Ámame - Lee Donghae

Capítulo 11

Suave brisa invernal...

Pobre Chae-Woon si crees que ese hombre volverá a tu lecho- decía la madame de la casa Gisaeng cuando vio llegar a Chae-Woon a sus aposentos- pobre niña tonta, no te conformas con tu destino.

Y Chae-Woon lo sabía mejor que nadie, había nacido con la sangre del rey corriendo por sus venas pero era una bastarda, una que nunca sería de la nobleza ni llamada princesa aun siendo medio hermana de las jóvenes joyas del palacio. También era hermosa, elegante y llena de gracia para el baile pero de nada le servía porque era una Gisaeng, una esclava que solo servía para entretener a ebrios y hombres en búsqueda de la lujuria que en su aburridos lechos matrimoniales nunca encontrarían. Se había aferrado a Donghae y sabía que no iba a dejarlo ir tan fácilmente, él era a lo único que había aspirado y que había conseguido y no iba a dar el brazo a torcer.

Y fue hace 5 años atrás, aquella noche cuando Donghee uno de sus clientes le había pagado una gran cantidad para que pasara la noche con su gemelo, aquel joven tímido que había visto algunas noches en la casa. Había llegado aquella noche con su hermano completamente ebrio, ella lo ayudó a desvestirse y a que Donghee se vistiera de prisa, le pasó el licor para que se impregnara de él y sedujo a Donghae de manera en que esa noche él estuviese de la manera más íntima posible sin permitir que recuperara el sentido. Y esa mañana, en los brazos de Donghee, celebrando como su improvisado plan había sido un completo éxito, rogaba con que así fuese para no volver a compartir lecho con él, ella solo deseaba que fuese su gemelo Donghae quien estuviera con ella.

Ahora mientras esperaba sabía que aunque sospechaba de qué iba aquel plan no había salido como Donghee había planeado, era Donghae el príncipe consorte y él había fallecido. Pero esta vez Chae-Woon no iba a permitir que su destino interfiriera y era ella la mujer del príncipe consorte, lo que sabía por algunas criadas del palacio la princesa no era, así que en eso ella era superior, ella le ganaba.

-No me conformaré si puedo cambiarlo- le respondió de vuelta cuando vio como Donghae llegaba a la casa a lomo de su caballo.
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Chae-Woon

-Viniste- dije corriendo para abrazarlo- sabía que volvería mi señor.

Pero había algo que no me gustó cuando vi sus ojos. No entendía el por qué pero existía un cambio en ellos, una mirada fría como esta noche. Quito mis manos de su pecho y me pidió me sentara, trate de acercarme a él y me esquivó.

-¿qué sucede?- pregunté preocupada de sus esquivas.
-Chae-Woon lo nuestro debe terminar y de manera definitiva.
-¿Qué?- pregunté ¿Acaso había escuchado bien? estaba dando fin a todo. No era posible.
-Te dije cuando envié aquel dinero que no quería nada más contigo. No quiero que me busques, no quiero que te presentes en el palacio, tampoco quiero que molestes a mi esposa.
-¿Por qué?- dije entre sollozos que más de tristeza eran de furia por su decisión- Tú no puedes dejarme, No después de tanto tiempo mi señor, no- le rogué- yo te amo y me conformo con verte como hemos hecho, me conformo con acompañarte en las noches, con verte de lejos en público, pero no me saque así de su vida.
-Ellas son mi familia Chae-Woon. Ah Ri es la madre de mi hija y quiero que ella sea feliz
-Claro, una mujer que no te complace en el lecho, una esposa que nunca va a ser más mujer que yo, por ella me abandonas... ¡Yo te amo!- grité con rabia.
-Mira bien como te refieres a ella Chae-Woon Perdóname pero yo no...
-¿Qué quieres que perdone?
-Estoy enamorado de mi esposa, siempre lo estuve, y quiero recuperar a mi familia.
-Y yo.... ¿Yo que fui para ti entonces?
-Me complacías Chae-Woon, sentía deseos carnales por ti, pero nunca he sentido amor por ti.
-Mientes...yo lo sentí, tú me amas, yo aceptaré que me des solo la atención que te sobre, no volveré a acercarme a tu esposa pero sabes mejor que nadie que ella nunca va a ser la mujer que tú te mereces.
-Lo siento Chae-Woon, pero Ah Ri es la mujer que merezco, que amo, que necesito y la decisión está tomada... Te he dejado el apoyo suficiente para que tengas una vida decente si eso es lo que quieres o pagues tu libertad de la casa Gisaeng o tomes a otro señor, lo que decidas no me interesa.