Estoy en Miraculous Ladybug ፧ Adrien Agreste / Chat Noir x Tú

N°20: Esfuerzo

- Suerte, Liz - me susurró Adrien, mientras pasaba por delante mío con dirección hacia su asiento

Era lunes y la semana de exámenes había iniciado.

"Gracias, Adrien. ¡Tú igual!", fue lo único que pude decirle, antes de que nos separaran nuestros propios compañeros.

Di unos cuantos pasos más y me di cuenta de que Marinette aún no había llegado. "Espero que no le haya pasado nada malo", pensé y tomé asiento a la par con Nathaniel. Marc tampoco estaba... Aquel pelirrojo me sonrió y traté de devolverle la misma sonrisa, pero me encontraba preocupada en el interior por los dos ausentes.

- Buenos días, chicos - ingresó la profesora al aula, con una cálida sonrisa - Espero que hayan aprovechado el fin de semana para prepararse y estudiar. Y como siempre les digo: "El examen sólo estará difícil para aquel que no estudió", así que sin más preámbulo... Comenzaré a repartir los exámenes

- ¿Qué? ¿Tan rápido? - se sorprendió el alumnado

- Lo sé, chicos, y lo siento... Pero es que tengo una cita con el médico a las 9:30 de la mañana y hasta llegar al consultorio, me tomará casi media hora

Todos la miramos con preocupación.

- No se preocupen, chicos. No es nada malo - abrazó el libro que tenía en sus manos, al sentir el cariño que recibía de sus alumnos

"Wow...", dijo una voz femenina a mis espaldas. "¿Pasó algo?", le susurró su compañera de asiento. Sin duda, esas eran las voces de Rose y Juleka respectivamente.

- Las noticias dicen que, en la construcción que hay a unas cuadras de aquí, una enorme grúa se salió de control y ¡casi tira un edificio vecino!

- ¿Y cómo lo detuvieron...?

- ¡Ladybug lo hizo, hace sólo unos minutos!

- ¿Sólo Ladybug? - le preguntó, sorprendida, pero como se trataba de Juleka no lo expresaba de la misma manera que el resto

- ¡Sí! Parece que ni Chat Noir, ni Mlle Temps, ni Queen Bee pudieron ir por alguna razón desconocida

Yo no me di cuenta... Lo siento, Ladybug.

- Señorita Rose, por favor... Ya le habló la profesora Mendeleiev sobre el uso de celulares en clase - le advirtió la miss Bustier, con una amable sonrisa

- L-Lo siento, profesora... - lo guardó, apenada

- ¿Estás bien, Elizabeth? - me preguntó un tierno joven - T-Te noto preocupada...

- ¿Ah? - lo miré, nerviosa, saliendo de mis propios pensamientos - N-No, bueno sí... Es por el examen, jeje

- Entiendo... Yo también lo estoy, sobre todo, por la de Química. Soy malo en esa materia - sonrió, nervioso

- Ni me lo menciones, yo también... - suspiré, con pesadez. En ese preciso momento, sentí la mirada de alguien, pero al darme vuelta, nadie me estaba viendo - Qué extraño...

- Siento mucho la tardanza, profesora Bustier - entró una preocupada azabache al salón - Tu-Tuve una emergencia... - tosió

- Entiendo... - sonrió, comprensiva - Aún así tendrás que darme tu justificación

- Sí

- Bien. Toma asiento, porque ya vamos a comenzar con el examen

- Está bien. Muchas gracias, profesora

Las horas pasaron volando y pronto dio la hora del receso, donde alguien me tomó por sorpresa, en el patio.

- ¡Anciel! - posé mi mano sobre mi pecho. Creí que mi corazón se saldría en algún momento - Me asustaste...