A CRAZY TERROR PARTY

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Las chicas se maquillaban y probaban sus mejores vestidos, pendientes y zapatos. Pintaban sus uñas, labios, pestañas y se peinaban. Se colocaban collares, pulseras y anillos, todo para mirarse en el espejo y llamarse a si mismas hermosas.
Las Kardashian se maquillaban entre ellas, las frikis vestian de estar por casa y las divas lucían lo mejor de los mejores diseñadores.
El comedor ya estaba listo, la música actual preparada junto la actuación de Ariana y algún DJ más, aperitivos más lujosos y caros que un plato principal francés y unas bebidas alcohólicas con las cuales acabarían aturdidas y haciendo el idiota. Lo único que faltaba era la gente, las primeras en llegar fueron las anfitrionas, las divas que como no esperaban a que les abrieran la puerta. Las Kardashian llegaron igual de excelentes que las reales, Laia y Joana llegaron juntas y las raras fueron las últimas en llegar, Gabriela iba con una sudadera Kawaii y Andrea como una bruja de Howards.
Fue una Kardashian quien abrió la puerta.
-Wow habéis hecho un buen trabajo.
-Y que lo digas.
-Una diosa merece una fiesta digna de una diosa y yo soy una diosa.
-Buena lógica.
-DJ pon música.
-¿Es David Guetta?
-Sí y el de al lado es Calvin Harris.
-Oh my god, es la mejor fiesta de mi vida.
-Pues a bailar.
Todos dieron sus mejores pasos, pasos Kawaii, mágicos, normales y divinos.

-Estoy cansada de bailar.
-Eso significa que es hora de verdad o reto.
-Lo siento pero no hay suficiente confianza -Dijo Sam.
-Pues vete, no te necesitamos.
-Vale, me voy pero cuando queráis algo  de mi...
-Tranquila, no te necesito y ellas tampoco, me tienen a mi.
-Vale, no las necesito, soy mucho mejor que esas chicas popu, si es que lo son. -Dijo ya marchándose con una voz tan débil que apenas se escuchó.
-¡Ah!¡Un ángel, me encanta!
Era el mismo ángel que había acabado con Frank, seguía con la misma mirada terrorífica, la misma sonrisa y su mismo silencio.
-Soy tu fan, me encantan los ángeles.
El ángel seguía sin responder.
-¿Por qué eres un ángel caído?
-Digamos que Dios y yo tenemos unas pequeñas diferencias, cree que la paz debe perdurar y que no hay que vengarse de los que te hacen mal.
-Pienso lo mismo, desearía deshacerme de gente como las divas.
-Eso es fantástico, tal vez no debería hacer esto pero tu igual que ellas debéis morir, es vuestro castigo por provocar dolor, todos lo han provocado, todos excepto yo, creo que ya es hora de causarlo.
-Espera, espera, no me mates, haré lo que me pidas, te ayudaré a acabar con todos.
El ángel ya a punto de matar a Sam recapacitó, tal vez le vendría bien una cómplice.
-Te daré una oportunidad, debes demostrarme que vas a ser fiel a tu promesa, por ello hoy acabarás con alguien, tienes suerte, puedes elegir a la víctima.
-No te decepcionaré, hoy mataré por primera vez y lo haré para servirte, mi primera víctima será...

Las chicas formaban un círculo, en el centro, no había nada que se inerpusiese entre ellas y estaban listas para empezar.
-Vale es sencillo, alguien elige a una persona y le pregunta verdad o reto, si elige reto debéis hacer lo que os diga y si elegís verdad debéis decír la verdad.
-¿Y que pasa si alguien elige verdad y miente? -Dijo insinuando Gabriela.
-Eso no es posible porque iría contra las normas.
-Ya lo se pero, y si esa persona no te quisiera responder diciéndote la verdad, tu no puedes saber si te miente o no.
-Claro que puedo porque como ya dije hace sólo un instante solo se puede decir la verdad, el juego no se llama verdad reto y mentira, es verdad o reto a secas. ¿Has entendido ya o te lo vuelvo a repetir?
-No ya lo he entendido. -Dijo para que se callara.
-Pues por fin, te ha costado. Vale, ahora di, ¿verdad o reto?
-Reto.
-En serio estaba segura de que dirías verdad. Pues emm... no puedes maquillarte en una semana.
-No me maquillo.
-¿Entonces es natural el color de tus mejillas?
-No, no lo es, lo que pasa es que me estas avergonzando.
-Vale, vale ya te dejo, relax. Elige a alguien.
-Elijo a Katie.
-Verdad.
-Dile a Glam lo que piensas de ella.
-Eres una... chica fantástica que deslumbra felicidad y te queda muy bien ese peinado -Respondió mientras se retenía todo lo que pensaba de verdad.
-Gracias, veis, hasta la tonta de Katie piensa que soy genial.
-Vale elijo a Kendall...
-Me aburro, siempre hacemos lo mismo en todas las fiestas. Es hora de cambiar, ¿que tal si vamos a dar un paseo alrededor del lago, y tiramos a Katie?
-¡¡¡Qué!!!
-Me apunto.
-Yo también.
-Y yo.
-Esperad, no voy a dejar que me tiréis al lago.
-Oh, mira que eres aburrida. En ese caso, ¿tiramos algún chico?
-Vale. -Todas estaban de acuerdo así que era obvio que iban a hacer lo que decían.

Se pusieron una sudadera y salieron, el lago estaba muy cerca del comedor, lo único que tubieron que hacer para llegar a la orilla fue pasar un pequeño sendero.
La luna estaba en el punto más cercano a ellos y el cielo estaba estrellado, no había ni siquiera una nube en kilómetros a la redonda.
Al fondo se podía ver una pequeña hoguera, soltaba muchas chispas y una alta llama para ser tan pequeña, lo que era extraño. Al lado de ella estaba Gérard que parecía bastante borracho, debía ser el alcohol lo que mantenía esa llamarada.
Las divas muy astutas aprovecharon el estado del chaval para ir con ellas. El lugar donde lo tirarían era una pequeña cuesta que se precipitaba al lago, no sabían si era lo suficientemente profundo para llegar a haber riesgo de hacerse daño pero eso no les importaba, en lo único que pensaban era en ellas mismas.
-Es por aquí, síguenos.
Gérard las seguía sin ser consciente de lo que le esperaba cuando llegara al final del camino.
Por fin llegaron, Gérard que empezaba a ser más consciente vio algo que le puso alerta, había visto una sombra en el agua, lo curioso era que la sombra no pertenecía a ninguno de ellos, formaba parte de una criatura mística, el ángel.
-¡¿Qué es eso?!
Esta vez era Stephenie quien le pareció ver algo. Cada vez estaba más cerca.
-Aaah yo también he visto algo -Chilló ahora Charlotte.
Las chicas empezaban a asustarse todos habían visto algo, aún no eran capaces de detectar su rostro pero aun así les producía terror.
-Es... un ángel.
-Eso no es posible.
-¿Cómo que no? Lo estamos viendo.
No era el mismo ángel que había apuñalado a Frank, este se movía de una forma distinta, era el nuevo cómplice, era Sam.
Ahora ya lo tenían muy muy cerca, ya no corría ahora solo se desplazaba lentamente en línea recta hacia ellos.
Esta vez no llevaba una guadaña llevaba una arma medieval, una bola de hierro con clavos, atada a una cadena, sostenida por su mano.
-Mi señor angelical, estoy listo le demostraré mi crueldad. -Su voz no era fría como la del otro ángel, era muy grave y sonaba como si estuviera rota.
-Por favor, no nos haga daño.
El ángel empezó a hacer rodar el arma con movimientos giratorios, se dirigía hacia Kendall.
-Nooooo.
Gérard ya un poco más consciente actuó. Empujó a Kendall, que calló al lago lo cual fue admirable pero por desgracia al lanzarse para salvarla fue golpeado en el tórax. Fue una muerte rápida, pero con cada segundo que pasaba el ángel se daba cuenta de que ya no había vuelta atrás, se había convertido en un asesino.
Las chicas asustadas empezaron a retroceder, mientras el ángel aun confundido seguía avanzando.
-Al agua, saltemos. -Exclamó Gabriela.
Rápidamente todas saltaron, al caer provocaron una gran bomba.
Desde allí abajo todas contemplaban al ángel que se marchaba lentamente del lugar.
La fiesta acabo siendo una alocada terrorífica fiesta en la cual mataron a Gérard.
Quien sabe que pasaría ahora.

Dark voicesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora