjou Romantica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora