Estoy en Miraculous Ladybug ፧ Adrien Agreste / Chat Noir x Tú

N°5: Respuesta Esperada

- Liz, ¿puedo entrar? - Adrien llamó a mi puerta

- Escóndete, Heall - le moví ambas manos para que se apresurara en encontrar algún escondite improvisado

Mi kwami se dirigió rápidamente a un jarrón con flores artificiales.

- Cla-Claro. Pasa, Agreste

Lo hizo y se acercó a mí.

- Veo que todavía no terminas tu tarea. ¿Necesitas ayuda? - se llevó las dos manos al frente

- Ah... De verdad, quisiera intentar hacerlo sola, pero estoy estancándome con estos problemas de Matemáticas - bajé la cabeza, derrotada - Son muy diferentes a los que resolvió la profesora en clase...

- Jajaja. Se ven diferentes, pero créeme que son parecidos si ordenas la información que tienes. Mira - se colocó a mi lado, tomó un lápiz y empezó a explicarme el primero de ellos

Él... huele muy bien... Su padre hizo un excelente trabajo con su perfume. Pero ¿n-no está muy cerca?

En ese momento, sentí cómo mi cara comenzaba a quemar. Me estaba poniendo roja y me estaba costando respirar.

Por eso no me gusta socializar. Las personas me ponen nerviosa y ¡peor cuando están muy cerca!

- Me preguntaba si después de esto quisieras pasear por el parque - me bajó de las nubes - Aún no lo has visto, ¿verdad? - su sonrisa parecía angelical

- ¿E-Eh? - me quedé anonadada por un par de segundos y noté que mi kwami estaba tratando de llamar mi atención

- Anda - susurró ella. Pero como sabía que no podía escucharla me hizo un ademán con sus pequeñas manitos para que aceptara

- Está bien - contesté, un poco más alegre

Después de dos horas, terminé de ponerme al día en las clases que me perdí hoy y también la tarea de mañana. Adrien me dijo que era mejor hacerlas (aunque yo no haya estado en las clases de la semana pasada, ya que soy nueva) para ir practicando para los exámenes de fin de mes. Por supuesto que él ya había terminado de hacer todo eso hace horas.

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Parque
06:11 pm
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Llegamos en el auto gris de la familia Agreste. Nos permitieron estar fuera por sólo 15 minutos.

Antes de bajar, el guardaespaldas nos dijo mediante lenguaje de señas que se quedaría estacionado cerca. Los dos asentimos y nos bajamos rápidamente para no perder más tiempo.

- ¿Qué dices si comemos unos helados? Aquí hay de muchos sabores - me preguntó Adrien, muy animado, lo que me asustaba un poco. No recordaba que su personaje actuara de esa manera. Siempre era más tranquilo

- Se-Sería delicioso - le respondí, soltando una risita nerviosa

- De acuerdo. Ahora vuelvo

Dicho y hecho, Adrien se fue a una heladería cercana, dejándome ya ubicada en un banco.

- Se nota que estoy en un mundo irreal... - susurré, mientras mi mirada se perdía en el hermoso atardecer que cubría toda la ciudad - Las vistas son grandiosas y no hay mucha contaminación si es que el creador así lo quiere

- Dos helados, por favor - pidió Adrien, poniendo el boleto sobre la vitrina, indicándole al heladero que ya había pagado en la caja

- Aquí tiene, joven - le entregó su pedido, con una enorme sonrisa - Jum... - se lo quedó mirando fijamente

- ¿Sucede algo, señor? - seguía sonriendo, a pesar de la extraña situación

- Tu rostro me es familiar. Sin embargo, no recuerdo en dónde haberlo visto - se llevó la mano al mentón y se quedó pensativo